“Pedro López es un tránsfuga que ha huido del partido que confió en él”

Salvador Hernández (Gicar) habla tras ser cesado de sus cargos en el Gobierno de Carboneras después de promover una moción de censura que le auparía de nuevo a la alcaldía y fracasar en el intento.


Salvador Hernández
ALMERÍA HOY / 18·11·2019


Retornó a la política en las Municipales del pasado mayo después de cumplir un año de inhabilitación. Le denunció el PSOE de José Luis Amérigo y logró sentarle en el banquillo. Esperaba que su vuelta le llevara a la alcaldía pero su partido, GICAR, que había sufrido una escisión, se quedó con solo dos concejales de los cuatro que tenía, y sin la casi mayoría absoluta que hubiera podido alcanzar si no se hubiera roto. Habría podido ser de nuevo alcalde.

En el tiempo de los pactos –porque nadie sacó mayoría absoluta- no se entendió con Felipe Cayuela, su excompañero en GICAR y ahora al frente de Carboneras Avanza. Por eso optó por acordar un gobierno con el PSOE, su adversario de toda la vida; el que le propició la inhabilitación. A los pocos meses –estamos ya en tiempo presente-, ante la posibilidad de presentar una moción de censura con Carboneras Avanza y el PP, Salvador Hernández aceptó, pero el asunto se torció casi de inmediato cuando su número dos, Pedro López, decidió que con los socialistas se encontraba a gusto y no había razones para firmar el documento. Al tener conocimiento de la operación, el alcalde socialista José Luis Amérigo, le cesó como teniente de alcalde. Ahora, Salvador, está en la oposición.


