Cuatro meses de cárcel por agredir a dos guardias en Tíjola

Los agentes fueron requeridos para desalojarlo del centro médico que se negaba a abandonar tras ser atendido



ALMERÍA HOY / 04·11·2020

Una juez de Almería ha condenado a un hombre por agredir a una pareja de agentes de la Guardia Civil que fueron requeridos en el centro de salud de Tíjola para tratar de desalojar a un paciente que acudió a urgencias sin mascarilla y que se negaba a abandonar las instalaciones médicas tras haber sido atendido.

El fallo, consultado por Europa Press y ante que el que cabe recurso, impone al acusado cuatro meses de prisión por un delito de resistencia a la autoridad frente a los dos años de cárcel interesados por la Fiscalía, al entender que los hechos eran constitutivos de un delito de atentado contra agentes de la autoridad. Asimismo, le condena a dos meses de multa por las lesiones, a razón de seis euros diarios, y a indemnizar a cada uno de los agentes con 150 euros.

Los hechos tuvieron lugar la madrugada del pasado 3 de julio, en torno a las 5:15 horas, cuando el hombre se personó en el centro de salud "llamando insistentemente a la puerta, exigiendo ser atendido por el médico de guardia".

Así, una vez terminada la consulta, el hombre se negó a abandonar las dependencias ya que exigía que "le metan algo", por lo que el personal sanitario alertó a la Guardia Civil. A su llegada, la patrulla de servicio consiguió que el acusado accediera en un primer momento a salir del ambulatorio, aunque seguidamente insistió en volver.

Fue entonces cuando "de manera desafiante", el hombre trató de regresar al centro de atención primaria "empujando a los agentes", a los que dio una patada en la mano a uno y en una pierna al otro, con lo que estos tuvieron que reducirlo para detenerlo. El hombre trató de autolesionarse también al golpearse contra el suelo.

Ante estos hechos y dada la "jurisprudencia dominante", la juez señala que la acción del acusado "tiene mejor encaje" en un delito de resistencia a los agentes de la autoridad al haber impedido con su actitud de rebeldía que los guardias llevaran a cabo su labor.

"Fue en el forcejeo cuando el acusado lanzó patadas a los agentes, no apreciándose en este comportamiento la concurrencia de esa nota de gravedad que exige el atentado", apunta la juez en sus fundamentos antes de adecuar la pena de cuatro meses de prisión para el acusado ante la gravedad de los hechos.