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ADOLFO PÉREZ
Amable lector, si conoce bien la realidad del Paseo Marítimo de Garrucha, le ruego que lea con atención este artículo, fijándose bien en las fotos que lo acompañan, publicadas por Ciudadanos a las que le he puesto unas notas para entender mejor lo que se pretende, y pueda sacar usted su conclusión.
De nuevo me encuentro en las redes con que el partido Ciudadanos de Garrucha vuelve sobre su propuesta estrella de reordenación y remodelación de nuestro Paseo Marítimo, que ilustra con un pequeño reportaje de tres fotografías y un breve resumen de las bondades de lo que pretende hacer cuando pueda. Como ya es bien sabido, desde el primer momento he discrepado sobre ese plan por considerarlo perjudicial para los intereses de Garrucha, es decir, para su progreso.
Si Cs vuelve sobre su plan de remodelación de la principal vía de la localidad y lo expone a la opinión pública, lógicamente el mismo derecho tengo yo de publicar mi disconformidad sobre tal plan, así de sencillo. Y digo esto porque hace tres años el partido del Giga (ahora Ciudadanos) lo hizo público, razón por la que el 19 de junio de 2017 publiqué un artículo discrepando del mismo, por supuesto que mi artículo era respetuoso como no podía ser de otra manera. Tres días después, en un alarde de falta de respeto y carencia de talante democrático, fui gravemente insultado en las redes por el responsable del partido, que puso en tela de juicio mi salud mental, siendo coreado por un familiar suyo, así es que me vi forzado a amenazar con acudir al juzgado.
El actual concejal de Ciudadanos de Garrucha, en su afán de promocionar el municipio, cosa loable, ha sacado del cajón la propuesta de su partido sobre la remodelación del Malecón, algo que me extraña a tenor del pobre resultado obtenido en las últimas elecciones locales. Asimismo, el concejal, llevado de su fervor por la construcción de un superpuerto detrás del actual, frente al núcleo urbano, nos da la noticia de que diputados de su partido abogan en el parlamento andaluz para que “se realicen los estudios preceptivos para construir una terminal de graneles” (cita textual), a fin de aumentar la carga de yeso, y claro, mayor contaminación atmosférica.
Ciudadanos vuelve sobre su propuesta estrella de remodelación del paseo en las elecciones locales de 2019, circunstancia por la que publiqué un artículo previniendo a los electores. El resultado de la votación fue muy claro: la alcaldesa le dio un repaso a las tres candidaturas en su contra que se presentaron. Repaso que lleva el mismo camino para las elecciones de 2023. Y es que no se le ocurre a nadie presentar a dos ex alcaldes que antes perdieron en sendas elecciones. Por lo visto produce urticaria la indispensable renovación para tener opción a levantar el vuelo. El resultado electoral de la candidatura de Ciudadanos fue llamativo si se tiene en cuenta que se presentó bajo el paraguas de un partido nacional entonces en alza. Con una participación municipal de 4.156 votantes, la candidatura de Ciudadanos de Garrucha obtuvo 374 votos, 102 menos que en 2015 con el Giga, con el mismo candidato en ambas ocasiones. Para tan pésimo resultado pienso que algo tuvo que ver el rechazo de los electores a la propuesta del Malecón.
Y ahora desmenuzo su plan. Según se lee en lo que escribieron en 2017 y lo escrito ahora, la remodelación del paseo consistiría en suprimir un carril del tráfico que serviría para instalar un carril bici cercano a la acera de la baranda, dejando el otro carril para la circulación en un solo sentido. También se suprimirían los jardines y aparcamientos del lado de los edificios. Y esto con el objeto de ampliar la acera de ese lado para instalar en ella las terrazas de bares y restaurantes. Las fotos de la realidad de lo que digo a la vista están. La razón de esta remodelación tendría por objeto que todas las terrazas, sin ninguna excepción, se instalaran en la acera de los edificios, salvo los establecimientos de enfrente, o sea, el Pósito y el Club. La acera del lado de la baranda de mármol sería exclusivamente para el paseo de la gente.
