ALMERÍA HOY / 06·11·2018
El Juzgado de lo Penal 5 de Almería ha condenado a S.L.C., de nacionalidad española y con último domicilio conocido en la cárcel de El Acebuche, como culpable de un delito de robo con fuerza a penas que suman un año de prisión y el pago de 200 euros y las costas procesales.
El juez aprecia la agravante de reincidencia y la atenuante de adicción a las drogas.
Según la sentencia, S.L.C. fue condenado en firme en junio de 2017 a otros seis meses de cárcel por otro robo violento, si bien aquella pena fue suspendida durante dos años a condición de que no delinquiera durante ese tiempo. Pues bien, un año después de aquello —el 8 de junio de 2018—, guiado por el propósito de conseguir un beneficio ilícito, se coló en el restaurante Casa Sevilla, ubicado en la calle Rueda López de la capital almeriense, y se llevó la bandolera de un empleado con más de 200 euros en su interior.
La sentencia remarca que lo hizo guiado por la adicción a sustancias estupefacientes, y que accedió al citado establecimiento quitando el pestillo de la cristalera del comedor, cuando se hallaba cerrado, intentando abrir la caja registradora, aunque sin lograrlo. No obstante y como decimos, sí se llevó la bandolera de un empleado que contenía diversos efectos personales y 210 euros en efectivo, bandolera que fue recuperada más tarde en el exterior del local, pero sin el dinero.
El juez aprecia la agravante de reincidencia y la atenuante de adicción a las drogas.
Según la sentencia, S.L.C. fue condenado en firme en junio de 2017 a otros seis meses de cárcel por otro robo violento, si bien aquella pena fue suspendida durante dos años a condición de que no delinquiera durante ese tiempo. Pues bien, un año después de aquello —el 8 de junio de 2018—, guiado por el propósito de conseguir un beneficio ilícito, se coló en el restaurante Casa Sevilla, ubicado en la calle Rueda López de la capital almeriense, y se llevó la bandolera de un empleado con más de 200 euros en su interior.
La sentencia remarca que lo hizo guiado por la adicción a sustancias estupefacientes, y que accedió al citado establecimiento quitando el pestillo de la cristalera del comedor, cuando se hallaba cerrado, intentando abrir la caja registradora, aunque sin lograrlo. No obstante y como decimos, sí se llevó la bandolera de un empleado que contenía diversos efectos personales y 210 euros en efectivo, bandolera que fue recuperada más tarde en el exterior del local, pero sin el dinero.