- Tras las últimas elecciones municipales su partido, GICAR, tuvo que elegir entre apoyar al PSOE que le inhabilitó o a Carboneras Avanza, una escisión de GICAR.
- Es verdad que la situación se presentaba enrevesada, pero ya pintaba complicada cuando dejé la alcaldía. Sin embargo, lo importante siempre es trabajar por Carboneras desde las circunstancias en que uno esté. Ahora lo seguiré haciendo desde mi puesto en la oposición.
- ¿Pero cómo acabaron invistiendo a un alcalde del PSOE cuando la razón de ser de su partido era acabar con la larga hegemonía socialista en Carboneras?
- Los inicios de GICAR fueron de oposición a Cristóbal Fernández. Posteriormente el PSOE pasó a la oposición y nosotros estuvimos gobernando durante un periodo de ocho años. A las últimas elecciones concurrimos sin el que era mi número dos, Felipe Cayuela, porque él decidió presentarse como candidato a la alcaldía por su cuenta con Carboneras Avanza. En mayo, una vez conocidos los resultados, estudiamos la situación y nos pareció mejor trabajar junto al Partido Socialista. Después Carboneras Avanza y PP nos han ofrecido un nuevo acuerdo que mejoraba las condiciones del pacto de gobierno con el PSOE, y la asamblea optó por firmar una moción de censura junto a estos dos partidos.
- No obstante, antes, en junio, decidieron apoyar al PSOE cuya forma de manejar los intereses municipales llegó a escandalizarles.
- ¡Claro que nos escandalizaba! porque en Carboneras se vivieron situaciones grotescas que nos tenían alarmados. En cualquier caso, en el PSOE de Carboneras es preciso diferenciar dos etapas y distinguir su recorrido durante décadas del nuevo recorrido que ahora se abría, con nosotros dentro del Gobierno municipal y disponiendo de más del 60% del presupuesto. En estas condiciones los socialistas no podían hacer y deshacer a sus anchas, porque sabían que observábamos todas sus acciones.
- ¿Cómo se comparte gobierno con quienes ha intercambiado acusaciones de corrupción y se han denunciado una decena de veces en los tribunales?
- Es verdad que el PSOE ha usado malas artes contra mí, pero yo no he respondido de la misma manera ni con acusaciones falsas, como solían hacer ellos. En GICAR hemos respetado a todo el mundo y jamás hemos realizado declaraciones de grueso calibre. Incluso en los momentos de mayor navajeo hemos mantenido la misma forma de actuación.
- ¿Pudo más el desamor tras la lucha fratricida entre usted y Cayuela, que todas las denuncias que le interpuso el entonces candidato socialista José Luis Amérigo?
- En primer lugar, en GICAR no ha habido nunca luchas fratricidas. Ni con Cayuela ni con nadie. Nuestro partido siempre ha funcionado democráticamente siguiendo el criterio de la mayoría de sus miembros. Y, por otra parte, si bien es cierto que Carboneras Avanza obtuvo mejor resultado que GICAR, en ningún caso se trató de una paliza, porque mientras ellos consiguieron 1.211 votos, nosotros logramos 841. Nadie tenía mayoría absoluta y el PSOE se interesó por nuestro apoyo a pesar de las 15 denuncias que he sufrido, por cierto, casi todas archivadas.
- Si no hubo una lucha fratricida en GICAR, ¿cómo califica usted que Cayuela, cuando estaba usted inhabilitado, le acusara de intentar ‘mangonearle’ desde fuera durante el tiempo en que le sucedió al frente del Ayuntamiento?
- Un servidor nunca ha intentado ‘mangonear’ a Felipe Cayuela ni desde dentro ni desde fuera.
- Pues Cayuela, que por entonces era su compañero, lo dijo, además de acusarle de haber cometido algunas ilegalidades durante su mandato.
- Eso lo dirá él. Si asegura que he cometido ilegalidades, tendría que demostrarlo en los juzgados, no en una emisora de radio. Pero nada de eso es verdad y son testigos todos los ediles de GICAR. Yo les he pedido a todos los concejales del Grupo que trabajaran siempre con él por Carboneras, sin embargo, Felipe nunca me hizo caso y acabó formando su propio partido. No obstante, no le guardo rencor ni le deseo nada malo a él ni a quienes le secundaron.
- Sin embargo, usted acabó haciendo alcalde a Amérigo.
- Pero después de negociar tanto con José Luis [Amérigo] como con Felipe [Cayuela].
- ¿Por qué se decantó finalmente por el PSOE?
- Porque su oferta para compartir gobierno fue sensiblemente mejor.
- ¿Mejor en cuanto a cargos?
- Insisto en que negocié con los dos, pero no por dinero o cargos. De hecho, hoy estoy fuera.
- Algo normal después de haber promovido una moción de censura y fracasar en el intento.
- Es que algunos no valemos para vivir plácidamente. El futuro es llevar las riendas.
- ¿Se sentía cómodo en un gobierno socialista?
- Con Américo estaba más a gusto a nivel personal. Y con menos quebraderos de cabeza. Aunque se trata de una frase muy gastada, es cierto que la política hace extraños compañeros de cama. No somos amigos ni salimos juntos de cañas, pero hemos llegado a acuerdos y, si hay que estar, se está aunque no sea de la manera más cómoda porque lo natural hubiera sido continuar con Felipe y mis compañeros de tanto tiempo.
- ¿Por qué se negó a investir alcalde a su amigo Felipe Cayuela?
- Uno siempre antepone sus principios, dignidad y moral. El daño y el maltrato a que nos sometió Felipe fue tal que consideramos que no debía continuar siendo alcalde y en las negociaciones para intentar formar gobierno propusimos una alternativa que él no aceptó.
- Y al cabo de pocos meses sí ve conveniente descabalgar a Amérigo y suscribir una moción para volver a gobernar con Cayuela.
- Porque en la moción de censura Felipe nos ofreció la alcaldía más las áreas que ya nos había delegado el PSOE. Las condiciones mejoraban sustancialmente y nuestra obligación, como entendió la asamblea, era aceptar la oferta.
