«Querían las claves del censo del PSOE para ir 'tocando' los militantes y ganar las asambleas»

Entrevista a María José López Carmona, edil no adscrita del Ayuntamiento de Roquetas




ALMERÍA HOY / 26·10·2018

María José López Carmona es concejal no adscrita del Ayuntamiento de Roquetas desde que el 2 de marzo de 2017 anunciara su marcha del PSOE argumentando el «asedio constante» de su jefe de filas, el secretario general de los socialistas roqueteros, Manolo García. López Carmona, que ha denunciado ante el Defensor del Pueblo sufrir «acoso» por parte de su expartido, IU y 'Tú decides', concurrirá a las próximas elecciones municipales con una formación nueva denominada 'Roquetas Sí', y desgrana en esta entrevista cómo y por qué abandonó realmente el PSOE, además de aclarar su postura sobre asuntos locales como la construcción del hospital, la comisaría de Policía Nacional, o los problemas con el transporte escolar.



-Para el que no sepa de qué va la película, ¿Cómo y por qué decide abandonar el PSOE?

-Yo he militado en el PSOE desde que era una cría, desde antes de cumplir 16 años, y he trabajado con todos los secretarios generales, pero lo que ha pasado aquí no tiene nada que ver con ideologías ni con mi trabajo dentro del partido. Al principio es cierto que hay esa sensación de haber hecho algo mal, pero luego lo piensas mejor y tienes claro que no, que has actuado bien. El secretario general llega un momento en el que siente que puede perder el sillón...

-¿Hablamos de Manolo García?

-Sí. Ojo, yo era ajena a todo esto, pero es verdad que había quien decía dentro del partido que Manolo no tenía que repetir como secretario general. Y al final salió mi nombre por ahí; yo era secretaria de organización y tenía cierto protagonismo en la sede. Yo siempre le decía a Manolo que nuestro problema viene por las fisuras, por batallas internas, que es lo que mata una y otra vez al PSOE y hace que no consiga votos necesarios para llegar a la Alcaldía, porque la mitad del tiempo lo gastamos en guerras internas. Obviamente, a mí esto me sobrepasa, y hace ahora dos años, se empiezan a ver movimientos muy raros, me hacen el vacío, la relación se deteriora... Son cosas que se perciben, pero no yo pensaba que cuando llegara Navidad me iban a destituir de la secretaría de organización y como portavoz suplente, además de quitarme de las comisiones informativas.

-¿Qué razones le ofrecieron entonces para justificar esas acciones?

-Llegó un momento en el que no había justificación. Al principio, sí; decían que se iba a reestructurar la ejecutiva, que me iban a poner a una persona de apoyo porque se avecinaban elecciones y querían reducirme la carga de trabajo. No era verdad: lo que querían era introducir allí a Juan Francisco, el edil que se ha liberado en el pleno de este jueves, y que es el nuevo portavoz, y me lo colocan en la secretaría de organización para, día tras día, pedirme el censo de militantes, algo que debe estar bajo estricta custodia de la secretaría de organización. Querían las claves del censo para ir 'tocando' los militantes y ganar las asambleas. O sea, se trata de quitar de en medio a la persona que pueda resultar molesta y garantizarte la continuidad en el partido. En resumen, mucha cobardía y demasiada ambición. La pena es que lo que trasciende a parte de la ciudadanía es que si yo he abandonado mi partido, que si me he aliado con el PP, y nada más lejos de la realidad. El PP tenía su pacto con Cs y no tenía necesidad alguna de comprar voluntades, como se ha llegado a decir. Ahora bien; igual algunos partidos sí tenían necesidad de justificar por qué no hacían una moción de censura en dos años.

-¿Por qué cree usted que los grupos de la oposición no han tratado de sacar adelante una moción de censura para desalojar a Gabriel Amat (PP) de la Alcaldía?

-Eso me pregunto yo. Puede que, además de para tapar su incompetencia, es mejor sacar cortinas de humo, como el transfuguismo. Y el transfuguismo no es esto: yo tuve que dejar el PSOE porque las situación era insostenible, y nunca lo hubiera dejado de haber existido un mínimo de conversaciones, de entendimiento, como ha ocurrido en otros partidos en crisis similares (pone de ejemplo el caso de Mabel Hernández (Cs) en el Ayuntamiento de Almería, recordando que "vino hasta Juan Marín a Almería y al final pidió la reincorporación").

-Si no tengo mal entendido, la suya no es la primera salida sonada del PSOE roquetero que se justifica por la mala relación con el secretario local. Conociendo como conoce a los actuales miembros del PSOE de Roquetas, ¿cree que veremos a no mucho tardar otra salida?

