"Averiguaciones internas" descubren que la Junta ha dejado de invertir 300 millones en depuración de aguas en los últimos cinco años”

Mientras no gastaba un dinero recaudado con carácter “finalista”, ha pagado una multa de 12 millones a la Unión Europea por depuración deficiente y tendrá que abonar 11 cada seis meses mientras no solucione el problema

La alcaldesa de Antas señala impotente los terrenos puestos a disposición de la Junta para construir la EDAR que debe reemplazar a la que se llevó una riada en 2012 por haberse levantado en el cauce del río.


ALMERÍA HOY / 04·04·2019

Según han comunicado fuentes de reconocida solvencia a RADIO ACTUALIDAD, las “averiguaciones internas” que está llevando a cabo el nuevo Gobierno de la Junta ha encontrado 300 millones de euros en partidas consignadas para la construcción y mejora de depuradoras que no han llegado a emplearse para ese cometido a pesar de que el dinero previsto para ello tenía carácter finalista.

Así, mientras el Gobierno autonómico recauda cada año 120 millones por el canon de infraestructuras hidráulicas, cantidad que se destinaba a las obras reseñadas, en 2018 dejaron de ejecutarse trabajos por importe de 48 millones; en 2017 por 60; en 2016 por 55… y así hasta completar la cantidad señalada de 300 millones.

Además, la UE sancionó a Andalucía con una multa de 12 millones de euros el año pasado por la falta de tratamiento adecuado de las aguas residuales de Matalascañas, Isla Cristina, Nerja, Alhaurín el Grande, Coin, Barbate, y Tarifa, donde se había previsto la construcción de nuevas depuradoras. La sanción se incrementará con 10,9 millones por cada seis meses que transcurran sin construir.

En Almería, la localidad de Antas continúa sin depuradora desde hace siete años que se sufrieron unas terribles riadas en el Levante, al igual que Alfaix, una pedanía de Los Gallardos, y Los Lobos, barriada de Cuevas del Almanzora, cuya EDAR es a simple vista insuficiente para procesar los residuos que le llegan.

Tampoco se libran las inversiones que acaben con la pobre depuración de Cuevas del Almanzora y la inútil acción de depuración que hace la de Mojácar compartida con Turre y Garrucha. Un emisario se encarga de llevar las aguas negras, por escasamente tratadas dada la obsolescencia de estas instalaciones, unos centenares de metros mar adentro. Allí la gente no ve las consecuencias, pero el entorno marino de una zona eminentemente turística se resiente cada día desde hace años.