Los Filabres y el Nacimiento, 19 escapadas al interior almeriense


Vista aérea de Velefique. Imagen: Diputación de Almería.

ALMERÍA HOY / 04·11·2018

En las estaciones de otoño e invierno, muchos cambian playa por montaña. Y en verano, también. De hecho, el turismo rural almeriense viene promocionándose en distintos eventos turísticos, como la Feria Tierra Adentro, con destinos tan sugerentes como Las Canales de Padules o la villa de Laujar, entre otros. Sin embargo, son muchos más los puntos de interés 'escondidos' en el interior almeriense. ALMERÍA HOY se centra en los municipios que se encuentran repartidos por las comarcas de Los Filabres y el río Nacimiento. ¿Con cuál te quedas tú?

El interior de la provincia de Almería es una zona de marcados contrastes. Entre el único desierto de Europa -el de Tabernas- y los bosques de Sierra Nevada apenas hay un puñado de kilómetros de distancia. Y esa es, precisamente, la magia de las comarcas de Filabres-Alhamilla y Nacimiento. Inmerso en plena Sierra de Filabres Alhamilla existe un amplio valle, habitado durante siglos, en el que se encuentran once pueblos unidos por un pasado común minero y ganadero que aún hoy sirve como base de la vida y la economía para miles de habitantes de la zona.

A lo largo de este territorio se distribuyen yacimientos arqueológicos que aparecen en la sierra, valles y cuencas fluviales que demuestran la importancia de esta comarca para el hombre en la prehistoria. Por su parte, La Comarca del río Nacimiento está compuesta por los municipios de
Abla, Abrucena, Fiñana, Gérgal, Las Tres Villas (Escúllar, Ocaña y Doña María), Olula de Castro y Nacimiento. Todos ellos son de un excepcional
atractivo y cuentan con distintos puntos de una belleza singular, basados en lo tradicional y en la historia más ancestral de la provincia.


ABLA

En la frontera con la provincia de Granada nos topamos con Abla, bella localidad de casas blancas y calles empinadas, el pueblo se asienta en la ladera sur de una estribación de Sierra Nevada, de altitud 862 metros, decantada por el amplio valle flanqueado por dos cadenas montañosas, al norte la Sierra de Baza-Filabres, y al sur Sierra Nevada. Y entre sus fiestas, no deja indiferente su 'Fiesta de la Trilla', que aúna tradición y agricultura milenaria.

ABRUCENA

Muy cerquita de Abla se encuentra la vecina localidad de Abrucena. Con gran historia a sus espaldas, ha sido lugar de diversos asentamientos a lo largo de la historia, según dan cuenta los restos arqueológicos hallado en dicha zona. El primero de los asentamientos tuvo lugar en el Neolítico, dado que se han hallado restos de cerámica de esa época en la zona denominada El Castillejo. En la ocupación romana han quedado restos de vidrios y un aljibe, así como la vía de acceso al Castillejo, que se supone fue una fortificación excavada en la roca. Además, Abrucena es un pueblo de sierra y, como tal alberga en sus alrededores preciosos parajes que llaman al paseo y a la excursión para encontrarse con la naturaleza. Uno de ellos, el del área recreativa de La Roza es, con toda justicia, uno de los más visitados de la provincia

ALCUDIA DE MONTEAGUD

Uno de los municipios más —injustamente— desconocidos de la Almería profunda es Alcudia de Monteagud. Calles estrechas, arquitectura árabe, la iglesia del siglo XVI —con un retablo de Bartolomé Marín, cuyo primer destino fue este pueblo almeriense—, las eras empedradas —dicen los lugareños que son las más grandes del mundo— que, cuando nieva, parecen parecen pequeños lagos helados... Muchos atractivos en un pequeño pero encantador lugar para el que busca perderse por las sierras del interior. No marcharse sin visitar el restaurante-mirador donde, además de exquisitos platos caseros, nos podemos deleitar con un paisaje único en toda Almería; todo el valle hasta Benitagla, con la Tetica de Bacares también a la vista. Además, dentro de poco —15 y 16 de agosto— se celebran las fiestas en honor a San Roque, que incluyen los tradicionales Moros y Cristianos, un motivo más para conocer Alcudia de Monteagud.

