Uno de los agentes le practicó al bebé la maniobra de Heimlich, pudiendo expulsar el obstáculo y recuperar la respiración
ALMERÍA HOY / 30·04·2021
La intervención de unos agentes de la Guardia Civil en Roquetas de Mar evitaba, días atrás, un triste desenlace cuando un bebé de solo siete meses se atragantaba con el tapón de una botella. Fue casual, los agentes patrullaban por el barrio de las 200 viviendas el municipio roquetero, era tarde, después del toque de queda, y observan a un grupo de personas gritando y pidiendo auxilio. Ante esta situación los agentes acuden y comprueban que una mujer lleva desesperadamente en brazos a un bebé que estaba incosciente. Uno de los agentes tomó al bebé y le practicó la maniobra de Heimlich. El niño se encontraba en situación grave, "con los ojos en blanco" e indica la diligencia practicada que "expulsaba sangre por la boca". Mientras un agente atendía al bebé el otro llamó a una ambulancia.
gracias a la maniobra practicada por uno de los agentes el niño expulsó el tapón que obstaculizaba la respiración del niño. El bebé rompió a llorar y pudo recuperar la respiración. La situación fue tensa y fue necesario también atender a la madre y a otro familiar que la acompañaba que llegaron a caer por desmayo al suelo. La ambulancia trasladó el bebé al centro de salud donde se puso de manifiesto que la actuación acertada de los agentes salvó la vida del niño.
gracias a la maniobra practicada por uno de los agentes el niño expulsó el tapón que obstaculizaba la respiración del niño. El bebé rompió a llorar y pudo recuperar la respiración. La situación fue tensa y fue necesario también atender a la madre y a otro familiar que la acompañaba que llegaron a caer por desmayo al suelo. La ambulancia trasladó el bebé al centro de salud donde se puso de manifiesto que la actuación acertada de los agentes salvó la vida del niño.
