Teniente de Alcalde de Turre: «Aquí no paga ni Dios»

Aunque es uno de los pueblos más endeudados de la provincia y de toda España, Turre estuvo a punto de perder 300.000 euros por falta de diálogo político y, ahora, su primer teniente de alcalde denuncia que la inacción de los gobiernos que se han sucedido en el pueblo impide la entrada de medio millón al año por el IBI


Vista aérea de urbanizaciones en Sierra Cabrera. FOTO: Richard Torné.

ALMERÍA HOY / 01·10·2018

“El Ayuntamiento de Turre deja de ingresar 500.000 euros al año en concepto de IBI”, asegura con rotundidad Martín Morales Fuentes (IU-Somos Turre), el primer teniente de alcalde de la localidad. “Yo denuncio –afirma el edil- que nadie se ha esforzado para que pague todo el mundo, que es lo justo. De los propietarios de parcelas con planes parciales de urbanización, aquí no paga ni Dios. Los dueños de las viviendas sí, pero los de los terrenos no han puesto las propiedades a su nombre”.

La causa, según explica Morales, está en que no se corresponde la titularidad de las propiedades con la que figura en el catastro y, por tanto, no se puede cobrar el impuesto en vía ejecutiva.

“Estamos hablando de una cantidad muy importante, más aún para un municipio como Turre, con las cuentas intervenidas en la práctica por el Ministerio de Hacienda”, asegura. “Sólo a los propietarios de las cien mayores parcelas se les podría reclamar un total de 660.000 euros por el año en curso y los tres ejercicios anteriores que permite la ley”. “Más que de viviendas, se trata de terrenos urbanizables. La mayor parte en Sierra Cabrera, Cortijo Grande y La Pilica, pero también hay terrenos en esa situación en el casco urbano”.

“La situación tiene su origen –afirma Morales- en la picaresca de unos promotores que compraron el suelo, pero no cambiaron su titularidad en el catastro”.

Aunque el inicio de esta merma en el erario de Turre pueda estar en la pillería de algunos, el teniente de alcalde señala que “ha contado necesariamente con la complicidad, por inacción, de todos los gobiernos municipales que nos han precedido”. “Nosotros intentamos enmendar lo que ha sucedido hasta ahora y, con ese fin, pusimos en marcha el año pasado una campaña gracias a la que ya hemos recuperado 160.000 euros y 40.000 para todos los años que vengan. Ahora seguiremos para acabar con una situación tan injusta como ésta. Los propietarios de esas parcelas se están aprovechando de los mismos servicios que la mayoría de los turreros, que cumplen religiosamente con sus obligaciones tributarias”.


“CARGO DE CONCIENCIA”

Sobre otras obligaciones, como la de la regidora María Isabel López (PSOE) para propiciar el diálogo gobernando, como lo hace en minoría, el primer teniente de alcalde reparte culpas entre toda la Corporación.

Así, cuando se pronuncia sobre el curioso incidente que acabó con la aprobación en un pleno propiciado por el líder de la oposición, Arturo Grima (PP) para aprobar la refinanciación de un préstamo que ahorraría 300.000 euros a Turre, decisión que no salió adelante el día anterior ante la inasistencia de la concejal no adscrita, María Luisa Cervantes, y la abstención de los populares por no haber sido informados ni consultados acerca del asunto, Morales confiesa que “todas las fuerzas políticas somos responsables, en la medida de nuestra situación, en todo este desaguisado, pero quien convoca los plenos en la alcaldesa. Yo desconozco si estaba al tanto de que María Luisa no acudiría al Pleno y, en su caso, si estaba dispuesta a aprobar la moción. Entiendo que, al no gozar de la mayoría necesaria, tendría que haber hablado con la oposición para asegurarse que la renegociación del préstamo saldría adelante, aunque también podía haberlo hecho yo. O el PP”.

“Arturo Grima –prosigue- no hizo el papel de alcalde. En 2015, pocos días antes del cambio de gobierno tras las elecciones municipales, convocó un pleno con un punto semejante en el orden del día y votó en contra de su propia propuesta. Al día siguiente, tras asegurarse la unanimidad de la Corporación, volvió a convocarlo. Sí he de reconocer que ha sacado tajada política de la inacción de la alcaldesa. Llamó a la secretaria para enmendar lo que había ocurrido porque tenía cargo de conciencia. No le quedaba otra. Tuvo su parte de buena acción pero, en realidad, no quería que se señalara al PP como responsable de ese disparate que suponía la pérdida de un dinero que Turre no está en condiciones de desaprovechar”.
“Es verdad que no costaba nada haberlo llamado para hacer las cosas bien. Hubiera sido lo correcto. Yo puedo aconsejar, pero no soy el alcalde”, deja caer Morales.


“ESTAFANDO A GALASA”

Hacer las cosas bien debería significar, además, aprobar año tras año los presupuestos, sin embargo, no es el caso de Turre, y así lo reconoce el primer teniente de alcalde.

“Continúa prorrogado el presupuesto de 2016, que alcanzaba los 4,2 millones de euros en el capítulo de ingresos y 3,5 en el de gastos. Las previsiones para 2018 son considerablemente más modestas, 3,4 y 2,8 millones respectivamente”. Preguntado por la considerable merma en las cuentas municipales, el edil responde que “hay que entender que se trata de una previsión. Ya nos gustaría contar con un presupuesto más elevado, pero tenemos que ajustarnos a la realidad”.

Y la dura realidad sale a escena a continuación: “Estamos sometidos a control por parte del Ministerio de Hacienda, que nos ordena reducir el gasto corriente y, al mismo tiempo, no conseguimos aumentar los ingresos”.

Le recordamos al teniente de alcalde que el líder de la oposición opina que el actual gobierno, por poco que cobren sus concejales, le está saliendo demasiado caro al pueblo de Turre, dado el resultado de su gestión, pero Morales lo niega. “Nada de eso. Estamos saliendo muy baratos. En lo que va de mandato hemos solventado asuntos muy importantes para Turre, como el acuerdo para que Galasa se hiciera cargo del ciclo integral del agua. Desde ese día hemos ahorrado muchísimo, por no recordar que se estaba estafando a una empresa pública a la que se compraba el agua y no se le pagaba, aunque sí se cobraba a los turreros empleándose el dinero en tapar una gestión económica que dejaba muchísimo que desear”.

“También se está pagando a los proveedores y reduciendo gastos –añade el edil-. Arturo Grima debería hablar con Diputación, que alaba nuestra gestión al frente del Ayuntamiento”.


MOCIÓN DE CONFIANZA

El primer teniente de alcalde, Martín Morales (IU-Somos Turre) desvela que Turre tendrá nuevos presupuestos a partir de junio y serán aprobados, si es preciso, en el marco de una moción de confianza. “Ya están de vuelta en Madrid –apunta- con las rectificaciones que ordenó el Ministerio. Calculo que podrán entrar en vigor en junio como muy pronto”.

“Pueden salir adelante sin la necesidad de respaldo por una mayoría”, revela y explica que “si no hay otros presupuestos alternativos, se vinculan en la segunda votación a una moción de confianza”. “Podría incluso darse el caso de que el Partido Popular lleve a Pleno unos propios elaborados por ellos, salgan adelante y nos veamos obligados a gobernar con sus cuentas. Todo es posible”.