'Pinguruchos' y exageraciones

El calor es muy malo, y si encima lo combinamos con la sobreactuación política y la necesidad de diferenciarse del adversario, apaga y vámonos


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PABLO REQUENA

Que dice Adriana Lastra –número 3 de Pedro Sánchez en el PSOE- que el ‘pingurucho’ de la Plaza Vieja es el «monumento más importante de la capital» almeriense, y lo dice sin que se le caigan los palos del sombrajo. Se ve que la portavoz sanchista en el Congreso se ha dado una vuelta por la Feria escoltada por el séquito de carguicos de su partido –hay quien piensa que los compañeros susanistas le dieron rebujito de más antes de que pronunciara semejante afirmación-, y cómo no, en un verano en el que parece no haber problema más acuciante para los españolitos que el futuro inmediato del Valle de los Caídos, el conocido como ‘monumento a los Mártires de la Libertad’, en la Plaza Vieja de Almería, cobra una relevancia insospechada para más de uno.

Conste que no tengo nada en contra el ‘pingurucho’. Tampoco me identifico con ninguno de los ‘bandos’ existentes, importándome una higa si finalmente se queda en la Plaza Vieja o si lo trasladan a la Rambla, al parque Nicolás Salmerón o a otro céntrico lugar. Una higa. Como si no tuviéramos asuntos más importantes en los que invertir nuestro tiempo. Lo que pasa es que ver a la comitiva política de turno vendernos la moto de que el ‘pingurucho’ es lo más del patrimonio histórico de Almería, teniendo como tenemos los restos de la fortaleza árabe más importante levantada en suelo europeo desde hace mil años, o una estación de ferrocarril de la escuela arquitectónica de Eiffel cuyo diseño es reconocible dentro y fuera de nuestras fronteras, o una construcción palaciega del siglo XVI que alberga tesoros como el Hospital Provincial... O las canteras califales, el cerro de San Cristóbal, la Catedral, los aljibes árabes, el Cable Inglés, el centro de interpretación ‘Puerta de Almería’... Minucias comparadas con el ‘pingurucho’, oiga, según los gurús del PSOE de Pedro Sánchez.

Cierto es que la Alcazaba se conserva, por desgracia y desde hace décadas, con el mismo interés que se presta al cuarto de la fregona; una situación que se repite con el resto de monumentos mencionados más arriba. Quizá por ahí iba doña Adriana Lastra; por señalar que el ‘pingurucho’ es el monumento más importante de la capital en cuanto a conservación se refiere. Si no, que la compre quien la entienda.

Que sí; que el calor es muy malo, y si encima lo combinamos con la sobreactuación política y la necesidad de diferenciarse del adversario, apaga y vámonos. Pero que si de diferenciarse se trata, podrían probar algún día esa sana costumbre de la autocrítica y hacerse mirar la viga en el ojo de la lamentable gestión de la Junta de Andalucía, gobernada por su mismo partido desde hace 40 años –a este ritmo, harán a Franco un aficionado- con todos y cada uno de los monumentos, no sólo de la capital, sino de toda la provincia de Almería, empezando por los BIC de Cabo de Gata y terminando por los yacimientos arquelógicos, algunos de ellos de importancia mundial, convertidos en criaderos de mierda e incompetencia a raudales.