Sangría de dinero en la Junta por el uso particular de los coches oficiales de los forestales

Agentes de Medio Ambiente del Levante viven o han vivido en localidades distantes de la comarca y hacen a diario hasta cuatro veces los kilómetros habituales. El gasoil corre a cargo del contribuyente

Medio Ambiente cuenta en la calle Velázquez de Cuevas del Almanzora con oficinas y una parcela vallada de 2.274 m2, mucho más que de sobra para que puedan aparcar, incluso de manera desordenada, los seis vehículos de que dispone, pero la delegada parece ignorarlo.


ALMERÍA HOY / 06·09·2020

La Administración es prolija en normas, reglamentos y procedimientos para velar por la optimización de sus recursos y el buen uso del dinero público, que es de todos. Sin embargo, dentro de esa máquina mastodóntica siempre hay seres humanos que deben observar por su fiel cumplimiento, y eso no siempre ocurre para gozo de unos cuantos y perjuicio de la mayoría.

Es el caso que afecta a los vehículos oficiales a disposición de los agentes de Medio Ambiente, al menos de los que usan los de la Unidad Biogeográfica 2 (UB2), que presta sus servicios en el Levante almeriense.

En nuestra comarca, los forestales aparcan los coches de trabajo junto a sus domicilios al acabar la jornada laboral, y algunos recorren cerca de cien kilómetros en cada sentido al vivir en puntos tan distantes de su centro de trabajo (el Levante y Norte de la provincia) como Huércal de Almería o Cabo de Gata. Evidentemente, esa distancia conlleva un consumo de combustible que la Hacienda andaluza ahorraría si se exigiera el fiel cumplimiento de su propia normativa.

LA NORMA

En la actualidad, la norma vigente es la instrucción dictada por la Secretaría General de la Consejería en febrero de 2015, que dice textualmente en su punto 2: "Se procederá a estacionar los vehículos oficiales durante los periodos de inactividad laboral en las instalaciones, sedes de las Delegaciones territoriales u otras dependencias administrativas, CEDEFOs, oficinas de espacios protegidos [...] evitando su estacionamiento en las proximidades del domicilio particular de los propios trabajadores".

Cabe recordar que la UB2 cuenta en la calle Velázquez de Cuevas del Almanzora, junto a la carretera del pantano, con oficinas y una parcela vallada de 2.274 m2, mucho más que de sobra para que puedan aparcar, incluso de manera desordenada, los seis vehículos de que dispone. Sin embargo, la delegada territorial de Medio Ambiente Aránzazu Martín admitió el pasado 21 de octubre, a preguntas de los compañeros de ONDA CERO Almería, que debía ser así, pero lamentó que "no hay lugares adecuados para hacerlo" y, por tanto, no se obliga al cumplimiento de la norma interna.

La ‘ignorancia’ mostrada por Martín y sus antecesores, cuando no complicidad, cuesta cada mes cientos de euros a todos los andaluces sólo en el Levante, porque se trata de una práctica habitual en la provincia.

La mayor parte de los agentes viven en Almería, pero acuden a diario en coche oficial a sus puestos en Filabres, el Poniente o la parte almeriense de Sierra Nevada.

KILÓMETROS

RADIO ACTUALIDAD destapaba las diferencias de kilometraje y, por tanto, consumos de gasoil, entre agentes que residían en el ámbito de la UB2 y quienes lo hacían en otros puntos más alejados de la provincia. La redacción del medio consiguió hojas de control de vehículo correspondientes a distintos coches y meses de 2013 y 2014, que probaban enormes diferencias en función del domicilio de los agentes.

Así, a modo de referencia, las hojas del entonces agente raso y hoy coordinador comarcal Ignacio de la Torre, residente en Garrucha, reflejaban un kilometraje medio diario de 51,5 km/día, y un consumo mensual de 45,88 litros de combustible que, traducidos a euros, significaron 62,34 euros.

En el lado opuesto, Jorge Pérez, agente raso que ya no está adscrito a la Unidad del Levante y tenía su domicilio en Huércal de Almería, recorría diariamente una media de 212,90 kilómetros. El vehículo que tenía adscrito, un Suzuki Vitara, consumió 514 euros en septiembre de 2013. Tenía que repostar cada dos días.

Por su parte, el Vitara conducido por el celador interino José Ángel Rodríguez Fenoy, que vive en Cabo de Gata, durante julio de 2014 hizo una media de 193,75 km diarios. En ese mes únicamente trabajó 12 días, por lo que ‘sólo’ gastó 246,16 euros en combustible. De haberlo hecho las cuatro semanas, la factura de gasoil hubiera estado próxima a los 500 euros.

Otro caso es el del excoordinador comarcal Antonio Alonso, con domicilio en Macael. Alonso recorría a diario 192,11 km. En febrero de 2014, un mes en que trabajó 19 días, repostó por valor de 391 euros. Visitaba la gasolinera cada dos jornadas.