'Un país para escucharlo', de La 2, resultó ser un escaparate sensible a la provincia y sus músicos
ALMERÍA HOY / 17·03·2021 / Diego G. Bravo
No se podía faltar a la cita. La 2 de TVE emitía anoche el último capítulo de 'Un país para escucharlo', el programa que ha presentado el artista argentino Ariel Rot, y que ha gozado del reconocimiento general de la crítica musical, por la forma de mostrar el talento en tantos rincones de España y de tantos artistas que, en muchas ocasiones, no tienen esa oportunidad de exhibirse en televisión. El programa 'voló' sobre los áridos paisajes y su historia del cine, sobre las murallas de fortalezas que han hecho grande a una tierra como Almería. Destacó, como anfitrión, junto a Ariel Rot, el guitarrista Tomatito. Fue un gran anfitrión, paseando y enamorando, a la vez al ex miembro de Tequila, de cada acorde, de cada compás, de cada paso pisado sobre suelo almeriense.
Tomatito guardó su timidez y enseñó su alma a través de recuerdos y anécdotas vividas junto a Camarón. “La guitarra era un juguete para mí y nunca creí que iba a vivir de ello, pero al meterme en la Taberna Gitana y conocer a Camarón todo cambió", dijo Tomatito. Recordó, además, que "cuando era niño me ponían a Camaron para que yo llorara". Ariel Rot disfrutaba escuchándole recordar como fue el "...y después de Camarón qué". Recordó que tocó junto a Frank Sinatra o Elton John, y que se le abrieron las puertas para ser solista a la guitarra, después de haber pensado incluso, tras la muerte del maestro del flamenco, que dejaría la música porque él creía "que había nacido para tocarle a Camarón". Cuatro acordes bastaron y el sonido especial de la madera noble de la guitarra de Tomatito para que el músico argentino y presentador se rindiera.
El programa no solo mostró la grandeza del guitarrista almeriense, o de su hijo José del Tomate, sucesor que dá continuidad a una familia 'de raza y talento musical'. El programa enseñó paisajes de una Almería grande y con futuro, su luz que enamora, su brillo... Y mostró cuanto talento se esconde y se exhibe en cada chiringuito de playa, cada verano por la costa almeriense, con la oportunidad a tantos músicos de tocar en ellos, con la brisa del mar de frente. Diego Cruz y Los Summers, Fino Oyonarte, la Orquesta Ciudad de Almería, Morricone y el cine. No siempre un programa desnuda tanta belleza y la muestra como anoche se pudo apreciar en el capítulo final de 'Un país para escucharlo". Mereció la pena quedarse hasta el final para ver a Ariel Rot caminando por el desierto de Almería, como un pistolero que ya tiene como muesca en su guitarra, el cariño de los que ayer disfrutaron con este programa.
Os dejamos el enlace para poder VOLVER A VER el programa.
Tomatito guardó su timidez y enseñó su alma a través de recuerdos y anécdotas vividas junto a Camarón. “La guitarra era un juguete para mí y nunca creí que iba a vivir de ello, pero al meterme en la Taberna Gitana y conocer a Camarón todo cambió", dijo Tomatito. Recordó, además, que "cuando era niño me ponían a Camaron para que yo llorara". Ariel Rot disfrutaba escuchándole recordar como fue el "...y después de Camarón qué". Recordó que tocó junto a Frank Sinatra o Elton John, y que se le abrieron las puertas para ser solista a la guitarra, después de haber pensado incluso, tras la muerte del maestro del flamenco, que dejaría la música porque él creía "que había nacido para tocarle a Camarón". Cuatro acordes bastaron y el sonido especial de la madera noble de la guitarra de Tomatito para que el músico argentino y presentador se rindiera.
El programa no solo mostró la grandeza del guitarrista almeriense, o de su hijo José del Tomate, sucesor que dá continuidad a una familia 'de raza y talento musical'. El programa enseñó paisajes de una Almería grande y con futuro, su luz que enamora, su brillo... Y mostró cuanto talento se esconde y se exhibe en cada chiringuito de playa, cada verano por la costa almeriense, con la oportunidad a tantos músicos de tocar en ellos, con la brisa del mar de frente. Diego Cruz y Los Summers, Fino Oyonarte, la Orquesta Ciudad de Almería, Morricone y el cine. No siempre un programa desnuda tanta belleza y la muestra como anoche se pudo apreciar en el capítulo final de 'Un país para escucharlo". Mereció la pena quedarse hasta el final para ver a Ariel Rot caminando por el desierto de Almería, como un pistolero que ya tiene como muesca en su guitarra, el cariño de los que ayer disfrutaron con este programa.
Os dejamos el enlace para poder VOLVER A VER el programa.
