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LORENZO RUBIO
Crecí en una pedanía de El Ejido frente al mar donde no había ni una tienda de pesca. Sin embargo, nunca me faltaron cañas ni aparejos para disfrutar de la actividad que dio origen a mi pueblo. Las comprábamos en el supermercado. Igual pasa con ese puente a la cultura llamado libro. Mi primera cartilla, ese típico cuaderno de la infancia que te enseña las vocales, me la compraron en una administración de Lotería, la misma en la que podías adquirir los libros de texto de la escuela.
Y aunque en mi pueblecito nunca ha habido una librería, siempre he tenido acceso a libros que me han ayudado a forjar mi personalidad y a alimentar mi curiosidad, dotándome de una "caña" con la que poder concretar mis ideales sin necesidad de seguir a ningún rebaño ni creer en nadie que me prometa un pescado mejor que el que yo miso pueda atrapar.
Sin embargo, en ocasiones era difícil encontrar o encargar ciertos ejemplares. En esos casos me veía obligado a ir a El Ejido, donde, desmintiendo lo dicho en un artículo recientemente publicado en un importante medio nacional, sus habitantes no están obligados a ir a Almería capital ni a navegar en Amazon para adquirir un libro. Yo acudía a cualquiera de las numerosas papelerías (que también venden libros) o al supermercado del Centro Comercial Copo, aunque también se puede ir al Corte Inglés.
Es triste que se mienta de esa manera, recayendo nuevamente en el tópico del agricultor ignorante o analfabeto para justificar el resultado de las pasadas elecciones. Triste que se dé esa imagen de un municipio cuya oferta cultural destaca por sus festivales de teatro (profesional y aficionado), que pertenece a la provincia que fue líder de Andalucía en publicaciones de libros hace un par de años y que vio nacer a una de las editoriales que actualmente están a la cabeza del ranking nacional de autoedición.
No quiero decir que a El Ejido le sobren horas de lectura (¿a quién le sobran?), ni defender la elección política de mis paisanos. Simplemente me fatiga que ésta se justifique en el nivel cultural de un pueblo que tantas veces a sido crucificado por personas que poco han puesto los pies en la huerta de Europa.
¿Acaso las personas que votan a partidos tradicionales que han demostrado pasividad y dejadez ante los problemas de Almería durante décadas son consideradas de un nivel cultural superior? Quizás debamos buscar la causa de los resultados en lo que hasta ahora han hecho (o dejado de hacer) los partidos "de toda la vida", en vez de la incultura. Porque posiblemente Vox ha recibido votos de personas con estudios o que van con frecuencia a las librerías, o a las papelerías que en El Ejido suelen ser el mismo lugar.
Y aunque en mi pueblecito nunca ha habido una librería, siempre he tenido acceso a libros que me han ayudado a forjar mi personalidad y a alimentar mi curiosidad, dotándome de una "caña" con la que poder concretar mis ideales sin necesidad de seguir a ningún rebaño ni creer en nadie que me prometa un pescado mejor que el que yo miso pueda atrapar.
Sin embargo, en ocasiones era difícil encontrar o encargar ciertos ejemplares. En esos casos me veía obligado a ir a El Ejido, donde, desmintiendo lo dicho en un artículo recientemente publicado en un importante medio nacional, sus habitantes no están obligados a ir a Almería capital ni a navegar en Amazon para adquirir un libro. Yo acudía a cualquiera de las numerosas papelerías (que también venden libros) o al supermercado del Centro Comercial Copo, aunque también se puede ir al Corte Inglés.
Es triste que se mienta de esa manera, recayendo nuevamente en el tópico del agricultor ignorante o analfabeto para justificar el resultado de las pasadas elecciones. Triste que se dé esa imagen de un municipio cuya oferta cultural destaca por sus festivales de teatro (profesional y aficionado), que pertenece a la provincia que fue líder de Andalucía en publicaciones de libros hace un par de años y que vio nacer a una de las editoriales que actualmente están a la cabeza del ranking nacional de autoedición.
No quiero decir que a El Ejido le sobren horas de lectura (¿a quién le sobran?), ni defender la elección política de mis paisanos. Simplemente me fatiga que ésta se justifique en el nivel cultural de un pueblo que tantas veces a sido crucificado por personas que poco han puesto los pies en la huerta de Europa.
¿Acaso las personas que votan a partidos tradicionales que han demostrado pasividad y dejadez ante los problemas de Almería durante décadas son consideradas de un nivel cultural superior? Quizás debamos buscar la causa de los resultados en lo que hasta ahora han hecho (o dejado de hacer) los partidos "de toda la vida", en vez de la incultura. Porque posiblemente Vox ha recibido votos de personas con estudios o que van con frecuencia a las librerías, o a las papelerías que en El Ejido suelen ser el mismo lugar.