Al respecto, copio lo que escribía el Giga (ahora Ciudadanos) en 2017: “Lógicamente eliminar un carril es para darle a sillas y mesas su espacio, pero solo en ese lado. Evitar y eliminar los estrechamientos existentes desde Floresba hasta el Pósito y ahora ya también desde subida del Puerto hasta Salvador Artesano. Los negocios, todos por igual a un lado solamente. Lado de playa nada, excepto los negocios que tengan fachada a ese lado.” Así de tajante es el escrito.
Una restricción así en un paseo tan amplio no tendría sentido ya que le quitaría encanto a nuestra oferta turística, algo que no gustaría a la gente, además de disminuir los puestos de trabajo al ser menos amplias las terrazas. Creo que no habría un alcalde/sa capaz de imponer una restricción de ese tipo al turismo municipal que tanto se necesita. No me imagino El Califa, Mesón del Pescador, Andalucía, La Jijonenca, Escánez y demás confinados en la acera de los edificios en el verano de Garrucha.
Según escriben, suprimir un carril del tráfico es para darle mayor anchura a la acera de los edificios con el fin de ampliar las terrazas. Es así pero la principal razón es habilitar un espacio para el carril bici. A las terrazas poco se le puede dar más puesto que todos los establecimientos del Malecón han suprimido las jardineras y aparcamientos que tenían junto a su negocio para poner mesas y sillas como se puede comprobar en la realidad. Sin embargo, se verían obligados a recortar la anchura de la acera de paseo en algún tramo para colocar el carril bici, la acera de las farolas y las palmeras, aparcamiento, carril del tráfico y más anchura a la acera de los edificios. Tal recorte a la acera de fuera sería un disparate mayúsculo, aunque lo tienen pensado; véase la foto 3.
Pero si como afirman en su escrito el problema principal es el estrechamiento del paseo entre el Pósito y Floresba, tal problema ya no existe con la medida inteligente del Ayuntamiento al haber suprimido unos cuantos aparcamientos en ese tramo y haber construido una explanada que sirva para la instalación de las terrazas del Califa y Mesón del Pescador, y lo bueno es que la solución ha llegado con respeto al jardín existente. Así es que problema resuelto.
Y ahora veamos las consecuencias que esa obra arrastraría. Una, muy importante, sería la pérdida de todas las jardineras con sus árboles, arbustos y grupos de palmeras del lado de los edificios, así como la pérdida del hermoso jardín situado entre el Pósito y Floresba (ver las 3 fotos). Respecto al gran jardín de la zona del monumento al pescador, con diferencia el mejor de Garrucha, sería necesario recortarlo a lo largo en lado de la calzada para encajar el carril bici. Y es que no puede ser que vayamos para atrás en cuanto a vegetación se refiere en beneficio del hormigón A esta pérdida habría que añadir el arbolado de la plaza de la capilla o las 18 palmeras, arbustos y césped de la bonita plaza del Ayuntamiento, igual que la desaparición de los árboles del tramo central de la calle Mayor, que el Ayuntamiento suple con jardineras y flores en las farolas. Pero si tienen escrito en la propuesta: “Nada de tocar zonas verdes”. Asimismo, la medida conllevaría la pérdida de todos los aparcamientos del lado de los edificios que tanta falta hacen.
Ni que decir tiene que dejar el Malecón con un solo carril para el tráfico sería una temeridad y sólo por colocar un carril bici que ninguna falta hace, pues aparte de no corresponder ponerlo en la principal vía local, no existe demanda alguna del mismo, basta con darse cuenta de que no se ven ciclistas por las calles ni por el carril bici del paseo de Vera a escasos metros de nuestro paseo, en el que no se ve un alma. Según tiene escrito Ciudadanos en internet el carril bici es necesario para fomentar este medio de transporte; es decir, el Malecón sería usado para un ensayo.