Manolo García ya se ha encargado de quitarse todo lo menos afín, por decirlo así, de en medio

-El PSOE de Roquetas ha padecido durante excesivo tiempo guerras de poder internas. Pero creo que no van a haber más salidas, porque Manolo García ya se ha encargado de quitarse todo lo menos afín, por decirlo así, de en medio, y la militancia que hay ahora mismo es, en un 90%, afín a él. Claro; ha mermado a la mitad, y en el caso de grupo de concejales, la única disidencia era yo. El grupo de concejales es como un club de amigos, no como algo representativo de la sociedad roquetera, de distintos sectores sociales... No: eso es Manolo García y su grupo de amigos. También se puede preguntar uno que por qué no me voy antes: yo no tengo por qué irme de mi partido porque otro me lo imponga; Manolo García no tiene que imponerme a mí cuándo dejo la política. Yo hice la promesa en la campaña electoral de 2015 de defender a mis vecinos, y eso lo voy a hacer hasta el último momento de la legislatura. Ya en 2019, si me tengo que ir, me voy con la cabeza bien alta.

-Se presentará usted en solitario a las próximas elecciones municipales con la formación que ha creado, 'Roquetas Sí'. ¿Confía en obtener suficiente respaldo como para repetir como concejal?

-Hombre, espero tener más de un concejal.

-¿Podemos conocer alguno de los nombres que acompañarán al suyo en la lista electoral de 'Roquetas Sí', o si habrá algún exsocialista en ella?
-Yo no soy muy partidaria. Es verdad que los criterios para confeccionar esa candidatura no se han establecido todavía. Estamos trabajando en ello. El momento de la candidatura vendrá un poco más adelante, pero apuesto más por personas anónimas del municipio de distintos sectores sociales, personas con ilusión y con ganas de trabajar, que vengan por vocación y no por oportunismo.

-El Defensor del Pueblo investiga posible acoso hacia su persona por parte de PSOE, 'Tú decides' e IU. ¿Qué es lo que ha pasado realmente?

-Por un lado, está lo que yo he sufrido en el que era mi partido hasta el momento de abandonarlo. Entiendo que ahí ha habido una situación de acoso a una militante y cargo institucional a la cual no se convoca, se le hace el vacío, se le va delegando, se le van quitando sus cargos... Son situaciones complicadas, y yo me sentía en desamparo. Luego está la parte que empieza desde el minuto uno en que se me da la consideración de edil no adscrita, a decir una serie de barbaridades que claman al cielo, especialmente PSOE, IU y 'Tú decides'. Porque ellos conocían perfectamente lo que estaba pasando en el PSOE, y saben que yo no soy una tránsfuga. Yo no me he ido con el PP a pactar ninguna historia para facilitarle una mayoría, sino que mi partido me abrió la puerta para que me marchara, además, queriendo forzarme a entregar mi acta. Y al no entregarla, me llaman tránsfuga.

-¿Cual es el episodio más desagradable que ha padecido dentro del PSOE?

-Recuerdo muchos momentos desagradables, pero sobre todo aquel primer pleno, al que me acompañó un familiar porque entendía que la cosa podía ser complicada; a mí se me caía el alma a los pies. Jamás pensé recibir tanta dureza verbal, sobre todo por parte de Ricardo, de Izquierda Unida. Cuatro días antes me tomé un café con él y le conté cómo estaban las cosas en el PSOE. Él me dijo que lo sabía, y que ellos no se iban a meter en cuestiones internas de otros partidos. Esa persona me dice eso tres días antes, y luego en ese pleno me humilla. Luego, en las comisiones informativas también se despachan a gusto algunos concejales. Y, por ejemplo, irme yo a los premios de las 'Cien Horas' y encontrarme cosas como que «El PP permite que la tránsfuga entregue premios». Madre mía, ¡si este año no ha ido nadie del PSOE!

-Sus antiguos compañeros de partido le reprochan que, a pesar de sus orígenes socialistas, está respaldando la Alcaldía, nada más y nada menos, que de Gabriel Amat, el número uno del PP almeriense. Lo cierto es que usted votó a favor de sus presupuestos...

-Y los voy a votar otra vez. Hay dos formas de hacer política: una, la coalición que han formado IU, PSOE y 'Tú decides', cuya estrategia es, donde el PP diga blanco, ellos decir negro sin importar la propuesta. La otra forma es una política constructiva, que es la que yo pretendo. Eso consiste en aportar ideas, propuestas, presentar escritos, y, cuando hay que votar a favor, se vota, y si hay que rechazarlo, se rechaza. Yo he votado muchas cosas a favor de IU, pero eso no lo dicen, sólo cuando voto a favor del PP. El presupuesto es un ejemplo claro; yo he ido por los barrios, he recogido información, he hablado con vecinos, hemos elaborado un documento de siete páginas... Ahora, si consigo que el PP recoja algunas de las cosas reflejadas en ese documento, votaré el presupuesto. El problema es que los otros partidos van buscando la excusa para votar en contra. ¿Qué presupuesto es más rico? ¿El de una sola fuerza política, o el que recoge ideas de otras? Pero que cada partido haga lo que quiera.

