El jurado declara culpable del asesinato de su propio hijo a Ana María

A la espera de sentencia, todo apunta a que será condenada a prisión permanente revisable



ALMERÍA HOY / 24·03·2021

El jucio contra Ana María por la muerte de su hijo de 7 años, ha quedado visto para sentencia, después de escuchar al jurado popular pronunciar el veredicto de culpable. Mató a su propio hijo solo por hacer sufrir al padre del niño. A la espera de la condena, todo apunta a la pena de prisión permanente revisable. La abogada de la defefensa ha anunciado que recurrirá la sentencia que se dicte en su día y que condenará a su clienta, además de por asesinato, por un delito de lesiones psíquicas al padre de Sergio y por un delito de atentado a un agente de la autoridad.

La acusada se valió de su superioridad para matar a su propio hijo. En el juicio se ha dado por válido que la mujer no tenía mermadas sus capacidades por un trastorno psicótico agudo transitorio cuando lo asesinó, sino que estaba “en plenas facultades”. Ana María era consciente de lo que hacía, y pretendía hacer daño al padre de Sergio, de 7 años de edad. Pocos días después del crimen, la acusada realizó ante la Guardia Civil una declaración detallada de los hechos. En ella se apreciaba la intencionalidad de de agredir al menor, sin ningún tipo de respuesta defensiva de este, según se desprende de la autopsia. Los hechos ocurrieron en la vivienda en la que residían, en Huércal de Almería, a muy poca distancia del Hospital Universitario de Torrecárdenas. Y aún así, a pesar de la proximidad con el centro hospitalario, la madre no hizo por prestar atención médica al niño y trasladarlo para intentar salvarle la vida, muy al contrario.

El niño es para mí, o no es para nadie. La frase que Ana María pronunció en más de una ocasión en presencia de familiares y del propio padre. En la frase se fundamenta el claro objetivo de, llegado el caso, quitarle la vida al menor, como así hizo. No era nuevo el interés de la acusada de hacer daño al padre de su hijo y a su familia. LLegó a denunciarle en 2.017 de violencia de género, acusándole de unos hechos de los que resultó ser inocente con sentencia dos años después. En el juicio ha quedado acreditado que la tenía una actitud “obsesiva y acosadora” el progenitor y la familia de este.