El turismo y la pesca son el ser de Garrucha


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ADOLFO PÉREZ*

Ya hay más gente que no se conforma a ser contaminada sin rechistar por la carga de yeso a granel al aire libre en el puerto de Garrucha, ya se ha conseguido que los montones de yeso no rebasen la altura del espaldón del muelle; ahora falta por saber si se están cumpliendo las otras veinte medidas preventivas que exige la resolución en vigor del Servicio de Protección Ambiental de la Junta de Andalucía para minimizar la contaminación, que no eliminar como varias veces dice dicha resolución, cosa que corresponde verificar a los responsables del puerto, para lo que debe velar el Ayuntamiento, ya que se trata de un asunto de suma importancia para el municipio.



Como ya le dije a la alcaldesa en mi escrito de 10 de marzo último, publicado en este medio y que tanta difusión ha tenido, un grupo de vecinos de Las Marinas, con ánimo de no resignarse, se ha quejado al defensor del Pueblo en un escrito del que ha dado cuenta La Voz de Almería. En su escrito los vecinos se quejan al defensor del Pueblo de los problemas de contaminación que crea el polvo de yeso en suspensión. Creen que se están incumpliendo las medidas ambientales y de protección de la salud de las personas. Y añaden la sospecha de que los aparatos de medición no están ejerciendo su función.

Mientras sucede lo anterior, la Corporación municipal de Garrucha mira para otro lado en un asunto que afecta al bienestar de la población, que está inerme ante la polución que se abate sobre ella. Siento muy de veras que los munícipes no estén a la altura debida en la defensa de los altos intereses del municipio, salvo el concejal de ‘Garrucha para la gente’ que se preocupa de todo lo que concierne a este asunto. De la hipotética actuación de la alcaldesa nada se sabe, claro que tanto ella como el portavoz del Grupo Popular nada quieren saber del puerto; o sea, puestos de perfil como es su costumbre. De Ciudadanos es bien sabido el entusiasmo de su concejal por la ampliación del puerto a fin de aumentar la carga de mineral, porque según dijo en el Pleno de 3 de septiembre de 2020, “ese es el futuro de Garrucha”. Es decir, suspira porque el puerto de Garrucha sea el referente del Levante almeriense para la carga de minerales a granel a cielo abierto, pretensión que ha hecho pública la consejería de Fomento de la Junta de Andalucía. Y es que daña a la razón que una carga de esa naturaleza se realice junto a una población.

El concejal de Ciudadanos yerra al afirmar que el futuro está en la carga de yeso, cuando a la vista está que el ser de Garrucha es el turismo y la pesca. El dato de que en los últimos veintidós años el municipio ha pasado de tener cinco mil habitantes en 1999 a más de nueve mil ahora, prueba que el aumento de la población se debe en buena medida al auge del turismo, que se debe cuidar.

Claro que Ciudadanos de Garrucha, con su concejal a la cabeza, tienen otro proyecto en cartera, según tiene publicado. Se trata de la modificación de la estructura del paseo marítimo consistente en dejarlo con un solo carril, eliminar casi todos los jardines, colocar las terrazas en el lado de los edificios y estrechar las aceras del lado de la baranda. Es decir, lo que ellos consideran el progreso.



Post data. Me ha sorprendido leer en ACTUALIDAD ALMANZORA que el portavoz del PP de Garrucha, Juan Francisco Fernández, ha mostrado su indignación porque 17 años después la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA) no ha construido la playa (entre el castillo y la gasolinera) a que se comprometió en compensación a la invadida en el lado norte para la ampliación del puerto de Garrucha. Al efecto, el concejal del PP ha solicitado entrevistarse con la delegada de Fomento de la J. A y el organismo provincial de Costas. Dice el periódico que el malestar de Juan Francisco se debe al anuncio de Costas de una inversión de 3,6 millones de euros para construir dos espigones: uno en la playa de Vera y otro en la de Quitapellejos. Aquí el malestar y la indignación de Juan Francisco están fuera de lugar por la sencilla razón de que ese dinero lo va a gastar el organismo de Costas (Madrid) en las citadas playas, sin nada que ver con la playa que la APPA (Sevilla) está obligada a construir para Garrucha, cosa que debería saber el concejal. O sea, organismos distintos: uno del Gobierno central y el otro de la Junta de Andalucía.

Respecto a la noticia del periódico nada tendría yo que objetar si no fuera por la cruda realidad de los hechos acaecidos en los 17 años que menciona la noticia. Es conocido que en el transcurso de ese tiempo vengo luchando para conseguir que la APPA construya esa playa, sin que nadie en el Ayuntamiento me haya prestado la más mínima ayuda o atención, nunca han querido saber nada. Primero Juan Francisco siendo alcalde, que era el momento más adecuado, no hizo caso a mi insistencia, simplemente se limitó a enviar un escrito a la APPA que yo redacté y Mary Paz le puso a la firma, y ahí se acabó todo hasta hoy. De la alcaldesa, qué decir, caso omiso a mi porfía para que reclamara la playa. No se concibe el comportamiento de los dos alcaldes, y todavía lo sea, tratándose de un bien como es tener una nueva playa sin coste alguno de dinero.

Pero la playa será una realidad gracias a mis repetidos escritos a ministras, defensor del Pueblo, APPA, dirección general de Costas, etc. De modo que he logrado que Costas haya requerido de forma oficial a la APPA para que cumpla el convenio a que está obligada, y en eso estamos.

*Adolfo Pérez fue alcalde de Garrucha durante 20 años consecutivos entre 1979 y 1999.