BACARES

Bacares es conocida por muchos por su célebre 'Tetica', un pico a 2.080 metros de altitud que, en los meses invernales, nos ofrece una estampa sin igual, ya que es habitual verlo cubierto de un manto de blanca nieve. Pero en verano y a pesar de la ausencia de nevadas, Bacares también es destino ideal para los amantes del turismo rural. Otras majestuosas montañas, como El Layón (1.937 metros), Las Hoyas (2.009 metros) y el Calar Alto (2.168 metros) rodean la zona, con lo que los valientes que gozan de esas caminatas en las que hay que parar cada poco para descansar debido a las pendientes, están de enhorabuena. ¿Que preferimos más el folclore y fiesta? Atentos a una de las romerías con más tradición de toda Almería. ¡Ah! Y si nos atrevemos con la espeleología, podemos encontrar las cuevas naturales más importantes y fascinantes de esta serranía, con curiosas leyendas a sus espaldas, como la Cueva de Los Santos o la Sima del Cántaro.

BENITAGLA

Es el pueblo más pequeño y menos poblado de toda Almería, pero ni mucho menos es el que menos encantos guarda. Con apenas 80 habitantes, dentro de los edificios de importancia arquitectónica o artística de esta villa, podemos destacar su pequeña iglesia, aneja a la Parroquia de Alcudia de Monteagud, situada frente al Ayuntamiento y dedicada a San Juan. Otro elemento arquitectónico a destacar es la existencia de unas torres que jalonan el territorio; la que se encuentra en Benitagla se halla en la alquería denominada Alhabía. Los lugareños dicen que son moriscas, aunque el aparejo utilizado para la construcción de estas torres, la cantería, no es el habitual de esta cultura, aunque sí la forma, cuadrada.

BENIZALÓN

Con una extensión de 2,89 km2 y una altitud media de 935,8 m. y a 60 km. de la capital, Benizalón está enclavado en la majestuosa Sierra de Filabres, en el falso y accidentado valle que se forma entre los montes Picachón, el mítico Monteagud y el encumbrado Cerro Magregorio, desde donde se ven las sierras de Gádor, Nevada, Almagrera, Segura y los Vélez. Cuando el viajero aventurero de lo insólito cruza la cumbre y divisa junto al monte, suspendido en el pequeño valle, los descendentes tejados de Benizalón, tiene que pararse a contemplar tan bello paisaje entre el aroma, casi permanente, de albaida, romero y tomillo.

CASTRO DE FILABRES

Otro diminuto pueblecito de Los Filabres donde destaca la parroquia de Santa María de Castro, erigida en 1505. Desapareció en 1570 con la saca de los moriscos y la despoblación de la Sierra y quedó como anejo de Velefique hasta 1900, que volvió a erigirse en parroquia con el título de Santa María del Rosario. El templo parroquial se construyó en la primera mitad del siglo XVII. Es de una nave, cubierta con una armadura de parhilera con tirantes simples metálicos apoyados en canes de cabeza labrada. Tiene una capilla en la que se venera una imagen de la Virgen del Carmen. La de la Virgen del Rosario, titular del templo y patrona del lugar, la escondieron en un pajar durante la guerra civil de 1936-39.

FIÑANA

Fiñana fue un confín en disputa. Hoy resulta una sucesión de culturas. Una fortaleza mora, una iglesia y una mezquita son sus hitos; centro de su término indiscutible, aunque su área de influencia lo rebasa por el valle del río Nacimiento. ¿Y qué ver en Fiñana? Podemos optar por su mezquita, la iglesia de la Anunciación, o la ermita de Jesús Nazareno, todo sin olvidar darse un buen paseo por los alrededores custodiados por la imponente Sierra Nevada.

