Entrevista con Rodrigo Sánchez, consejero de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía
ALMERÍA HOY / 10·11·2018
El responsable de la Agricultura en el Gobierno andaluz considera que es su «obligación asegurar a los agricultores el agua que necesitan», y afirma que debe seguir viniendo de otras cuencas mientras no existan otras fuentes. Además de por el agua, Sánchez manifiesta que hay que luchar para que «no existan agravios con el precio que pagan los regantes de otras zonas de España», y porque se construyan las infraestructuras necesarias.
- ¿Seguirá contando Almería con el agua de los trasvases?
Para la Junta de Andalucía, los trasvases son hoy una necesidad. No podemos prescindir de ellos porque no existen otras alternativas que puedan sustituirlos a corto plazo. Sin el agua que viene desde el pantano del Negratín, en la provincia de Granada, en el Levante de Almería habría 20.000 hectáreas menos generando riqueza.
- Estas palabras tranquilizarán, sin duda, a los agricultores de la provincia.
En el futuro hay que seguir con la desalación y la regeneración de residuales a un precio justo, porque tampoco podemos permitir que existan agravios entre los regantes de distintas zonas de España. La ley permite que el agua desalada no cueste más de 0,30 euros/m3 y hay que reivindicar que se cumpla. Junto a las infraestructuras que el Gobierno de España les debe, es algo que necesitan los agricultores de Almería y nuestra comarca.
- ¿Qué medida debería poner en marcha de manera inmediata el Gobierno de España, ya sea por su necesidad, su urgencia o por su facilidad para implementarla?
- Sin duda la bonificación del agua desalada. Se trata de un bien escaso y necesario. Es un recurso que conserva los pozos, que están sobreexplotados y proporcionan agua de escasa calidad a un coste alto. Los regantes de otras comunidades se están beneficiando ya de estas bonificaciones y es lógico que los del Levante obtengan el mismo trato.
- ¿Hasta dónde se puede planificar?
- La Administración tiene que garantizar la actividad agrícola y el abastecimiento humano. Si la agricultura tiene la pujanza actual, es gracias a las infraestructuras disponibles.
- Que siguen siendo insuficientes a juzgar por lo acontecido en meses pasados por la sequía.
- Eso parece. La realidad es que hoy no tenemos alternativas para sustituir a los travases. Almería necesita 170 Hm3. La desaladora de Carboneras, tras la ampliación, podría aportar 84. Si sumamos todas las obras pendientes, no llegamos a cubrir esa demanda. Todos los recursos que podemos generar son necesarios. Nosotros tenemos claro que los trasvases son necesarios.
- Y, además del agua, ¿qué otros asuntos ocupan y preocupan al Consejero?
La PAC (Política Agrícola Común) lucha contra el despoblamiento de los pueblos del interior y la desertificación de grandes áreas de la provincia. Apostamos por el futuro de la agricultura con cultivos ecológicos porque cada vez tienen más demanda. Es un hecho constatable que cada vez un mayor número de consumidores quiere productos ecológicos y Andalucía puede producirlos.
- ¿Seguirá contando Almería con el agua de los trasvases?
Para la Junta de Andalucía, los trasvases son hoy una necesidad. No podemos prescindir de ellos porque no existen otras alternativas que puedan sustituirlos a corto plazo. Sin el agua que viene desde el pantano del Negratín, en la provincia de Granada, en el Levante de Almería habría 20.000 hectáreas menos generando riqueza.
- Estas palabras tranquilizarán, sin duda, a los agricultores de la provincia.
En el futuro hay que seguir con la desalación y la regeneración de residuales a un precio justo, porque tampoco podemos permitir que existan agravios entre los regantes de distintas zonas de España. La ley permite que el agua desalada no cueste más de 0,30 euros/m3 y hay que reivindicar que se cumpla. Junto a las infraestructuras que el Gobierno de España les debe, es algo que necesitan los agricultores de Almería y nuestra comarca.
- ¿Qué medida debería poner en marcha de manera inmediata el Gobierno de España, ya sea por su necesidad, su urgencia o por su facilidad para implementarla?
- Sin duda la bonificación del agua desalada. Se trata de un bien escaso y necesario. Es un recurso que conserva los pozos, que están sobreexplotados y proporcionan agua de escasa calidad a un coste alto. Los regantes de otras comunidades se están beneficiando ya de estas bonificaciones y es lógico que los del Levante obtengan el mismo trato.
- ¿Hasta dónde se puede planificar?
- La Administración tiene que garantizar la actividad agrícola y el abastecimiento humano. Si la agricultura tiene la pujanza actual, es gracias a las infraestructuras disponibles.
- Que siguen siendo insuficientes a juzgar por lo acontecido en meses pasados por la sequía.
- Eso parece. La realidad es que hoy no tenemos alternativas para sustituir a los travases. Almería necesita 170 Hm3. La desaladora de Carboneras, tras la ampliación, podría aportar 84. Si sumamos todas las obras pendientes, no llegamos a cubrir esa demanda. Todos los recursos que podemos generar son necesarios. Nosotros tenemos claro que los trasvases son necesarios.
- Y, además del agua, ¿qué otros asuntos ocupan y preocupan al Consejero?
La PAC (Política Agrícola Común) lucha contra el despoblamiento de los pueblos del interior y la desertificación de grandes áreas de la provincia. Apostamos por el futuro de la agricultura con cultivos ecológicos porque cada vez tienen más demanda. Es un hecho constatable que cada vez un mayor número de consumidores quiere productos ecológicos y Andalucía puede producirlos.
