«Fuimos la primera generación de hijos de trabajadores que tuvo la oportunidad de estudiar»


Estudiantes del Instituto Laboral posan con el autobús escolar del Tío Baltasar.

ALMERÍA HOY / 21·10·2018

Un puñado de condiscípulos formados en los primeros años de la fundación del Instituto de Vera se están organizando “para devolver a la sociedad todo lo que recibimos de ella”. Su presidente define a ese grupo como la “generación del esfuerzo, el estudio, el respeto y el cariño a los profesores”. Admite que todo ha cambiado mucho, pero ellos pueden aportar a los jóvenes de hoy otro tanto de lo que recibieron.


- ¿Qué ha movido a asociarse a los antiguos alumnos del Instituto Laboral de Vera?

- Todo comenzó en el verano de 2015. Tomando café con mi gran amigo Cristóbal López, se nos ocurrió pensar en la posibilidad de reunir a los compañeros de promoción. A una primera convocatoria acudieron 13 ó 14. Ése fue el germen de esta asociación. Recordamos aquellos tiempos, a los profesores, nuestras familias, y fuimos conscientes de lo afortunados que fuimos.

- ¿Afortunados en la España rural de los 50? ¿cómo es posible?

- Porque fuimos la primera generación de hijos de humildes trabajadores que tuvimos la oportunidad de estudiar. Y la aprovechamos. Recibimos todo de esa sociedad y le estamos muy agradecidos, por eso queremos devolver lo que recibimos.

- ¿A qué se han dedicado ustedes en su vida profesional?

- Nuestra asociación la componemos profesionales de todos los ámbitos de la vida. Hay médicos, ingenieros, economistas, humanistas, científicos… En suma, un caudal de experiencia que ahora ponemos al servicio del centro y de otras asociaciones de la comarca.

- ¿Han pensado en que su oferta puede encontrar como respuesta el silencio?

- No lo creo. No será el silencio. Aunque es verdad que todo esto hay que pensarlo y planificarlo bien. Tendremos contacto con la dirección del centro para, como ya he apuntado, devolver lo que recibimos de él.

- El centro del que habla, el Instituto Laboral ‘Fernando el Católico’ de Vera hoy es el Alyanub, ¿me equivoco?

- No se equivoca, es cierto. Ahora es un instituto de Bachillerato y de Formación Profesional. Nosotros podemos ofrecer una colaboración muy positiva en ambas facetas de la educación.

- Pero las cosas han cambiado mucho en ese proceso de cambio de un instituto a otro, ¿de verdad cree que ustedes pueden aportar algo a los estudiantes de hoy?

- Es verdad que el mundo, no sólo el instituto, es ahora muy distinto al que nosotros vivimos, pero a nuestra edad, al conocimiento se añade la experiencia de la vida.

- ¿Adónde le llevó a usted esa experiencia?

- Yo, al terminar la enseñanza media, me marché a Córdoba para estudiar Peritaje Industrial, carrera que he desempeñado durante 45 años, los últimos 40 en una gran multinacional del petróleo.

- Y hoy es el presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del Instituto Laboral ‘Fernando el Católico’.

- Fui elegido yo, pero de forma provisional, sólo con el objetivo de agilizar la constitución de la asociación y su inscripción en el registro. Me eligieron porque yo fui quien movió todo, pero el cargo se renovará en cada asamblea anual, que tendrá lugar en la primera quincena de agosto.

- ¿Cómo ve el tiempo que le tocó vivir?

- Estamos todos, no sólo yo, muy orgullosos de la época que vivimos.

- Acépteme una ironía, ¿podían vivir y aprender en esas aulas llenas de crucifijos, banderas y retratos de Franco y el Papa?

- Nadie se desmayó entonces, aunquehoy tal vez pudiera caer desvanecido más de uno. Aquello suponía la normalidad y no le dábamos más vueltas. La nuestra fue una generación del esfuerzo, el estudio, el respeto y el cariño a los profesores. Son valores que me gustaría que volvieran hoy a las aulas. Nosotros salimos adelante graciasal trabajo y la abnegación de nuestros padres y el nuestro propio. Ya le digo que éramos hijos de padres humildes. Por eso, la comida que nos sirvió de punto de encuentro a los alumnos de entonces quiso ser un homenaje al Instituto Laboral ‘Fernando el Católico’, que era como se denominaba entonces el centro, a los profesores que tuvimos y a nuestros padres.

- ¿Está la enseñanza mejor hoy que en su época de estudiante?

- En lo tecnológico se ha avanzado mucho, sin embargo, hemos retrocedido en otros aspectos.

- ¿En qué aspectos cree que se ha retrocedido?

- Me refiero a los conceptos de autoridad y disciplina. Yo los echo en falta. Del mismo modo, me parece una barbaridad que se pueda pasar de curso sin aprobar. Un auténtico disparate.El estudiante no percibe estos fallos hasta mucho después, cuando ya es demasiado tarde.

- Los informes indican que la principal causa de baja entre el profesorado es la depresión, ¿ocurría igual en aquellos años?

- Yo no recuerdo ninguna baja por depresión entre mis profesores y maestros.

- ¿Ustedes eran todos de Vera o había, además, alumnos de otros pueblos de la comarca?

- El nuestro era el único instituto que había en toda la zona. Muchos estudiantes venían todos los días desde sus pueblos en bicicleta, con la fiambrera metálica en el trasportín.

- Otra ironía, ¿venían en bicicleta? ¿no había transporte escolar?

- Sí lo había para los que venían de más lejos. El autobús del Tío Baltasar traía a los estudiantes de Los Gallardos, Turre, Mojácar y Garrucha, pero los de Antas, Aljáriz, La Huerta o El Real venían en bicicleta.

- Y ahora, si lo acepta, un poco de sarcasmo, ¿no los traían y recogían sus padres?

- Eso era impensable. Los padres estaban currando.

- ¿Ustedes tenían que ayudarles a los padres al volver a casa?

- En verano echábamos una mano a nuestros padres y no nos quejábamos. Total, si se nos ocurría hacerlo iba a dar igual.

- ¿Entiende un alpargatazo como maltrato?

- Éramos críos y alguna travesura sí que hacíamos pero, cuando se enteraban, nuestros padres nos ponían firmes y siempre caía algún coscorrón o alpargatazo que, creo, a ninguno nos dejó secuelas (ríe).

- Otra comparativa de entonces y hoy. ¿Les ayudaban sus padres en los estudios?

- Los estudios eran total responsabilidad nuestra. Nuestros padres no tenían tiempo ni la formación suficiente para ayudarnos.

- ¿Cuál cree que es el sistema de educación más eficaz, el actual o el que vivieron ustedes?

- Yo estoy orgulloso de aquella época que viví y reivindico la enseñanza recibida pero, sí se podría hacer un experimento y formar a unos chicos según los criterios de entonces y veríamos quiénes llegan más lejos. De todos modos, hoy hay muchachos maravillosos. Grandísimos estudiantes.

- ¿Se imagina hasta dónde hubieran llegado a ustedes de contar con los medios que disfrutan los muchachos ahora?

- Si mi generación hubiera dispuesto de los medios que hoy existen, no sé hasta dónde hubiéramos podido llegar. Nos hubiéramos salido todos del mapa.