Rogelio Mena ya puede volver a optar a la Alcaldía de Albox tras quedar libre de la inhabilitación

«Dos años y medio después sigo pensando que no se debió condenar, cuando se había demostrado que quien realizaba las resoluciones era un servicio jurídico externo implicado en otro proceso», dice el exregidor




ALMERÍA HOY / 05·09·2018

Rogelio Mena, exalcalde socialista de Albox que abandonó la Alcaldía tras ser inhabilitado por un juez, ha solicitado al juzgado que le condenó a inhabilitación especial por no entregar la documentación requerida por la oposición, la liquidación de la sentencia tras el cumplimiento íntegro de la medida adoptada por el juez. Así, se cumplen los 2,6 años desde el Pleno de la Corporación de Albox, donde en sesión extraordinaria y urgente celebrada el día 4 de marzo de 2016, se estableció en su punto tercero dar cuenta del auto del juzgado de lo penal nº 1 de Almería de la ejecutoria 122/2016, para el cumplimiento de la sentencia de inhabilitación especial del alcalde Rogelio Luis Mena Segura.

Son muchos los que dan por más que probable la vuelta de Mena a la política local albojense, donde el que fuera su partido, el PSOE, aún no tiene candidato confirmado para las elecciones municipales de 2019.

Parafraseando a Fray Luis de León, Mena asegura que “como decíamos ayer -retomando su discurso treinta meses después- esta sentencia de la que he sido víctima y que considero injusta pero que he acatado, no se debió juzgar por la vía penal, sino, por la vía contencioso administrativa, por cuanto el recurso al derecho penal ha de ser la 'última ratio', o lo que es lo mismo, el último recurso. Creo que se produjo una vulneración de los derechos a la tutela judicial efectiva y a la presunción de inocencia tal cual recogen los artículos 24.1 y 24.2 de la Constitución Española, como consecuencia de que no se tuvieron en cuenta las testificales del secretario y del interventor del Ayuntamiento de Albox”.

El exregidor albojense aún no alcanza a entender que se diese “credibilidad a las declaraciones del denunciante, contendiente político directo y desvirtuar así la presunción de inocencia, mientras que no se tuvieron en cuenta las declaraciones del interventor y del secretario del Ayuntamiento, testigos cualificados por su condición de fedatarios públicos y de cuyas testificales no se desprendía ningún elemento incriminador. Dos años y medio después sigo pensando que no se debió condenar, cuando se había demostrado que quien realizaba las resoluciones era un servicio jurídico externo implicado en otro proceso”.

Consciente de que otros muchos alcaldes de distinto signo político han sido condenados por hechos similares, el político almeriense retirado durante este tiempo a un discreto segundo plano afirma que “si nunca se probó que el alcalde diese órdenes para no facilitar una información, y una condena tipificada como leve en el ordenamiento jurídico no podía tener tal gravedad de inhabilitación, algo que no está interpretando bien. Nunca una competencia exclusiva de alcaldía puede llevar también a la inhabilitación de concejal, puesto que esta última no es competente y la condena debió ser para la función solo de alcaldía y no para concejal”.

Pasado el tiempo de inhabilitación Rogelio Mena evalúa que “tras estos 2,6 años lo más gratificante ha sido el contacto con amigos y familia, vecinos y vecinas que siempre han confiado en mí, compañeros de trabajo y sindicales de todo el estado, estas últimas, con motivo de mis responsabilidades nacionales. Frente a ellos los inquisidores de turno no han cejado en una persecución y acoso permanente con noticias falsas desde perfiles falsos. Intoxicaciones y denuncias sin base alguna ni sentido ante los juzgados que han ido decayendo y absolviendo los tribunales”

De otro lado, vencedor por mayoría absoluta de las últimas elecciones municipales en Albox, entiende que “los mismos que hicieron todo lo lícito e ilícito para exterminarme política y en algunos casos hasta personalmente, me han seguido recordando pública y mediáticamente, algo de agradecer por mantenerme presente en la memoria colectiva, y estoy seguro, que conociendo a los inquisidores, de aquí a las elecciones habrá mas falsedades y tic antisindicales con el objetivo de que ‘intoxica y difama que algo queda’. Esta perversa dinámica de judicialización de la política del PP, que pretende lograr en los tribunales lo que no consigue en la urnas, utilizando la administración de Justicia como segunda vuelta tras una derrota electoral por mayoría absoluta que les infringí, ha llegado a su fin”, sentencia Rogelio Mena.