Sí sería temerario suprimir un carril del tráfico. Piénsese en lo que sería circular con atascos continuos, y lo que sucedería cuando tuvieran que pasar con máxima urgencia la ambulancia, bomberos o la Guardia Civil, atrapados en un atasco y sin él. El problema se agravaría con el imprevisto de la avería de un vehículo o la necesidad de abrir una zanja en el asfalto. Asimismo, ya no se podría cerrar la calle Mayor para celebrar “La noche en blanco” donde la gente pasea con los niños por el centro de la calle pasando una noche agradable sin el agobio de los coches. Y es que el tráfico hay que regularlo lo mejor posible, no estar siempre pensando en ponerle dificultades, como un enemigo a batir. Hay que acostumbrase a vivir con él pues el turismo es básico para la economía municipal, y mal asunto es no verlo así.
Por supuesto que el gasto de la obra sería importante, que si después fracasara la ordenación y hubiera que volver al estado actual, lo más probable, sería otro gasto importante y más carga para el Ayuntamiento al que seguro que no le sobraría el dinero.
El proyecto que tiene Ciudadanos en cartera desnaturaliza el Malecón restándole encanto, convertido en un desierto de hormigón y asfalto, con la vegetación arrasada, un tráfico imposible y mayor carga de contaminación ambiental; con la gente confinada, unos a un lado y otros al otro. No creo que una obra así la aceptaran los garrucheros tan orgullosos del Malecón. Pienso que el concejal debería meditar sobre ambas cuestiones, pues esa no es la mejor carta de llamada para el turismo que tanta falta hace. Bien entendido que no se espera que ninguna de las dos iniciativas esté en condiciones de llevarse a cabo, una por falta de dinero y dificultad y la otra por razones obvias. Sería tremendo que le cayeran encima a Garrucha plagas de semejante jaez.
Precisamente hoy, 8 de junio, se cumplen 38 años del comienzo de la urbanización del paseo marítimo el 8 de junio de 1982.
De nuevo me encuentro en las redes con que el partido Ciudadanos de Garrucha vuelve sobre su propuesta estrella de reordenación y remodelación de nuestro Paseo Marítimo, que ilustra con un pequeño reportaje de tres fotografías y un breve resumen de las bondades de lo que pretende hacer cuando pueda. Como ya es bien sabido, desde el primer momento he discrepado sobre ese plan por considerarlo perjudicial para los intereses de Garrucha, es decir, para su progreso.
Si Cs vuelve sobre su plan de remodelación de la principal vía de la localidad y lo expone a la opinión pública, lógicamente el mismo derecho tengo yo de publicar mi disconformidad sobre tal plan, así de sencillo. Y digo esto porque hace tres años el partido del Giga (ahora Ciudadanos) lo hizo público, razón por la que el 19 de junio de 2017 publiqué un artículo discrepando del mismo, por supuesto que mi artículo era respetuoso como no podía ser de otra manera. Tres días después, en un alarde de falta de respeto y carencia de talante democrático, fui gravemente insultado en las redes por el responsable del partido, que puso en tela de juicio mi salud mental, siendo coreado por un familiar suyo, así es que me vi forzado a amenazar con acudir al juzgado.
El actual concejal de Ciudadanos de Garrucha, en su afán de promocionar el municipio, cosa loable, ha sacado del cajón la propuesta de su partido sobre la remodelación del Malecón, algo que me extraña a tenor del pobre resultado obtenido en las últimas elecciones locales. Asimismo, el concejal, llevado de su fervor por la construcción de un superpuerto detrás del actual, frente al núcleo urbano, nos da la noticia de que diputados de su partido abogan en el parlamento andaluz para que “se realicen los estudios preceptivos para construir una terminal de graneles” (cita textual), a fin de aumentar la carga de yeso, y claro, mayor contaminación atmosférica.
