Maltratador reincidente encara 10 años de cárcel acusado (entre otras) de darle patadas en el vientre a su mujer embarazada

Según el fiscal también maltrataba al hijo de ambos, de sólo tres años de edad. Los hechos ocurrieron entre Huércal Overa y Vícar




ALMERÍA HOY / 02·09·2018

El próximo 26 de septiembre tendrá lugar el juicio en la Audiencia Provincial de Almería contra Daniel L.C., joven madrileño de 32 años de edad acusado de delitos de maltrato habitual, lesiones (con agravante de parentesco), maltrato contra la mujer y maltrato doméstico al hijo de tres años. Por dichos delitos el fiscal solicita hasta diez años de cárcel, prohibición de tenencia de armas, orden de alejamiento, costas procesales y el pago de una indemnización a la víctima de 14.068 euros.

Según el escrito de acusación, consultado por este medio, el acusado -condenado dos veces, en 2009 y en 2010, por violencia de género- a los tres meses de iniciar otra relación (interrumpida varias veces, una de ellas cuando la víctima lo denunció y se le impuso orden de alejamiento), en el domicilio común que ambos compartían en la Puebla de Vícar (también residieron en Huércal-Overa), Daniel L.C. la insultó, amenazó y la golpeó de forma continuada delante de su hijo pequeño.

Así, el texto del fiscal remarca que comenzó a pegarle «a los tres o cuatro meses de iniciar la relación por motivos de celos». En ese sentido, la primera agresión habría sido porque ella habló por internet con un amigo; en esa ocasión, la cogió del pelo y le dio dos bofetadas, siempre según la acusación.

Posteriormente, cuando se quedó embarazada de su segundo hijo, el acusado decía que él no era el padre, «y en una ocasión le empezó a dar patadas en el vientre». A partir de ese momento, los golpes a la víctima se repetían constantemente, «sobre todo cuando a Daniel le faltaba marihuana». Dichos golpes consistían en puñetazos en la cara, mordiscos y tirones de pelo, agresiones que acompañaba de insultos como «eres una puta, no sirves para nada», y amenazando con hacer daño a su familia.

«En otra ocasión, pegó al hijo de tres años y éste llegó a orinarse encima a causa del miedo», apunta el Ministerio Público subrayando que si en todo este tiempo la víctima ha permanecido junto al presunto agresor ha sido «por el terror a que le hiciera algo a sus hijos o a su familia».

Así, en el año 2012, en Huércal-Overa, le habría roto tres dientes, acompañándola al hospital de La Inmaculada; allí, cuando le preguntaban cómo se produjeron las heridas, dijo que de manera fortuita al golpearse con el lavabo accidentalmente.