GÉRGAL

El término municipal gergaleño también atesora auténticos tesoros en forma de rincones con encanto. Ahí están el castillo, un edificio anterior al siglo XV de planta cuadrada con cuatro torreones adosados, dándole el aspecto de un fortín. Además, dentro del suelo gergaleño se asienta el Observatorio Astronómico de Calar Alto, unas instalaciones únicas en el continente europeo situadas a 2.168 metros de altitud.

LAS TRES VILLAS

Será en 1740 cuando los anejos de Doña María, Ocaña y Escúllar dejan de pertenecer tanto civil como eclesiásticamente a Abla, aunque después de este año siguieron estando unidos a esta localidad para el pago de paja, utensilios, mesta y censo de población. En cualquier caso, Las Tres Villas, también en el límite fronterizo con Granada, es un pueblecito con encanto que, como su nombre indica, vale por tres. En Doña María - Ocaña, situada a los pies de Sierra Nevadadestaca el Templo Parroquial de la Anunciación que se empezó a construir a finales del siglo XVIII, y
en Escúllar se encuentra la Fuente de Zamora, en el paraje de Piedras Blancas se ha conservado un grabado paleolítico de gran interés pero de dificil acceso.

LUCAINENA DE LAS TORRES


Lucainena es, junto a Mojácar, el único municipio almeriense que presume de ser parte de 'Los Pueblos Más Bonitos de España'. No marcharse sin pasar por el mirador de El Poyo de la Cruz, la plaza del pueblo con su árbol centenario, o el lavadero público, y claro está, la Vía Verde de Lucainena, que va del antiguo tren minero entre este bello pueblo y Agua Amarga (Níjar), con lo que heredamos uno de los itinerarios más auténticos por el interior almeriense. A la sombra de la sierra de Alhamilla y al compás de la rambla de Lucainena recorreremos las tierras del sol entre cortijadas, silencio, desierto, soledad, montañas y barrancos, alabando todo color y vegetación que sale al paso.

NACIMIENTO

Nacimiento se abre al desierto desde los pueblos al este de Sierra Nevada, la que baja, por el valle del mismo nombre, a encontrarse con el Andarax y formar una comarca donde la huerta da color al horizonte seco. Entre la Sierra de Baza, la de los Filabres y Sierra Nevada, Nacimiento se inscribe en una pequeña hondonada y es localidad que pervive desde siempre de su humilde pero variada agricultura, que ofrece forrajes, hortalizas, cebada, olivo, la otrora pujante vid, almendro, naranjos y hasta una simbólica pervivencia de los tiempos árabes y moriscos, las moreras que un día estuvieron a la base de una de las grandes producciones de la historia económica almeriense, la seda. Tierra de encrucijada de sierras y tres comarcas nítidamente diferenciadas, Nacimiento es uno de los mayores ejemplos de la Almería profunda.

OLULA DE CASTRO

A 1.010 metros de altitud está Olula de Castro, clásico pueblecito almeriense de montaña y casas blancas, también nos ofrece experiencias de 'altura'. Amén de atractivos como la iglesia de la Virgen del Patrocinio, que data del siglo XVI, o de las almazaras antiguas que se conservan en la localidad, Olula de Castro es otro rincón del sureste español que cualquier amante del turismo rural no debe pasar por alto. Sin desmerecer paisajes de 'postal' que regala a la vista, aquí podemos disfrutar de rutas de senderismo que parten desde el pueblo colina arriba siguiendo el arroyo del Verdelecho. Y ahora que aprieta el verano, se celebra la romería del Carmen la próxima semana —en la ermita del Peñón Bajo— y la Fiesta del Emigrante, que tendrá lugar del 4 al 6 de agosto, y donde vecinos que emigraron a Francia y a otros puntos de España retornan para disfrutar de una auténtica verbena en su tierra natal. Y, por supuesto, nadie puede marcharse de Olula de Castro sin probar sus deliciosos turrones —¿quién dijo que son sólo para el verano?— que se han exportado a otros países gracias a las espléndidas almendras de la zona, así como al cultivo de la miel propio de Olula.