Ciudadanos vuelve sobre su propuesta estrella de remodelación del paseo en las elecciones locales de 2019, circunstancia por la que publiqué un artículo previniendo a los electores. El resultado de la votación fue muy claro: la alcaldesa le dio un repaso a las tres candidaturas en su contra que se presentaron. Repaso que lleva el mismo camino para las elecciones de 2023. Y es que no se le ocurre a nadie presentar a dos ex alcaldes que antes perdieron en sendas elecciones. Por lo visto produce urticaria la indispensable renovación para tener opción a levantar el vuelo. El resultado electoral de la candidatura de Ciudadanos fue llamativo si se tiene en cuenta que se presentó bajo el paraguas de un partido nacional entonces en alza. Con una participación municipal de 4.156 votantes, la candidatura de Ciudadanos de Garrucha obtuvo 374 votos, 102 menos que en 2015 con el Giga, con el mismo candidato en ambas ocasiones. Para tan pésimo resultado pienso que algo tuvo que ver el rechazo de los electores a la propuesta del Malecón.Y ahora desmenuzo su plan. Según se lee en lo que escribieron en 2017 y lo escrito ahora, la remodelación del paseo consistiría en suprimir un carril del tráfico que serviría para instalar un carril bici cercano a la acera de la baranda, dejando el otro carril para la circulación en un solo sentido. También se suprimirían los jardines y aparcamientos del lado de los edificios. Y esto con el objeto de ampliar la acera de ese lado para instalar en ella las terrazas de bares y restaurantes. Las fotos de la realidad de lo que digo a la vista están. La razón de esta remodelación tendría por objeto que todas las terrazas, sin ninguna excepción, se instalaran en la acera de los edificios, salvo los establecimientos de enfrente, o sea, el Pósito y el Club. La acera del lado de la baranda de mármol sería exclusivamente para el paseo de la gente.
Al respecto, copio lo que escribía el Giga (ahora Ciudadanos) en 2017: “Lógicamente eliminar un carril es para darle a sillas y mesas su espacio, pero solo en ese lado. Evitar y eliminar los estrechamientos existentes desde Floresba hasta el Pósito y ahora ya también desde subida del Puerto hasta Salvador Artesano. Los negocios, todos por igual a un lado solamente. Lado de playa nada, excepto los negocios que tengan fachada a ese lado.” Así de tajante es el escrito.Una restricción así en un paseo tan amplio no tendría sentido ya que le quitaría encanto a nuestra oferta turística, algo que no gustaría a la gente, además de disminuir los puestos de trabajo al ser menos amplias las terrazas. Creo que no habría un alcalde/sa capaz de imponer una restricción de ese tipo al turismo municipal que tanto se necesita. No me imagino El Califa, Mesón del Pescador, Andalucía, La Jijonenca, Escánez y demás confinados en la acera de los edificios en el verano de Garrucha.
Según escriben, suprimir un carril del tráfico es para darle mayor anchura a la acera de los edificios con el fin de ampliar las terrazas. Es así pero la principal razón es habilitar un espacio para el carril bici. A las terrazas poco se le puede dar más puesto que todos los establecimientos del Malecón han suprimido las jardineras y aparcamientos que tenían junto a su negocio para poner mesas y sillas como se puede comprobar en la realidad. Sin embargo, se verían obligados a recortar la anchura de la acera de paseo en algún tramo para colocar el carril bici, la acera de las farolas y las palmeras, aparcamiento, carril del tráfico y más anchura a la acera de los edificios. Tal recorte a la acera de fuera sería un disparate mayúsculo, aunque lo tienen pensado; véase la foto 3.
