ALMERÍA HOY / 16·10·2018
El acusado por coacciones y utilización de menores para elaborar pornografía infantil E.C.C., de 39 años de edad, nacionalidad española y sin antecedentes, se enfrenta a nueve años y ocho meses de cárcel, así como a la obligación de participar en programas formativos de educación sexual, el pago de las costas procesales y de una indemnización a la víctima de 6.000 euros.
El juicio tendrá lugar en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Almería el 6 de noviembre a las 10.00 horas.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, consultado por ALMERÍA HOY, E.C.C. mantuvo contacto vía Whatsapp con una menor cuando ésta tenía menos de 12 años siendo conocedor de ello porque la propia niña se lo dijo en dos ocasiones diferentes. Aun así, el fiscal apunta que, en el verano de 2014, le insistió para que le enviara fotografías íntimas, algo a lo que acabó accediendo la menor.
Así, la víctima le envió una imagen suya desnuda en el cuarto de baño. Una vez recibida, el acusado le habría exigido más, y ante la negativa de la niña, de manera violenta e intimidante le profirió expresiones como «te voy a encontrar y te voy a matar».
La fiscalía sostiene que, ante el reclamo insistente del acusado y atemorizada porque pudiera publicar la anterior, la víctima le remitió otras dos fotos en las que exhibía sus partes íntimas. Así, apunta que le envió las imágenes «ante el temor de que le arruinara la vida y viéndose obligada a ser su novia».
Como consecuencia de esto, la víctima presenta un trastorno adaptativo con ansiedad, siendo altamente propensa a ella «por vergüenza, culpa, mutismo y evitación de los hechos».
El juicio tendrá lugar en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Almería el 6 de noviembre a las 10.00 horas.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, consultado por ALMERÍA HOY, E.C.C. mantuvo contacto vía Whatsapp con una menor cuando ésta tenía menos de 12 años siendo conocedor de ello porque la propia niña se lo dijo en dos ocasiones diferentes. Aun así, el fiscal apunta que, en el verano de 2014, le insistió para que le enviara fotografías íntimas, algo a lo que acabó accediendo la menor.
Así, la víctima le envió una imagen suya desnuda en el cuarto de baño. Una vez recibida, el acusado le habría exigido más, y ante la negativa de la niña, de manera violenta e intimidante le profirió expresiones como «te voy a encontrar y te voy a matar».
La fiscalía sostiene que, ante el reclamo insistente del acusado y atemorizada porque pudiera publicar la anterior, la víctima le remitió otras dos fotos en las que exhibía sus partes íntimas. Así, apunta que le envió las imágenes «ante el temor de que le arruinara la vida y viéndose obligada a ser su novia».
Como consecuencia de esto, la víctima presenta un trastorno adaptativo con ansiedad, siendo altamente propensa a ella «por vergüenza, culpa, mutismo y evitación de los hechos».
