Adelante Andalucía insta al Gobierno "la descontaminación total y definitiva" de Palomares

La senadora Pilar González Modino ha registrado una moción para que la Cámara Alta exija al Ejecutivo la limpieza de "las zonas afectadas por el accidente nuclear de 1966"


González Modino asegura en su petición que es fundamental limpiar de plutonio Palomares "para asegurar su regeneración ambiental, la salud de los habitantes de las localidades cercanas y el desarrollo económico de la comarca".

ALMERÍA HOY / 26·11·2020

La senadora de Adelante Andalucía Pilar González Modino ha registrado este martes, 24 de noviembre, una moción en la que solicita que la Cámara Alta inste al al Gobierno de España "la descontaminación total y definitiva de las zonas afectadas por el accidente nuclear de 1966 para asegurar su regeneración ambiental, la salud de los habitantes de las localidades cercanas y el desarrollo económico de la comarca", una operación que costaría 10 millones de euros según un informe del propio Consejo de Seguridad Nuclear.

Además, González Modino exige en su petición "desclasificar el secreto de la documentación requerida como prueba para la demanda interpuesta por la Federación Provincial de Ecologistas en Acción de Almería ante la Audiencia Nacional" para que el Consejo de Seguridad Nacional proceda a la limpieza y almacenamiento provisional del suelo contaminado con plutonio, así como "poner en marcha una investigación para esclarecer la desaparición de documentos archivados en el Consejo de Seguridad Nuclear en los que se contenía información fundamental para la investigación derivada de la mencionada demanda".

En su exposición de motivos, la senadora recuerda que el 17 de enero de 1966 se produjo un accidente nuclear entre un bombardero estratégico B-52 y un avión nodriza KC-135, ambos pertenecientes a las fuerzas aéreas estadounidenses, mientas realizaban una maniobra de rutina para reaprovisionarse de combustible. Debido a un fallo en la maniobra de acoplamiento las naves colisionaron y cayeron sobre la costa mediterránea cercana a la localidad de Palomares, en el término municipal de Cuevas del Almanzora, resultando fallecidos siete tripulantes.

El bombardero B-52 transportaba cuatro bombas termonucleares de 1,1 megatón y 800 kg cada una de ellas. Dos no sufrieron daños, mientras que las otras se rompieron produciéndose detonaciones del explosivo convencional y quedando fraccionadas en varios trozos. Dichas detonaciones produjeron una nube de partículas de diversos elementos que formaban parte del núcleo de las bombas,  quedando diseminados por el viendo en una amplia superficie de campos de cultivo, monte y zonas urbanas, con su consecuente contaminación radiactiva.

Las autoridades de entonces, de acuerdo con la Armada de los Estados Unidos, desplegaron un dispositivo para la recuperación de las bombas y la recuperación de la zona, retirándose de manera parcial tierra contaminada en 25.000 m2 de suelo, y evacuando 1.000m3 en 4.810 bidones, con un peso de 1.100 toneladas de tierra y cultivos.

El Gobierno español y la embajada estadounidense se apresuraron a asegurar que no existía contaminación en la zona y pusieron en marcha una campaña que pretendía demostrar la inexistencia de residuos nucleares. Dicha campaña tuvo uno de sus hitos en la famosa visita del entonces Ministro de Información y Turismo del Gobierno de Franco Manuel Fraga Iribarne y del embajador de EEUU en España Angier Biddle Duke.

En la actualidad, diversos estudios señalan que Palomares "es la localidad más radiactiva de España y que aproximadamente el 29% de su población presenta trazas de plutonio en su organismo". El Consejo de Seguridad Nuclear ha vallado y restringido de todo uso 4,1 hectáreas, incluida una parcela en el núcleo urbano, quedando el desarrollo turístico muy limitado.

En 2010 el Consejo de Seguridad Nuclear aprobó el Plan de Rehabilitación de Palomares (PRP) que consistía en limpiar 50.000 m3 de tierra. En 2015 se tiene constancia de la existencia de un documento enviado por las autoridades norteamericanas declarado como secreto en el que se reduce el volumen de tierra a tratar a sólo 28.000 m3 con la pretensión de dejar en Sierra Almagrera, junto a Villaricos, una contaminación residual de 4 bequereles/gr de americio, 16 bq/gr de Pu 239+240 y 12 bq/gr de Pu 241, modificando el Consejo de Seguridad Nuclear sus propios criterios radiológicos y variando el límite legal de radiactividad en la zona de Palomares.

La firma de diversos acuerdos en los últimos años, que no son vinculantes y que recogen declaraciones de intenciones para la recuperación de la zona, no se han traducido en la puesta en marcha de un plan efectivo, negándose el Gobierno de los EEUU a retirar el plutonio y los materiales radiactivos, lo que supone para el Consejo de Seguridad Nacional un requisito imprescindible para actuar en la zona. Sin embargo España cuenta con sobrada tecnología y medios para emprender el PRP sin esperar al país causante y almacenar provisionalmente los residuos hasta la devolución a sus legítimos propietarios.

Las asociaciones por la regeneración y la descontaminación de la zona han reclamado en múltiples ocasiones que el Gobierno se comprometa con ello. Recientemente han presentado una demanda ante la Audiencia Nacional y a su vez existe un auto en el que se requiere al Gobierno que levante el secreto de los documentos que se han pedido como prueba, sin que se tengan noticias al respecto.