¿Una Navidad con bares sin terrazas en Almería?

Hosteleros de la capital amenazan con boicotear la 'Capitalidad Gastronómica' y exigen soluciones «No podemos imaginarnos una Almería sin terrazas»




ALMERÍA HOY / 30·11·2018

Los hosteleros de la capital almeriense están en pie de guerra contra las administraciones públicas (Ayuntamiento de Almería y Junta de Andalucía) ante la aprobación de un decreto con el que, afirman, peligran las terrazas de los bares de tapas de la ciudad, y advierten: «Podemos encontrarnos una Almería sin terrazas el próximo 25 de diciembre».

Así se expresa en declaraciones a ALMERÍA HOY el presidente de Ashal, Diego García. «Hay mucha preocupación en el sector. El nuevo decreto de la Junta de Andalucía, el 155 en el nomenclátor, deja en muy mala situación las renovaciones de terrazas en todo el suelo urbano, no sólo de Almería, sino de toda Andalucía».

En ese sentido, Diego García señala que «nosotros queremos trabajar codo con codo con el Ayuntamiento, que es realmente quien tiene que otorgar las renovaciones, pero ese decreto es inaplicable, y queremos que tanto los técnicos de la Junta de Andalucía como los del Ayuntamiento nos den una prórroga o algún resquicio legal al que podamos agarrarnos, todo mientras dejan en suspenso ese decreto hasta que no haya unos parámetros justos y fiables», y añade que «por supuesto, renovaciones de terrazas las queremos sí o sí, no nos planteamos que haya una sola renovación que no se dé».

Preguntado por si realmente está en riesgo la Capitalidad Gastronómica de Almería 2019, contesta lo siguiente: «Vamos a ver; nosotros, por supuesto, nos planteamos medidas de acción y de presión. Por supuesto que no va a haber ninguna terraza que no esté concedida puesta el día 25 después de que, en FITUR, se presente el cambio de titularidad de la Capital Gastronómica de León a Almería. Claro, ese día nos encontraríamos una Almería sin terrazas. No porque nosotros queramos, sino porque el Ayuntamiento no nos las ha concedido. Nosotros no vamos a aconsejar a nuestros asociados que pongan terrazas que no están concedidas».

En cuanto a la solución al problema, pide tanto a la Junta de Andalucía como al Ayuntamiento de Almería «que se sienten». «Que la Junta y el Ayuntamiento se sienten y pongan parámetros claros a los que acogerse. Queremos que se proteja el derecho al descanso de los vecinos, pero también el derecho al trabajo de los miles de puestos que hay en juego, son miles los camareros que irían a las listas del paro. No podemos imaginarnos una Andalucía sin terrazas, ni una Almería; es uno de nuestros atractivos turísticos de esta maravillosa tierra, disfrutar del sol, del clima, siempre sentado en una terraza disfrutando de nuestra gastronomía».


Polémico decreto


Cabe recordar que el nuevo decreto que regula las modalidades y condiciones de espectáculos y establecimientos públicos, en vigor desde el pasado mes de agosto, garantiza, según la Junta de Andalucía, el máximo respeto a las competencias de los ayuntamientos que tienen 18 meses para adaptar sus ordenanzas a esta normativa. Una de sus principales novedades es que permite la instalación de terrazas y veladores en todos los establecimientos de ocio y de esparcimiento, no sólo en los hosteleros, previa autorización municipal. Se recomienda a los ayuntamientos que autoricen preferentemente su ubicación en suelo no residencial y eviten las zonas acústicas especiales o saturadas de ruido, y en caso contrario, tendrán que argumentar que se cumplen los objetivos de calidad acústica.

El decreto simplifica y actualiza diversas normas autonómicas y recoge las principales demandas municipales, empresariales y vecinales en relación con la incorporación de formatos más flexibles adaptados a las especiales características estacionales y culturales de Andalucía.

El delegado del Gobierno, José María Martín, ha destacado que «la prioridad de la nueva normativa ha sido equilibrar los intereses de la ciudadanía y de los diferentes sectores económicos y sociales implicados, buscando el máximo consenso y compaginando el derecho al descanso de los vecinos y el respeto a las competencias que son propias de los ayuntamientos».

Sobre la petición del Ayuntamiento de Almería de suspensión cautelar del decreto y de una instrucción sobre su aplicación, Martín ha señalado que «la normativa es clara y que los técnicos del Servicio de Juegos y Espectáculos Públicos de la Junta están a disposición de ayuntamientos, empresarios y vecinos para prestarles el asesoramiento que necesiten y solventar cualquier duda sobre este tema». El delegado del Gobierno de la Junta ha pedido al Ayuntamiento de Almería «lealtad institucional y que no genere un problema donde no lo hay».


Regulación de horarios

En cuanto a los horarios, la nueva norma establece una completa regulación, que redundará en beneficio de la uniformidad horaria entre municipios y la consiguiente seguridad jurídica. El decreto otorga facultades a los municipios para ampliar o restringir los horarios generales de cierre en determinados supuestos, como fines de semana, fiestas o zonas turísticas de gran afluencia.

Por primera vez en la normativa andaluza el concepto de aforo máximo de público en los establecimientos públicos, un elemento esencial para garantizar la seguridad en este tipo de locales. Otra novedad recogida en el decreto es la regulación de los puestos de comida ambulante en vehículos a motor, también conocidos como ‘food trucks’, que se consideran establecimientos eventuales y requieren de un título de ocupación del dominio público cuando tengan zona de velador o terraza.

Además, contempla la modalidad de concierto de pequeño formato en estable-cimientos de hostelería donde ahora no están permitidos –como bares y restaurantes–, que se celebren en el interior de espacios fijos, cerrados y cubiertos, carentes de escenario y camerino, y en horario de tres de la tarde a doce de la noche, sin posibilidad de ampliación.

Asimismo, se incluyen como nueva actividad recreativa los festivales de música y los establecimientos públicos que se instalan en ellos, para lo que se concede a los ayuntamientos la potestad de fijar el horario correspondiente.