SENÉS

Pueblo pintoresco y escalonado en la falda sur de la Sierra de los Filabres. Separado del resto, un tanto olvidado, desafiante por lo original y bravío por no temer a la despoblación; soledad en invierno, animación del estío, singularidad urbanística, cubiertas de pizarra y la quietud del paisaje le hacen ser distinto con unas vistas panorámicas que sorprende al visitante. En las proximidades encontramos el despoblado de Cuesta Roca, estudiado por P. Cressier, que está situado en la ladera noroeste del cerro de la Mezquita, cercano al pueblo. Los restos de casas cubren una gran superficie y están bien conservados.

TABERNAS

Decir Tabernas es decir desierto, cine, olivos, paisajes de otro mundo... Invita a perderse en cualquiera de las rutas de senderismo por sus aledaños; de hecho, el Ayuntamiento en su campaña promocional "Visita Tabernas, Tierra de Cine," oferta a los diferentes ayuntamientos, asociaciones, colegios e institutos la posibilidad de conocer el municipio y pasear por sus calles llenas de historia para comprender su pasado, su presente y su futuro.

TAHAL

A más de mil metros de altitud, en la ladera sur de la Sierra de Los Filabres, Tahal puede considerarse como 'tierra de encinas', ya que aquí aún podemos contemplar varios ejemplares autóctonos que sobrevivieron a las talas que convirtieron, hace siglos, un vergel en un desierto. Paisajes alucinantes y rutas a raudales tanto para caminantes como para amantes de la bici; la proximidad de Collado García o de la misma Alcudia de Monteagud nos ofrecen la posibilidad de planear escapadas en las que vivir mil y una aventuras. Además, Tahal cuenta con varios nacimientos naturales de agua, lo que permite un desarrollo de la huerta local.

TURRILLAS

Desde la ermita a San Antonio, antes de llegar al pueblo, podemos contemplar el paisaje absoluto del Campo de Tabernas. Si giramos la mirada hacia Turrillas, nos encontramos con la torre de la iglesia, desafiante sobre el resto de los tejados. Esta torre es una construcción del siglo XVI. Se levantó para defender a los cristianos de los ataques de los moriscos, pues tras la reconquista el descontento de estos habitantes almerienses por la pérdida de sus derechos se fue haciendo más incontrolado. Los moriscos podían pedir ayuda a los turcos, que controlaban el Mediterráneo, o a los musulmanes de Africa, por lo que representaban un peligro inminente. La Torre-fuerte de Turrillas es, pues, testigo de otras épocas de batallas entre moros y cristianos, un tipo de construcción que aún se conserva en otros pueblos del interior de la provincia.

ULEILA DEL CAMPO

Otro rincón almeriense con encanto es Uleia, donde el templo parroquial dedicado a Santa María fue construido a finales del siglo XVIII (1772, por mandato del Conde de Aguilar), de estilos diversos, pero con predominio neorrománico, es amplia y armoniosa, contrastando con las empinadas y estrechas calles que unen la popular y ambientada plaza de los Alamos con la recoleta plaza de la Iglesia. Uleila es un pueblo cargado de personalidad desde su misma entrada por Tabernas, a través del esquinazo del puente, un pueblo atractivo, organizado y limpio que no en vano centra un curioso movimiento cultural que, verano tras verano, reúne a profesores franceses y españoles en unas jornadas de debate.

VELEFIQUE

Velefique fue un pueblo destacado en el Islam, refugio en el siglo X de la secta jarichí, que huía de Córdoba y que marcó la vida del pueblo y sus creencias; cuna, a mediados del siglo XII, de uno de los más representativos santones del Islam, el poeta Sidi Abuh Ishaq Ibrahim,
Abu Salin. Poeta y prosista a lo largo de sus 108 años de vida escribió una veintena de obras, entre ellas una historia de Almería. Esta referencia cultural se une a la belleza de la ruinas del antiguo asentamiento de en lo que fue en su día una Alcazaba morisca, y la iglesia parroquial que tras años de ruinoso estado, tras ser quemada por los moriscos, fue restaurada. Desde aquí, puede accederse a la Tetica de Bacares a través de pistas y caminos forestales que parten al norte del pueblo y permiten hacer cumbre a 2.080 metros de altitud.