Tercera victoria consecutiva en Liga




ALMERÍA HOY / 01·10·2018

La UD Almería continúa con su excelente trayectoria en la Liga 1|2|3 y sumó la tercera victoria consecutiva de la temporada. El conjunto rojiblanco se superó a sí mismo al desplegar una presión alta que incomodó y maniató al Reus hasta el punto de obligarlo a forzar numerosos errores. César de la Hoz adelantó a los almerienses en el primer período, mientras que Álvaro Giménez, de penalti, puso el 2-0 que certificaron el triunfo después de un partido muy completo de principio a fin que incluso pudo finalizar una renta mayor en el marcador. Porque además del gran trabajo en bloque, el equipo también supo jugar muy bien al fútbol.

Fran Fernández debió pensar que si algo funciona es mejor no tocarlo a la hora de decidir el once inicial. El técnico apostó por los mismos jugadores que vencieron a Real Zaragoza y al Numancia en los dos compromisos anteriores y estos no tardaron en responder con la llegada de las primeras ocasiones, puesto que, en el minuto 3, Juan Carlos Real obligó a Édgar Badía a despejar de puños.

Al arranque fue tan intenso que al cuarto de hora llegó el 1-0. En la jugada, las bandas locales volvieron a ser efectivas con una asociación entre José Corpas y Romera. El lateral centró, Álvaro Giménez se encontró con el portero y, en el rechace, César de la Hoz, que estaba en labores ofensivas, la empujo para contribuir a la felicidad del público asistente al Estadio de los Juegos Mediterráneos.

Lejos de echarse atrás, la ventaja dio más libertad al juego del Almería. Así, en el minuto 25, la presión y la intensidad volvió a ser efectiva cuando Rioja robó el esférico a un contrincante, pero su disparo fue parado por el cancerbero. Sin duda, Édgar Badía fue el mejor de los visitantes, ya que, poco después, volvió a ser protagonista en una acción en la que se entendieron a la perfección el propio Luis Rioja y Álvaro Giménez.

El descanso estaba a punto de llegar y la ventaja mínima de la UD Almería parecía corta. Por méritos, el marcador daba la sensación de que debía ser más amplio. Sin embargo, una veces porque el esférico se marchaba desviado y otras porque estaba el meta, el descanso se alcanzó con 1-0.

Los segundo cuarenta y cinco minutos comenzaron con el mismo guión. Los pupilos de Fran Fernández no estaban dispuestos a disminuir la presión alta e intensa que estaban realizando. Todo ello provocó que los visitantes siguieran cayendo en trampas rojiblancas y dando paso a oportunidades claras. En una de ellas, Rioja remató un centro y el balón se marchó fuera por poco.

En esas, en el minuto 48, llegó el 2-0. Andoni López se sumó a los futbolistas que robaban la posesión al Reus y metió un centro al área que acabó con Álvaro Giménez en el suelo tras recibir un empujón. El árbitro decretó penalti y el atacante, que había recibido la infracción fue el encargado de transformar la pena máxima con el gol que sería definitivo.

Con la llegada del segundo tanto, el Almería comenzó a tocar la pelota de un lado a otro, sin dar opción al equipo catalán de que le hiciera sufrir. Más bien todo lo contrario, debido a que, en el minuto 75, Sergio Aguza —que apenas llevaba diez minutos sobre el rectángulo de juego— probó fortuna desde la frontal, pero ahí estaba Édgar Badía, una vez más.

Sin que René sintiera en ningún momento peligro sobre su portería, el final de los 90 minutos llegó acompañado de la sensación de satisfacción en los espectadores después de disfrutar del buen e intenso fútbol de la UD Almería. Un estilo de juego que lleva a los rojiblancos a encadenar tres triunfos consecutivos en la Liga 1|2|3, cuadro si añadimos el del Copa frente al Málaga CF.