«La Diputación de Almería vivió grandes escándalos antes de llegar nosotros»

Fernando Giménez (PP), diputado provincial de Presidencia




ALMERÍA HOY / 23·11·2018

Es uno de los cargos más cercanos al Presidente de la institución provincial. Dice que la “autoridad” de Gabriel Amat puso fin a la “deriva” que arrastraba la institución. Admite que le gusta la política, sin embargo, no tiene miedo a dejar el cargo. Es graduado en Derecho, tiene 31 años, dos hijos y un par de masters “de verdad”.


- A ver, cuénteme, ¿para qué sirve el diputado de Presidencia?

- Presidencia es un área muy compleja. Es el corazón de la Institución, por donde pasa toda su actividad. A mí me toca hablar con todos los demás diputados y, además, el departamento que dirijo tiene contraídos unos vínculos y responsabilidades con los municipios más pequeños. Para ellos se han creado unas ayudas anuales de 10.000 euros para contribuir a sus proyectos. También canalizamos las subvenciones a asociaciones de toda Almería, así como el convenio suscrito con la Guardia Civil para procurar que las casas cuartel de la provincia estén en óptimo estado.

- ¿La Guardia Civil no es una competencia del Gobierno de España?

- Tampoco es Bienestar Social competencia de Diputación y, sin embargo, también actuamos en ese ámbito. Además, hacemos de banco de la Junta adelantando a las empresas de ayuda a domicilio a las personas con dependencia el importe de sus facturas, que la administración autonómica paga bastante tarde.

- ¿Es más seria Diputación que la Junta de Andalucía? Ya imagino qué va a responder.


- Sí que es más seria, y no es una respuesta obligada por mi cargo. Existen parámetros objetivos y, además, es tan fácil de comprobar como preguntarle a los proveedores quién les paga antes. La Junta de Andalucía es una entidad deudora que debe lo que hace aunque no hace todo lo que debe.

- ¿Cabría pensar que sobran las autonomías?

-Muchos almerienses piensan eso porque la Junta de Andalucía no ha sido buena con nuestra provincia. Aquí percibimos una discriminación sistemática. Tampoco ha contribuido nada bien que Andalucía sólo haya conocido gobiernos del mismo color y, además, de un partido que parece haber estado más preocupado de los ERE y otros casos de corrupción que de ayudar a la población. Resulta sangrante saber que somos la región que más fondos europeos ha recibido y, sin embargo, seguimos a la cola en educación o en sanidad, a pesar de los magníficos profesionales que trabajan en ambos ámbitos.

- ¿Cerramos, entonces, las comunidades autónomas o no?


- No se trata de eso. El ejemplo de Andalucía no es exportable ni tampoco es el modelo que, por fortuna para ellos, han seguido el resto de comunidades. Galicia ha hecho posible que los pueblos y parroquias más pequeños tengan servicios de primera. Es una tarea que, en Almería, se ha propuesto Diputación, porque no nos gusta que existan ciudadanos de primera, de segunda y de tercera según su lugar de residencia.

- Sin embargo, los andaluces una y otra vez eligen a la opción que les gobierna de esa forma.


- Los ciudadanos son libres de elegir lo que quieran. En una democracia no cabe plantearse otra cosa.

- Frente a ese ‘modelo no exportable’ que dibuja usted de la Junta, la Diputación de Almería, gobernada por el PP, ¿es un ejemplo a seguir?

- Seguro que cometemos fallos y existen cuestiones que mejorar. La Diputación de Almería había pasado por una serie de grandes escándalos antes de que llegáramos nosotros. Aún se recuerdan aquellas grabaciones a asesores del gobierno socialista de entonces que no trabajaban y encima se ufanaban de cobrar por levantar vasos de cerveza. O el caso ‘facturas’, en el que la Audiencia provincial ha dictado sentencia de cárcel para un vicepresidente socialista.

- Observo que sólo encuentra puntos negros en la gestión del PSOE al frente de la institución provincial, ¿es que no han hecho nada bueno?


