“Constantes derrumbes obligaron a abandonar Mojácar la Vieja a los cien años de su fundación”

El equipo dirigido por el profesor Martín Civantos ha confirmado en dos años de trabajo el origen de Mojácar la Vieja en el siglo XII, así como su abandono a mediados del XIII

El profesor Martín Civantos junto a dos colaboradoras en el yacimiento de Mojácar la Vieja durante la campaña de investigación que tuvo lugar el pasado verano. Foto: Emilio Aramburu.


ALMERÍA HOY / 17·11·2019

El equipo dirigido por el profesor Martín Civantos ha confirmado en dos años de trabajo el origen de Mojácar la Vieja en el siglo XII, así como su abandono a mediados del XIII debido a los constantes derribos ocasionados por la inestabilidad de los terrenos sobre los que se asentaba. Queda la importante cuestión de conocer cómo se fundó y de dónde salió la población que la habitó, pero la investigación continuará.

- ¿A qué conclusiones les han conducido sus investigaciones en Mojácar la Vieja?
- El trabajo arqueológico es un proceso lento y continuo que requiere excavación, investigación y análisis, pero en las dos temporadas que llevamos hemos conseguido acumular suficientes datos que nos permiten datar el origen de Mojácar la Vieja en el siglo XII, así como pistas sobre los motivos de su posterior abandono cien años después.
- ¿Cuáles fueron esos motivos?
- Hasta ahora se aceptaba que el carácter de frontera del lugar, habría empujado a sus moradores a buscar un emplazamiento más fácil de defender ante las más que probables incursiones enemigas a las que tuvieron que hacer frente. Sin embargo, nosotros hemos encontrado que el terreno sobre el que se alzaba el poblado presentaba graves problemas de estabilidad.
- ¿Qué papel pudo jugar ese problema de estabilidad para obligar a abandonar el poblado?
- Los constantes derribos por la inestabilidad del terreno sobre el que estaba construido, así como las consecuentes tareas de reconstrucción fueron decisivas para buscar otro lugar en el que vivir. Cada cierto tiempo se derrumbaban unas construcciones sobre las de más abajo, con las muertes y lesiones graves que esa circunstancia podía ocasionar, así como el perjuicio económico que suponía. Además, esas situaciones hacían más agobiante la presión cristiana.
- ¿Cuál ha sido el hallazgo más importante en la campaña de este verano?
- Lo más espectacular, en lo personal, tal vez haya sido el hallazgo de la puerta del castillo en la parte baja del asentamiento. Hemos descubierto tanto el acceso principal como el que comunicaba con el destacamento de guardia, y ambos fueron construidos en recodo para ser mejor defendidos.
- ¿Qué puede contemplar el caminante que se acerque hasta Mojácar la Vieja hoy, después del trabajo que han realizado ustedes?
- Desde el acceso actual se ve poca cosa, porque el poblado estaba aterrazado. Se construyó reciclando los materiales de anteriores construcciones. Veríamos parte de los muros que han quedado soportando los cultivos posteriores. En las áreas de excavación se puede contemplar primero las dos grandes torres de acceso al castillo y la escalinata. Además, se pueden apreciar las viviendas adosadas a la muralla y el pozo negro que recibía las aguas residuales de la ciudadela. Más arriba veremos restos de la muralla y, en todo lo alto, un gran aljibe, otro más pequeño y diversas construcciones, como la mezquita y varios almacenes, alrededor de una plazoleta.
- Supongo que, al estar emplazado en la ladera de un monte, la erosión habrá perdido gran parte de los restos del poblado.
- Efectivamente existen zonas muy lavadas, pero también otras sepultadas bajo una acumulación de sedimentos que se conservan mejor. La fuerte pendiente y el efecto de las lluvias sobre ella, han jugado en contra de la conservación de una parte del asentamiento, pero el yeso presente en la zona, que se apelmaza tras los derrumbes, ha contribuido a preservar lo que ahora estamos encontrando y consolidando.
- Dice que ese poblado fue fundado en el siglo XII, ¿descarta que hubiera algún asentamiento anterior?
- Nuestras investigaciones, a partir de los restos encontrados, nos llevan a concluir que la primera ocupación estable fue islámica, durante el siglo XII, aunque hemos encontrado algo de cerámica prehistórica. Cabe pensar que, estando tan cerca del yacimiento de Las Pilas, pudiera haber alguna ocupación anterior, pero nosotros no la hemos encontrado.
- Y, de no haber abandonado el poblado, ¿habría tenido que ocupar el valle con el tiempo?
- En efecto, se habrían tenido que expandir por el valle, pero siempre sin invadir las zonas de producción, porque eso habría dificultado su subsistencia.
- El río Aguas debió ser importante para los moja queros de entonces.
- El agua era abundante y estaba muy bien gestionada. El río debía llevar bastante más caudal que ahora, porque no se explotaba en su cabecera tanto como hoy. A partir de Turre, las aguas subterráneas afloraban y eran utilizadas.
- A nivel personal, ¿con qué se queda del trabajo realizado?
- Lo más interesante, el origen de Mojácar la Vieja y su entorno. El paisaje que se contempla es muy sugestivo. Sin embargo, desde el punto de vista científico, lo más importante consiste en la posibilidad que nos aporta a la hora de comprender un asentamiento de estas características, así como las relaciones de poder entre la élite dominante del poblado y las comunidades campesinas.
- Uno no puede dejar de establecer una comparación entre Mojácar la Vieja y el Cerro del Espíritu Santo, en Vera, otra ciudad medieval que tuvo que ser abandonada por sus pobladores a consecuencia de un terremoto.
- Así es. Podríamos hablar de dos asentamientos gemelos tanto por su configuración y topografía como por su relación con el territorio y la frontera.
- Para terminar, dígame cuál es la importancia del yacimiento de Mojácar la Vieja y los trabajos que están realizando ustedes ahí.
- Lo más importante es que, por un lado representa un activo muy importante para Mojácar y toda la comarca y, por otro, supone una gran oportunidad para aprender sobre la relación del hombre con los recursos naturales.