Aún permanecen algunas huellas como el chiringuito Manacá, en la playa del Sombrerico, edificado como un fuerte para el rodaje de La Isla del Tesoro
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ALMERÍA HOY / 15·09·2019
El 6 de mayo de 1915 nació en Kenosha, una ciudad del estado norteamericano de Wisconsin, George Orson Welles, productor, director, guionista y actor, pionero y genio del cine, maestro y profundo renovador de los recursos estéticos y narrativos del lenguaje cinematográfico. Desde 1972, su inmensa humanidad quedó unida a nuestra comarca al inmortalizarla en una de sus películas, en la que el puerto de Garrucha fue Bristol y la playa mojaquera del Sombrerico y la isla carbonera de San Andrés fueron La isla del tesoro.
La costa sur de Mojácar, entre la rambla de Macenas y la de la Granatilla, fue escenario durante los meses de abril y mayo de 1972 del rodaje de una versión cinematográfica de la novela de Robert Louis Stevenson ‘La isla del tesoro’, en la que el papel de John Long Silver fue protagonizado por Orson Welles, quien también se había encargado, bajo el seudónimo de Hubert Frank, de la redacción del guión junto a Wolf Mankowitz. Fue, sin lugar a dudas, el rodaje más importante de los que tuvieron lugar en España en la década de los 70.
La cinta estuvo coproducida entre Gran Bretaña, España, Italia y Alemania. La realización corrió a cargo del cineasta británico John Hough y del realizador italiano Andrea Bianchi, que firmaría con el seudónimo de Andrew White. Junto a Welles, el reparto lo completaban, entre otros, Kim Burfield, Lionel Stander, Walter Slezak o el madrileño Ángel del Pozo.
La fotografía de Cecilio Paniagua permite contemplar la singular belleza de este rincón del Mediterráneo. Aún permanecen algunas huellas de aquel rodaje, como el chiringuito Manacá, en la playa del Sombrerico, edificado como un fuerte, con su torre, para el rodaje de la película. El primer fotograma de la película pertenece a la Isla del Tesoro, que no es otra que la diminuta isla de San Andrés, en Carboneras. Menos reconocible aparece Garrucha, pues su puerto, que en la película era el inglés de Bristol, ha evolucionado notablemente desde que las cámaras captaran las imágenes para el legendario film. Puerto Rey fue también escenario del rodaje de algunas escenas de la película, así como el río Aguas, Bédar y la vecina localidad murciana de Águilas.
Las productoras establecieron su cuartel general en Carboneras. El famoso actor norteamericano Orson Welles llegó el 18 de abril y se instaló en un chalet de la urbanización Puerto Rey de Vera, al igual que el productor español, Andrés Vicente Gómez.
“Orson y yo –escribiría tiempo después el productor- alquilamos dos chalets contiguos en la urbanización Puerto Rey y allí pasamos seis o siete semanas hablando lo menos posible de la película y mucho de política, de Buster Keaton (a quien adoraba), de Chaplin (a quien detestaba) y, sobre todo, de los muchos proyectos que Orson tenía entre manos y que decidimos realizar juntos”.
Andrés Vicente Gómez firmó con Welles “un acuerdo de tres años, de mutua exclusividad, mediante el cual nos propusimos completar todos los proyectos inconclusos de Orson. Trabajamos juntos los años 1972 y 1973 y, entre mis muchos recuerdos, está el de la mañana en que supimos que ETA había matado a Carrero Blanco y las largas sesiones del juicio contra Nixon. Eran temas de actualidad que apasionaban a Welles”, manifestaba el productor.
Los años 70 fueron tiempos de crisis. De repente, la industria del cine se olvidó de Almería. Sin embargo para nuestra comarca las cosas siguieron más o menos igual que en años anteriores, registrándose 6 rodajes en el intervalo que va de 1972 a 1976.
“La Isla del Tesoro” de Robert Louis Stevenson, es la historia de piratas más conocida y arquetípica, que ha servido de inspiración más o menos directa para todas las aventuras de piratería que se han producido desde entonces, tanto en la literatura como en el cine: fuente de inspiración de la que pueden verse referencias hasta en los más modernos y espectaculares ejemplos, como la espléndida trilogía moderna de “Piratas del Caribe”.
Pero “La isla del tesoro”, para los habitantes del Levante almeriense es mucho más que una película de aventuras. Ha supuesto, además, el nexo que ha unido a esta comarca, los nombres de Carboneras, Mojácar, Bédar y la barriada veratense de Puerto Rey, al de uno de los más grandes protagonistas del cine de todos los tiempos.
Welles, Shakespeare y “La guerra de los mundos”
A los 6 años de edad, su médico de cabecera alertó a los padres de Welles de que su hijo era un genio superdotado para todo tipo de expresiones artísticas como la música, la literatura, la pintura o el dibujo. No se había equivocado el doctor Bernstein, pues a los 19 años ya se había convertido en todo un referente de la interpretación y dirección de la obra de Shakespeare, tanto en el teatro como en sus celebérrimas adaptaciones radiofónicas de piezas como “Macbeth” o “Julio César”.
En 1938, cuando apenas contaba 23 años, su genialidad en la dirección e interpretación de un programa de radio provocó el suceso que cambió su vida profesional. Con actores de su compañía, la Mercury Theatre, Orson representó una adaptación de la novela de H. G. Wells "La Guerra De Los Mundos" en una versión radiofónica tan realista que provocó una gran conmoción y pánico entre sus oyentes, quienes, después de escuchar la presunta invasión de New Jersey por los alienígenas, salieron corriendo atemorizados a las calles pensando que el ataque extraterrestre era cierto.