- También ha habido grandes presidentes socialistas en Diputación, como Tomás Azorín o Antonio Maresca, pero no siempre ha sido así. El PSOE fue el partido que permitió que la institución provincial fuese gobernada por 3 diputados tránsfugas en una corporación de 27.

- ¿Y qué me dice de su jefe?

- Amat es un gran presidente. Trabaja más que nadie.

- ¿A pesar de lo seco y cortante que puede parecer en el trato?

- Es que es más de ir al grano y no perder el tiempo. Para mí, eso es una virtud.

- Usted lleva poco tiempo como diputado. Igual no lo conoce lo suficiente.

- Es verdad que tomé posesión del cargo en marzo, pero llevaba ya tiempo trabajando cerca del presidente.

- ¿Cómo es Gabriel Amat de cerca?

- Él es un hombre que da la cara siempre. Responde a esa época en que los almerienses no accedían a la Universidad, pero trabajaban desde niños. Esa circunstancia infundió a su generación una fuerte personalidad y una gran inteligencia natural. Tengamos presente que Gabriel Amat, durante el tiempo que es alcalde, ha transformado a Roquetas de Mar en una ciudad de 100.000 habitantes, cuando la recibió con sólo 30.000. En ese tiempo, le han puesto 300 denuncias y todas han sido archivadas. Nunca ha sido condenado. Para mí es un ejemplo a seguir. Ha hecho una gran labor y se ha ganado, con su trabajo, la autoridad que todos le reconocemos, que ha servido para enderezar la deriva que seguía la institución cuando él llegó a la presidencia.

- Entonces, ¿cómo es posible tanta denuncia?


- Es que hay adversarios que pretenden hacer pasar las denuncias como si fueran condenas para poner en tela de juicio su honor. Son artimañas para ganar en otros sitios lo que no son capaces de conseguir en las urnas.

- Ahora imagine que un día el presidente le da las gracias por los servicios prestados y le releva del cargo, ¿qué haría?

- En primer lugar, le daría las gracias por haberme dado la oportunidad de dedicarme a la política, que es algo que me gusta, aunque es una actividad muy dura que te absorbe todo el tiempo y te obliga a restarlo a tu familia y amigos. Por lo demás, yo nunca la he entendido como algo eterno.

- ¿Pero tiene de qué vivir fuera de la política?

- Soy graduado en derecho y tengo un par de masters de verdad. La política es incompatible con cualquier otra actividad, pero cuando salga de ese mundo, me buscaré la vida en la empresa privada o ejerciendo la profesión por mi cuenta.

- No todos los que están en política pueden decir lo mismo.

- La política es un servicio público y debe ser vocacional. Yo soy hijo de un autónomo y sé las horas de trabajo que tenía que echar mi padre cada día.

- Una de las labores de su departamento consiste en proponer las distinciones que cada año otorga Diputación en el día de la provincia. En la presente edición, su propuesta ha contado con la unanimidad de la Corporación.


- Así es. Este año se ha impuesto la medalla de oro de la provincia a Fausto Romero Miura, que fue vicepresidente de la Diputación, gran activista, muy unido al mundo de la Cultura. Es profesor de Derecho y representa una época y unos valores que deberían estar vigentes siempre.
En el ámbito Social, hemos reconocido a Movimiento por la Paz, una asociación que desarrolla una gran labor en el terreno de la solidaridad.
En cuanto a la Cultura, creo que hemos hecho justicia con Andrés García Ibáñez, tanto en su faceta como pintor, como por su generosidad, al crear el Museo de Olula del Río y gestionar otros dos en Almería, así como las exposiciones temporales que se llevan a cabo en el Palacio Provincial.
La correspondiente al apartado de Deporte le ha correspondido a Pablo Jaramillo, un ejemplo de superación que ha competido al más alto nivel en el mundo del ciclismo a pesar del problema que tiene en uno de sus brazos.