Pero si como afirman en su escrito el problema principal es el estrechamiento del paseo entre el Pósito y Floresba, tal problema ya no existe con la medida inteligente del Ayuntamiento al haber suprimido unos cuantos aparcamientos en ese tramo y haber construido una explanada que sirva para la instalación de las terrazas del Califa y Mesón del Pescador, y lo bueno es que la solución ha llegado con respeto al jardín existente. Así es que problema resuelto.
Y ahora veamos las consecuencias que esa obra arrastraría. Una, muy importante, sería la pérdida de todas las jardineras con sus árboles, arbustos y grupos de palmeras del lado de los edificios, así como la pérdida del hermoso jardín situado entre el Pósito y Floresba (ver las 3 fotos). Respecto al gran jardín de la zona del monumento al pescador, con diferencia el mejor de Garrucha, sería necesario recortarlo a lo largo en lado de la calzada para encajar el carril bici. Y es que no puede ser que vayamos para atrás en cuanto a vegetación se refiere en beneficio del hormigón A esta pérdida habría que añadir el arbolado de la plaza de la capilla o las 18 palmeras, arbustos y césped de la bonita plaza del Ayuntamiento, igual que la desaparición de los árboles del tramo central de la calle Mayor, que el Ayuntamiento suple con jardineras y flores en las farolas. Pero si tienen escrito en la propuesta: “Nada de tocar zonas verdes”. Asimismo, la medida conllevaría la pérdida de todos los aparcamientos del lado de los edificios que tanta falta hacen.
Ni que decir tiene que dejar el Malecón con un solo carril para el tráfico sería una temeridad y sólo por colocar un carril bici que ninguna falta hace, pues aparte de no corresponder ponerlo en la principal vía local, no existe demanda alguna del mismo, basta con darse cuenta de que no se ven ciclistas por las calles ni por el carril bici del paseo de Vera a escasos metros de nuestro paseo, en el que no se ve un alma. Según tiene escrito Ciudadanos en internet el carril bici es necesario para fomentar este medio de transporte; es decir, el Malecón sería usado para un ensayo. Sí sería temerario suprimir un carril del tráfico. Piénsese en lo que sería circular con atascos continuos, y lo que sucedería cuando tuvieran que pasar con máxima urgencia la ambulancia, bomberos o la Guardia Civil, atrapados en un atasco y sin él. El problema se agravaría con el imprevisto de la avería de un vehículo o la necesidad de abrir una zanja en el asfalto. Asimismo, ya no se podría cerrar la calle Mayor para celebrar “La noche en blanco” donde la gente pasea con los niños por el centro de la calle pasando una noche agradable sin el agobio de los coches. Y es que el tráfico hay que regularlo lo mejor posible, no estar siempre pensando en ponerle dificultades, como un enemigo a batir. Hay que acostumbrase a vivir con él pues el turismo es básico para la economía municipal, y mal asunto es no verlo así.
Por supuesto que el gasto de la obra sería importante, que si después fracasara la ordenación y hubiera que volver al estado actual, lo más probable, sería otro gasto importante y más carga para el Ayuntamiento al que seguro que no le sobraría el dinero.
El proyecto que tiene Ciudadanos en cartera desnaturaliza el Malecón restándole encanto, convertido en un desierto de hormigón y asfalto, con la vegetación arrasada, un tráfico imposible y mayor carga de contaminación ambiental; con la gente confinada, unos a un lado y otros al otro. No creo que una obra así la aceptaran los garrucheros tan orgullosos del Malecón. Pienso que el concejal debería meditar sobre ambas cuestiones, pues esa no es la mejor carta de llamada para el turismo que tanta falta hace. Bien entendido que no se espera que ninguna de las dos iniciativas esté en condiciones de llevarse a cabo, una por falta de dinero y dificultad y la otra por razones obvias. Sería tremendo que le cayeran encima a Garrucha plagas de semejante jaez.
Precisamente hoy, 8 de junio, se cumplen 38 años del comienzo de la urbanización del paseo marítimo el 8 de junio de 1982.