Este extraordinario suceso elevó la fama del joven Welles, provocando que su nombre llegara a oídos de los estudios de Hollywood. Había nacido un mito que nos dejó títulos de la historia del cine como “Ciudadano Kane”, “El tercer hombre” o “Sed de mal”, sin duda algunas de los más altos logros del 7º arte.
La costa sur de Mojácar, entre la rambla de Macenas y la de la Granatilla, fue escenario durante los meses de abril y mayo de 1972 del rodaje de una versión cinematográfica de la novela de Robert Louis Stevenson ‘La isla del tesoro’, en la que el papel de John Long Silver fue protagonizado por Orson Welles, quien también se había encargado, bajo el seudónimo de Hubert Frank, de la redacción del guión junto a Wolf Mankowitz. Fue, sin lugar a dudas, el rodaje más importante de los que tuvieron lugar en España en la década de los 70.
La cinta estuvo coproducida entre Gran Bretaña, España, Italia y Alemania. La realización corrió a cargo del cineasta británico John Hough y del realizador italiano Andrea Bianchi, que firmaría con el seudónimo de Andrew White. Junto a Welles, el reparto lo completaban, entre otros, Kim Burfield, Lionel Stander, Walter Slezak o el madrileño Ángel del Pozo.
La fotografía de Cecilio Paniagua permite contemplar la singular belleza de este rincón del Mediterráneo. Aún permanecen algunas huellas de aquel rodaje, como el chiringuito Manacá, en la playa del Sombrerico, edificado como un fuerte, con su torre, para el rodaje de la película. El primer fotograma de la película pertenece a la Isla del Tesoro, que no es otra que la diminuta isla de San Andrés, en Carboneras. Menos reconocible aparece Garrucha, pues su puerto, que en la película era el inglés de Bristol, ha evolucionado notablemente desde que las cámaras captaran las imágenes para el legendario film. Puerto Rey fue también escenario del rodaje de algunas escenas de la película, así como el río Aguas, Bédar y la vecina localidad murciana de Águilas.
Las productoras establecieron su cuartel general en Carboneras. El famoso actor norteamericano Orson Welles llegó el 18 de abril y se instaló en un chalet de la urbanización Puerto Rey de Vera, al igual que el productor español, Andrés Vicente Gómez.
“Orson y yo –escribiría tiempo después el productor- alquilamos dos chalets contiguos en la urbanización Puerto Rey y allí pasamos seis o siete semanas hablando lo menos posible de la película y mucho de política, de Buster Keaton (a quien adoraba), de Chaplin (a quien detestaba) y, sobre todo, de los muchos proyectos que Orson tenía entre manos y que decidimos realizar juntos”.
Andrés Vicente Gómez firmó con Welles “un acuerdo de tres años, de mutua exclusividad, mediante el cual nos propusimos completar todos los proyectos inconclusos de Orson. Trabajamos juntos los años 1972 y 1973 y, entre mis muchos recuerdos, está el de la mañana en que supimos que ETA había matado a Carrero Blanco y las largas sesiones del juicio contra Nixon. Eran temas de actualidad que apasionaban a Welles”, manifestaba el productor.
Los años 70 fueron tiempos de crisis. De repente, la industria del cine se olvidó de Almería. Sin embargo para nuestra comarca las cosas siguieron más o menos igual que en años anteriores, registrándose 6 rodajes en el intervalo que va de 1972 a 1976.
“La Isla del Tesoro” de Robert Louis Stevenson, es la historia de piratas más conocida y arquetípica, que ha servido de inspiración más o menos directa para todas las aventuras de piratería que se han producido desde entonces, tanto en la literatura como en el cine: fuente de inspiración de la que pueden verse referencias hasta en los más modernos y espectaculares ejemplos, como la espléndida trilogía moderna de “Piratas del Caribe”.
Pero “La isla del tesoro”, para los habitantes del Levante almeriense es mucho más que una película de aventuras. Ha supuesto, además, el nexo que ha unido a esta comarca, los nombres de Carboneras, Mojácar, Bédar y la barriada veratense de Puerto Rey, al de uno de los más grandes protagonistas del cine de todos los tiempos.
Welles, Shakespeare y “La guerra de los mundos”
A los 6 años de edad, su médico de cabecera alertó a los padres de Welles de que su hijo era un genio superdotado para todo tipo de expresiones artísticas como la música, la literatura, la pintura o el dibujo. No se había equivocado el doctor Bernstein, pues a los 19 años ya se había convertido en todo un referente de la interpretación y dirección de la obra de Shakespeare, tanto en el teatro como en sus celebérrimas adaptaciones radiofónicas de piezas como “Macbeth” o “Julio César”.
En 1938, cuando apenas contaba 23 años, su genialidad en la dirección e interpretación de un programa de radio provocó el suceso que cambió su vida profesional. Con actores de su compañía, la Mercury Theatre, Orson representó una adaptación de la novela de H. G. Wells "La Guerra De Los Mundos" en una versión radiofónica tan realista que provocó una gran conmoción y pánico entre sus oyentes, quienes, después de escuchar la presunta invasión de New Jersey por los alienígenas, salieron corriendo atemorizados a las calles pensando que el ataque extraterrestre era cierto.
Este extraordinario suceso elevó la fama del joven Welles, provocando que su nombre llegara a oídos de los estudios de Hollywood. Había nacido un mito que nos dejó títulos de la historia del cine como “Ciudadano Kane”, “El tercer hombre” o “Sed de mal”, sin duda algunas de los más altos logros del 7º arte.
