El porcentaje de ingresos en periodo voluntario es el mayor de toda la serie histórica
 |
| Con vientos desfavorables para todos los ayuntamientos, el veratense presupuesta para el próximo año 21 millones de euros, cuatrocientos mil más que en 2020. |
ALMERÍA HOY / 24·12·2020
La crisis generada por el Covid-19 está haciendo grandes daños en la práctica totalidad de las economías privadas y públicas. Las corporaciones observan cómo las empresas y autónomos de sus municipios lo están pasando mal, y eso repercutirá con seguridad en los ingresos locales.
No obstante, en la comarca cabe destacar el caso de Vera. En primer lugar, por el saneado estado de sus cuentas. Se trata de uno de los cuatro Ayuntamientos de la zona con remanente positivo: Diez millones de euros en sus cuentas que el reciente cambio en la ley Montoro de Haciendas locales permitirá utilizar en lo que queda de este año y también en el próximo. A esa cantidad es preciso añadir otro millón más que debe recibir de la Junta en cumplimiento de una sentencia.
Sin embargo, en la memoria de todos aún quedaría la huella del crac vivido por la economía del Consistorio tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008. Como en casi todos los gobiernos municipales de España, esa crisis supuso una caída a plomo en los ingresos del Ayuntamiento de Vera que sorprendió al Ejecutivo del entonces regidor Félix López. El resultado de la situación fue una deuda de diez o de veinte millones de euros, según la contaran desde el Ejecutivo o desde la oposición.
Fue la citada ley Montoro la que marcó el camino al alcalde José Carmelo Jorge Blanco (PP), que ganó las elecciones en 2011, para revertir la situación. Recordarán que el entonces ministro de Hacienda elaboró una ley para obligar a los Ayuntamientos a contener el gasto para acabar con el déficit público. Era una exigencia de la Comisión Europea que no deparó los mismos resultados en todos los pueblos. En el caso de Vera, el Gobierno popular trazó la senda que continuó su sucesor, de nuevo con Félix López al frente, quien terminó su mandato con la deuda financiera a cero y un remanente positivo millonario en las cuentas bancarias.
En 2019 volvió a obtener la vara de mando el líder popular y, poco después, tuvo que hacer frente a otra crisis, en esta ocasión de origen sanitario. Sin embargo, la situación del erario municipal era bien distinta. Gracias a ello, Vera fue uno de los primeros gobiernos locales en poner sobre la mesa un plan dotado con dos millones de euros en ayudas a sus autónomos y pymes; inversiones con el objetivo de estimular la economía local; así como un programa de promoción turística para fomentar un sector que atraviesa horas muy bajas y es clave para la ciudad.
RÉCORD
En este estado de cosas, el concejal de Hacienda, Alfonso Pérez, aguardaba el cierre del este año para conocer hasta qué punto habría afectado el Covid a la salud económica del Ayuntamiento. En noviembre pasado terminó el periodo de pago voluntario de importantes impuestos municipales como el IBI.
El pasado 9 de diciembre, al revisar los estadillos, el responsable de las cuentas comprobó que, lejos de resentirse, el porcentaje de ingresos recolectados en periodo voluntario de pago había superado el resultado del ejercicio anterior. En 2019 se contaron 12,7 millones de euros correspondientes al 83% de la recaudación, mientras que en 2020 han sido 12,03 millones y el 85%. Aunque el porcentaje es mayor, el dinero ingresado resulta algo menor debido a las bonificaciones introducidas este año en determinados tributos para autónomos y pymes, un 60% en el IBI y el IAE, así como por la supresión definitiva de tasas por obras menores.
En cualquier caso, la cantidad obtenida, a la que es preciso añadir las transferencias de otras administraciones, aun con vientos desfavorables para todos los municipios, permitirá aumentar los presupuestos para 2021, pendientes aún de los últimos retoques. El concejal de Hacienda adelanta que superarán los 21 millones de euros. En 2020 alcanzaron 20,6.
El principal reto consistirá en la ejecución de inversiones millonarias con un doble objetivo según el edil. Por una parte, dotar a Vera de nuevas infraestructuras y, de otra, insuflar toda la liquidez posible a la economía local.
En ese sentido, Alfonso Pérez enumera actuaciones vinculadas a obtener recursos hídricos, como la construcción de una nueva desaladora y una potabilizadora, entre otras. También avanza la inminente compra del aparcamiento subterráneo para 400 vehículos en la Plaza de las Lavanderas, el bulevar en la carretera que une Las Buganvillas con Palomares, así como diversas actuaciones para revitalizar el Centro Histórico en el entorno de la Iglesia y en el de la calle Las Tiendas. Para todo ello, el Ayuntamiento piensa emplear entre siete y nueve millones de los diez de remanente que ahora sí puede emplear con permiso del Ministerio de Hacienda.
