Las grabaciones del comisario


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MARIO SANZ CRUZ

Últimamente, a los medios les marcan el paso un excomisario encarcelado y sus socios externos. Cada vez que el portal Moncloa.com cuelga un nuevo audio, se produce un terremoto político, con réplicas en todos los periódicos, televisiones y demás. Como en una película de serie negra, espionaje, chanchullos, tráfico de influencias, negocios fraudulentos, compra de políticos, chantaje, todo cabe en las grabaciones del comisario corrupto.Un gran bote lleno de píldoras de corrupción que se van dosificando convenientemente.

Cada mañana, muchos políticos tiemblan pensando cuándo les tocará a ellos, porque, aunque disimulen, ellos saben qué contactos han tenido con Villarejo, saben que el comisario lo ha grabado todo y solo ignoran cuándo les llegará el turno.

A mí me alucina que, sabiendo esto y viendo que otros están cayendo como fichas de dominó, aún haya políticos que, teniendo muchas cosas que ocultar, se postulen para nuevos cargos relevantes. No sé si es cuestión de mala memoria, de prepotencia pensando que son intocables o de verdadera inconsciencia cuando les ciega la ambición de poner ¿Qué esperan? ¿Que se olvide lo suyo y solo aparezcan los cadáveres en el armario de los demás?

El procedimiento es simple pero sádico, gota a gota, lento pero seguro. Sacan una grabación que insinúa malas prácticas y, automáticamente, el aludido sale a desmentir todo lo que aparece en ella; sacan una segunda grabación más explícita, y el aludido es tachado de mentiroso por el desmentido del día anterior, pero es apoyado por los altos cargos de su partido; sacan otra, que no deja lugar a muchas dudas, y el aludido se revuelve como gato panza arriba, ante las críticas feroces de los partidos contrarios, mientras en su partido empieza a dejar de pronunciarse su nombre, por si acaso; a la cuarta, casi nadie resiste en el cargo. También es curioso que, sabiendo esto, cuando las grabaciones del excomisario apuntan a un nuevo político, el aludido cumpla todos los pasos religiosamente, en lugar de ahorrarse bochornos dimitiendo del tirón.

No sabemos cuántas grabaciones quedan, ni cuántas querrán hacer públicas los que las manejan, pero da mucho miedo pensar en qué manos estamos, qué tipo de personas nos dirigen, que tipo de personas nos protegen y que ambientillo se ha ido creando, con nuestra connivencia, por hechos o por omisiones.

Este tipo de cosas destapa parte de la basura que siempre ha existido tras la política, lo que es bueno, pero, realmente, no sirve más que para que creamos que la corrupción está generalizada, califiquemos a todos por igual, pese a las enormes diferencias que hay entre unos casos y otros, para que, al final, nadie asuma responsabilidades penales por ella.

Pero también sirve para desviar la atención de otros temas que no interesa que se destapen, ocupando los principales titulares durante días, con acusaciones y desmentidos. Una estrategia bien pensada, se sacrifican algunas piezas, como en una partida de ajedrez, pero los reyes de la corrupción siguen bien enrocados y bien protegidos.