-En cuanto a los asuntos pendientes de Roquetas, sin duda uno de los que más suenan es el ansiado hospital, que finalmente construirá la Junta de Andalucía. ¿A usted le parecía normal que en un principio fuera el Ayuntamiento quien iba a hacerse cargo de la obra?

-Yo he vivido el tema del hospital desde el año 2003. Nunca, en ningún momento desde el año 2003, hasta hace una semana, la Junta de Andalucía dijo de hacerse cargo del hospital. Jamás.

-¿A qué cree que responde ese cambio de criterio de la Junta?

-(Risas). Decir que, obviamente, veo mucho mejor este convenio que se ha firmado ahora que el anterior porque libera de la carga económica al Ayuntamiento. Lo único que lamento es la coincidencia del anuncio con otro anuncio, el del adelanto electoral en Andalucía.

-Grupos de la oposición piden que sea un hospital completo, y no un CHARE. ¿Usted cómo lo ve?

Nunca entre 2003 y hace una semana la Junta de Andalucía dijo de hacerse cargo del hospital de Roquetas

-Hombre, nosotros también vamos a la mayor, siempre queremos lo mejor, y si hubiera posibilidad de que la Administración autonómica hiciera un hospital más grande, ahí estaríamos. Una cosa es querer las cosas y otras conseguirlas, y hay que tener los pies en el suelo. La Junta ha dicho que hay necesidades cubiertas con los hospitales de Poniente y Torrecárdenas. Yo he sido muy crítica con partidos como 'Tú decides', que están todo el día criticando los pocos servicios de este hospital: otros muchos dicen que ojalá lo tuviéramos, con unas Urgencias completas, que tenemos el ambulatorio de Roquetas Norte saturado. ¿Quiero un hospital grande? Claro, cuanto más, mejor, pero si me ponen esto encima de la mesa, también lo voto.

-En cuanto a la Comisaría de Policía, sigue sin estar y tampoco se la espera a corto o medio plazo, a pesar de que a Roquetas le corresponde una desde hace tiempo por peso poblacional. ¿Por qué sí hay comisaría en El Ejido y no en Roquetas?

-Habría que reflexionar mucho sobre eso. Aquí también he visto que, cuando gobernaba el PP en Madrid, era el PSOE el que pedía que se hiciera, y cuando gobierna el PSOE es el PP el que presenta las mociones. He visto ambas cosas. Lo que sí digo yo desde que soy edil no adscrita es referirme al convenio con la Guardia Civil que ofreció Rajoy al Ayuntamiento de Roquetas; nunca ofreció comisaría. A los ciudadanos les da exactamente igual que sea un Cuerpo u otro. Lo que quieren es alguien a quien poder dirigirse en caso de que ocurra algo.

-El proyecto para urbanizar las Salinas es otro de los más polémicos de esta legislatura. Usted apoya los planes del Ayuntamiento. ¿Es verdad que hay riesgo ecológico para la Ribera de la Algaida?

-Yo soy muy ecologista, cualquiera que me haya seguido a lo largo del tiempo lo sabrá. Ahora bien, no me gusta que se mienta y se manipule a la gente. Cuando se inician movimientos en contra del desarrollo urbano de la zona que hay entre Roquetas y Aguadulce, se dice que se va a construir en la Ribera de la Algaida, cuando los que lo decían sabían, perfectamente, que esa zona estaba fuera de ningún sector urbanizable. Ya se empezó mintiendo. Y ahora se dice que se asedia la Algaida: ya hemos cambiado el discurso. Sí es verdad que las salinas, las charcas, sí aparecen como zona urbana reflejada en el PGOU, pero el edificio que se haga en las salinas no va a estar pegado a la Algaida, sino a la avenida Reino de España, que es lo normal. Hay seis u ocho charcas que amortiguan esa necesaria barrera de separación que hay entre las edificaciones y las zonas protegidas. Resumiendo, este no es el proyecto ideal, pero lo que se votó en el pleno fue su división en cuatro partes y empezar a trabajar por una de ellas; la zona que hay al final de Reino de España. Además, los elementos que puedan protegerse, como las compuertas, se incorporan a las propias edificaciones, dando un plus de calidad a las mismas. No radicalicemos diciendo que aquí no se puede tocar nada.

Lo que es un drama es que los niños tengan que ir andando kilómetros y kilómetros para ir al centro escolar, niños pequeños que salen a la calle cuando es de noche

-¿Sigue habiendo problemas de transporte escolar en Roquetas?

-No se ha avanzado nada, de hecho hay una manifestación convocada para el 5 de noviembre. La organizan los padres, y creo entender que instan a las administraciones a que busquen un acuerdo. Aquí el Ayuntamiento ha sido algo flexible diciendo que no puede poner el transporte escolar, pero sí pueden habilitar una partida como subvención para que la Junta o entidades que puedan hacerse cargo del mismo, lo pongan. Lo que es un drama es que los niños tengan que ir andando kilómetros y kilómetros para ir al centro escolar, niños pequeños que salen a la calle cuando es de noche.