- Después de sus experiencias, primero con Felipe Cayuela y, después, con Pedro López, su número dos que no ha secundado la pretendida moción ¿me puede decir con qué ojo busca usted a sus número 2?
- Para confeccionar una candidatura siempre pregunto mucho y busco a los mejores, pero he de reconocer que la culpa siempre ha sido mía, tanto en el caso de Felipe Cayuela como en el de Pedro López, y así lo asumo. Y como dicen que no hay mal que por bien no venga, puede que todo lo que ha ocurrido termine beneficiando a Carboneras, quién sabe, pero la culpa habrá sido mía y de GICAR.
- ¿Sabe qué motivos existieron detrás de la decisión de Cayuela de apartarse de su lado y fundar otro partido?
- No sé qué móviles pudo tener Felipe. Yo siempre busco lo mejor, pero me puedo equivocar. Tanto él como Pedro López tendrán que desvelar algún día sus motivos para dejar en la estacada a GICAR.
- ¿Y no hay ningún atisbo de culpa por su parte en ese fin del amor que les unió durante tanto tiempo?
- Nosotros siempre hemos estado en nuestro sitio, no hemos sido precisamente los que buscamos la ruptura sino, por el contrario, buscamos trabajar unidos. Fue la otra parte quien rompió. En un primer caso Felipe y después Pedro. Nuestra idea era construir un proyecto único. No obstante, yo no tengo mal concepto ni de Felipe ni de Pedro López ni de José Luis Amérigo, aunque confío en mí mismo con la misma fuerza con la que revertimos en 8 años la situación de ruina en que encontramos el Ayuntamiento de Carboneras cuando llegamos al Gobierno, y a pesar de los nubarrones que se divisan en el horizonte debido al anuncio del cierre de grandes empresas, sabemos cómo manejar las circunstancias con rumbo a proa, como ya lo hicimos en su momento.
- A partir de todas las vicisitudes por las que ha atravesado, ¿qué enseñanza ha extraído para transmitir como consejo a su hijo?
- Le diría que todas en las experiencias vitales tienen mucho peso. Que te llevas muchos tortazos a lo largo de toda la vida, pero que lo importante es seguir andando.
- Una cosa parece clara. Habiendo tenido usted un horizonte político amplio, le llega una inhabilitación y desde entonces todo le ha salido regular, por no decir mal.
- A mí siempre me ha gustado la política y nunca le reprocharé nada de lo que me ha dado. Además, esto último, mi cese en el equipo de gobierno, no es lo peor que me ha pasado durante toda mi andadura.
- ¿Qué ha sido entonces?
- He sufrido un largo procedimiento judicial por denuncias del PSOE que me ha estado presionando durante mucho tiempo, tanto a mí como a mi familia, que también lo ha tenido que soportar.
- ¿Se esperaba que Pedro López no obedeciera el mandato de GICAR y acabara alineado con el PSOE?
- Me ha sorprendido.
- ¿Mucho más que lo de Cayuela?
- Mucho más. Pedro López fue militante del PSOE durante largo tiempo, y tuvo que salir atropelladamente debido a que le hicieron la vida imposible. Por eso nunca sospeché que pudieran asaltarle veleidades de volver al redil socialista.
- ¿Qué vio usted en López para ficharle como su segundo de a bordo?
- Era un prejubilado de Cajamar y nos parecía un hombre serio con una larga trayectoria profesional. Creíamos que aportaba mucho a nuestro proyecto.
- ¿Y?
- Me ha decepcionado bastante. Fíjese, cuando negociábamos con Carboneras Avanza y el PSOE, López me decía que estaría siempre a mi lado y que, si así ocurría, nos hundiríamos los dos juntos.
- Y ahora él sigue en el gobierno con los socialistas y usted fuera ¿en algún momento apoyó Pedro López la moción de censura?
- No. En la asamblea fue el único en sostener que, después de tan solo tres meses de gobierno, la moción de censura era algo prematuro que había que valorar y estudiar con más tiempo y mayor profundidad.
- ¿Cree que Pedro pudo salir de la reunión de la asamblea de GICAR con dudas y barajando la posibilidad de aceptar el mandato de la mayoría, aunque no coincidiera con el suyo?
- De la asamblea se fue precipitadamente y muy ofuscado.
- ¿Por qué ofuscado?
- Porque no le gustó nada lo que estaba escuchando. A la siguiente reunión del día 8 no asistió ni justificó su ausencia.
- ¿Continúa siendo miembro de GICAR?
- Evidentemente no. Ahora es un tránsfuga que ha huido del partido que confió en él como su representante en el Ayuntamiento.
- ¿Cómo es ahora su relación con él?
- La relación no puede ser ya normal, aunque lo salude por cortesía cuando me cruzo con él, como obliga la educación.
- ¿Orgullo herido?
- Orgullo herido no. Sólo decepción.
- ¿Qué le gustaría decirle que no le ha dicho?
- Le diría que la vida está llena de experiencias y obstáculos que hay que sortear, y de batallas que se pueden ganar o perder, pero que siempre hay que luchar.
- ¿Existe alguna posibilidad de que Pedro López cambie de opinión y fructifique la moción de censura?
- No lo creo. Cuando las oportunidades se presentan hay que aprovecharlas siempre porque, después, las circunstancias ya nunca son las mismas.
- ¿Cree que ha llegado el momento de abandonar la política? ¿ha pensado en dimitir?
- Soy concejal de GICAR y seguiré siéndolo hasta el final del mandato, pero si es preciso o el partido me pide dejar paso a otro compañero, lo haré. Yo no estoy en política por un cargo.
- ¿Qué le anima a seguir en estos momentos?
- Que siempre hemos buscado lo mejor para Carboneras, incluso con todas las equivocaciones y errores que hayamos podido cometer, pero siempre con el mayor respeto. Y aún queda mucho por hacer.
- ¿Pedro López no busca siempre también lo mejor para Carboneras?
- Eso yo no lo sé. De momento ha encontrado 400 euros más al mes. Ahora gana como primer teniente de alcalde 2.350 euros limpios al mes. Un buen dinero para acompañar a los casi 2.000 que ya cobra como prejubilado de Cajamar.