Las cuentas del Ayuntamiento de Garrucha


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ADOLFO PÉREZ

Este medio ha publicado en exclusiva una noticia cuyo contenido es sorprendente. Se refiere a que el jefe de la Policía Local de Garrucha ha cobrado horas extras por asistir al convite de la patrona de la Guardia Civil, lo mismo por acudir a las procesiones e igualmente por asistir a un mitin de Susana Díaz. En los tres casos fuera de servicio. Es lo que le faltaba al manejo del dinero municipal. Según dice la noticia, en el año 2016 este funcionario cargó al Ayuntamiento 208 horas extraordinarias cuando lo legal permitido son 80 al año. La noticia no ha sido desmentida.

Dice la noticia que este funcionario cobró 7 horas extras por asistir a la misa y convite de la Guardia Civil el día de su Patrona. También cobró 20 horas extras por ir fuera de servicio a las procesiones de Semana Santa y de san Joaquín. Y lo mismo por acudir a un mitin de Susana Díaz percibió el importe de otras 4 horas extras. Como digo, tales asistencias eran ajenas por completo al servicio policial, pues un funcionario no tiene cometido alguno de representación municipal, función que solo corresponde a los miembros de la Corporación, o sea, alcaldesa y concejales. Según creo la hora extra se pagaba entonces a 17 euros y ahora a 18 euros de día y 20 por la noche. Menuda bicoca es cobrar 7 horas extras fuera de servicio pasando la tarde en un convite con buena comida y encima cobrando 119 euros (casi 20.000 de las antiguas pesetas) a costa del Ayuntamiento; o 340 euros (56.571 pesetas) en procesiones fuera de servicio; o 68 euros (11.314 pesetas) por ir a un mitin de Susana Díaz. Entiendo que el dinero cobrado por esos conceptos y el que no sepamos, ajeno al servicio policial, debe ser devuelto.

A tenor de los datos aportados por la noticia publicada es muy importante saber todo lo concerniente a las horas extras pagadas por el Ayuntamiento en los tres últimos años: quién controla esas horas; cuantía global de las mismas por año; conceptos retributivos; precio de la hora; reparto, etc. Eso es de lo que debe dar cuenta exhaustiva la alcaldesa, ésa es su obligación, pues se trata de una grave anomalía. También debe saberse si el interventor ha advertido sobre la legalidad del pago de tal cantidad de horas y si, en su caso, ha puesto notas de reparos en los mandamientos de pago. Todo esto es misión de la oposición averiguarlo y dar cuenta pública de las pesquisas realizadas. Y si no se obtiene una respuesta veraz existen medios legales a su alcance para lograrlo, además creo que el interventor debe informar sobre la legalidad de lo que ocurre con esas horas, y lo mismo el secretario de que sólo conste en acta la cantidad global del pago de las mismas. ¿Cómo es posible que se le entregue el dinero al jefe y él lo reparta sin que se sepa más nada? En acta debe constar lo que percibe cada uno por sus horas y sus conceptos.

Para colmo, dice la noticia que el jefe de la Policía Local, amparado en la protección de datos, no quiere que se publique al detalle lo tocante a esas horas, que el mismo fija y reparte. Así es que desde el año 2016 no consta al detalle ese gasto en las actas de la Junta de Gobierno Local, por lo que se entiende que es algo que se le oculta al secretario, obligado a hacer constar en acta todos los pagos que se efectúan. O sea, estamos ante la opacidad en el manejo del dinero público. Es curioso saber que todos los ingresos y gastos de la Casa Real se conocen al detalle en internet. Se sabe también al detalle lo que perciben el presidente del Gobierno, ministros, diputados, senadores, etc., pero en el Ayuntamiento de Garrucha se oculta el concepto y cuantía de las horas extras de los policías locales. Por lógica, la ley de protección de datos no ampara que se oculte ese dinero en las actas municipales. ¿Cómo es posible que se entregue el dinero global al jefe y se oculte en acta el reparto que hace del mismo a cada policía y el número de horas trabajadas? La entrega global del dinero y su ocultación son manifiestamente ilegales. Por supuesto que el dinero cobrado por esas horas tiene efectos en el IRPF de cada policía.

No me explico cómo la alcaldesa incurre en el disparate de abonar ese tipo de horas y encima lo oculte, prueba evidente de su ilegalidad.

Después de lo que digo, me pregunto si alguien sabe cuáles son las cuentas del Ayuntamiento de Garrucha, incluida la oposición municipal, aunque imagino que la alcaldesa algo sabrá.

Todo comenzó en el año 2007 cuando los socialistas salieron del Ayuntamiento y entraron los del PP. El alcalde saliente, Andrés Segura, se negó a firmar las cuentas de 2006 y el acta de arqueo de su cese, cosa a la que estaba obligado. El alcalde entrante, Juan Francisco Fernández, se vio forzado a firmar unas cuentas en las que no tenía arte ni parte, pero era necesario legalizarlas.

Poco después el gobierno municipal del PP encargó una auditoría sobre el estado de la economía municipal, cuyo resultado fue que el Ayuntamiento tenía una deuda de catorce millones de euros en gastos corrientes. Por cierto, cabe decir que los gastos de la auditoría se pagaron con una subvención de la Junta de Andalucía y no con dinero municipal en contra de lo que decían los socialistas, que siempre han negado la deuda que dejaron de catorce millones.

Para demostrar la veracidad de semejante deuda el alcalde Juan Francisco llevó a un pleno municipal las facturas que soportaban el total de tanto dinero. Ninguna de las entidades acreedoras negó la autenticidad de tales facturas. A partir de ese momento no hemos sabido la verdad, repito, la verdad, de cómo ha funcionado la economía municipal, o lo que es lo mismo, cómo se maneja el dinero público de nuestro pueblo. Los del PP diciendo que ellos rebajaron la deuda, los socialistas afirmando que no dejaron la deuda que se les achaca, a la vez que se la endosan a los populares. Todo un galimatías dinerario.

Ahora se nos dice que la salida de Garrucha de Galasa le supondrá al Ayuntamiento un beneficio de tres millones de euros que le aportará Codeur, la nueva empresa suministradora, cuyo fin, según dicen, es el arreglo de la red de abastecimiento de agua, y otra parte, se afirma, es para rebajar la deuda municipal. Y como Galasa tiene una importante deuda, nada se dice de la parte sustancial que le corresponde abonar al Ayuntamiento de Garrucha por su abandono de la empresa, o sea, un dineral que no se tiene.

Con las elecciones locales a menos de tres meses a la vista hay que ir pensando lo que uno va a hacer con su voto, según hayan hecho unos y otros, y lo que prometen para los próximos cuatro años. Pues lo que sí tengo muy claro es que no voy a votar a nadie que vaya en busca de un sueldo. Solo me valdrá quien garantice que va por defender los intereses de Garrucha, y si no es así, ancha es Castilla, pues no estoy dispuesto a que se ría nadie de mi voto.

*(Aclaración para los lectores del Levante almeriense. Este artículo ha sido publicado también en Actualidad Almanzora pero con un error. En el periódico comarcal aparece firmado por José María Martínez de Haro cuando es Adolfo Pérez el autor del mismo)