No obstante, en la comarca cabe destacar el caso de Vera. En primer lugar, por el saneado estado de sus cuentas. Se trata de uno de los cuatro Ayuntamientos de la zona con remanente positivo: Diez millones de euros en sus cuentas que el reciente cambio en la ley Montoro de Haciendas locales permitirá utilizar en lo que queda de este año y también en el próximo. A esa cantidad es preciso añadir otro millón más que debe recibir de la Junta en cumplimiento de una sentencia.
Sin embargo, en la memoria de todos aún quedaría la huella del crac vivido por la economía del Consistorio tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008. Como en casi todos los gobiernos municipales de España, esa crisis supuso una caída a plomo en los ingresos del Ayuntamiento de Vera que sorprendió al Ejecutivo del entonces regidor Félix López. El resultado de la situación fue una deuda de diez o de veinte millones de euros, según la contaran desde el Ejecutivo o desde la oposición.
Fue la citada ley Montoro la que marcó el camino al alcalde José Carmelo Jorge Blanco (PP), que ganó las elecciones en 2011, para revertir la situación. Recordarán que el entonces ministro de Hacienda elaboró una ley para obligar a los Ayuntamientos a contener el gasto para acabar con el déficit público. Era una exigencia de la Comisión Europea que no deparó los mismos resultados en todos los pueblos. En el caso de Vera, el Gobierno popular trazó la senda que continuó su sucesor, de nuevo con Félix López al frente, quien terminó su mandato con la deuda financiera a cero y un remanente positivo millonario en las cuentas bancarias.
En 2019 volvió a obtener la vara de mando el líder popular y, poco después, tuvo que hacer frente a otra crisis, en esta ocasión de origen sanitario. Sin embargo, la situación del erario municipal era bien distinta. Gracias a ello, Vera fue uno de los primeros gobiernos locales en poner sobre la mesa un plan dotado con dos millones de euros en ayudas a sus autónomos y pymes; inversiones con el objetivo de estimular la economía local; así como un programa de promoción turística para fomentar un sector que atraviesa horas muy bajas y es clave para la ciudad.
RÉCORD
En este estado de cosas, el concejal de Hacienda, Alfonso Pérez, aguardaba el cierre del este año para conocer hasta qué punto habría afectado el Covid a la salud económica del Ayuntamiento. En noviembre pasado terminó el periodo de pago voluntario de importantes impuestos municipales como el IBI.
El pasado 9 de diciembre, al revisar los estadillos, el responsable de las cuentas comprobó que, lejos de resentirse, el porcentaje de ingresos recolectados en periodo voluntario de pago había superado el resultado del ejercicio anterior. En 2019 se contaron 12,7 millones de euros correspondientes al 83% de la recaudación, mientras que en 2020 han sido 12,03 millones y el 85%. Aunque el porcentaje es mayor, el dinero ingresado resulta algo menor debido a las bonificaciones introducidas este año en determinados tributos para autónomos y pymes, un 60% en el IBI y el IAE, así como por la supresión definitiva de tasas por obras menores.
En cualquier caso, la cantidad obtenida, a la que es preciso añadir las transferencias de otras administraciones, aun con vientos desfavorables para todos los municipios, permitirá aumentar los presupuestos para 2021, pendientes aún de los últimos retoques. El concejal de Hacienda adelanta que superarán los 21 millones de euros. En 2020 alcanzaron 20,6.
El principal reto consistirá en la ejecución de inversiones millonarias con un doble objetivo según el edil. Por una parte, dotar a Vera de nuevas infraestructuras y, de otra, insuflar toda la liquidez posible a la economía local.
En ese sentido, Alfonso Pérez enumera actuaciones vinculadas a obtener recursos hídricos, como la construcción de una nueva desaladora y una potabilizadora, entre otras. También avanza la inminente compra del aparcamiento subterráneo para 400 vehículos en la Plaza de las Lavanderas, el bulevar en la carretera que une Las Buganvillas con Palomares, así como diversas actuaciones para revitalizar el Centro Histórico en el entorno de la Iglesia y en el de la calle Las Tiendas. Para todo ello, el Ayuntamiento piensa emplear entre siete y nueve millones de los diez de remanente que ahora sí puede emplear con permiso del Ministerio de Hacienda.
