La Junta lleva más de dos décadas para quitar las humedades de La Alcazaba

En 2006, la entonces delegada de Cultura admitió que llevaban 11 años para acabar con ellas; doce años después de aquellas palabras, las manchas siguen afeando el principal monumento de la provincia


Imagen: PERQ.

ALMERÍA HOY / 07·08·2018

Desde finales del pasado mes de julio se vienen desarrollando excavaciones arqueológicas en un tramo de lienzo de la muralla sur de la Alcazaba «al objeto de estudiar las humedades, entre otras posibles patologías, que provocan los desprendimientos del forro de hormigón coloreado colocado en los años 80 del pasado siglo», ha explicado el delegado territorial de Cultura, Alfredo Valdivia. Nunca es tarde si la dicha es buena, ya que la Junta lleva cerca de un cuarto de siglo «trabajando» para acabar con las manchas de humedades que se extienden por buena parte de la muralla sur del principal monumento almeriense.

Así lo trasladan a este medio desde 'Amigos de la Alcazaba', y para ello aportan un recorte de prensa de 12 de diciembre de 2006 cuyo titular reza: «La Junta reconoce que lleva 11 años detrás de quitar las manchas de humedad de la Alcazaba». Doce años después, las manchas siguen ahí. Pero, al menos, hay un plan de actuaciones y ya se está trabajando sobre el terreno.

Si nos remontamos al año 2006, la entonces delegada de Cultura, Ana Celia Soler, decía lo siguiente: «Llevamos trabajando en solucionar éste y otros problemas desde el año 1995». La socialista se mostraba entonces confiada «pues estas humedades no afectan a la estructura de la Alcazaba» -algo que se pone en duda con los trabajos que se acometen desde hace días-, y aseguró que «lo que no podemos hacer es ponerlo todo pata arriba en dos días». En dos días no, pero en 22 años tampoco, apuntan desde 'Amigos de la Alzacazaba'.


Actuaciones previstas

Los trabajos para poner fin a las humedades contemplan, según explican desde la Delegación de Cultura, la realización de analíticas de los materiales constructivos de este paño de muralla, tanto de la restauración del siglo XX como de los originales; la ejecución de un sondeo arqueológico en el trasdós de la muralla, con la finalidad de obtener información sobre la topografía original de esta zona, las características de las estructuras y las posibilidades de definir redes de drenaje y evacuación de aguas; así como la redacción de un proyecto de restauración sobre el lienzo de muralla con la información recogida por las analíticas y la actividad arqueológica.

Para el delegado de Cultura, Alfredo Valdivia, los objetivos que pretenden alcanzar en el futuro proyecto de obra son «obtener una información de calidad sobre las estructuras defensivas conservadas en este frente sur, definir con rigor la materialidad de estas estructuras, identificando técnicas edilicias tanto de las restauraciones como de las fábricas medievales, estudiar y definir el origen de las patologías más destacadas que afectan a esta parte de la fortaleza, restaurar un paño de muralla afectado por importantes patologías, y finalmente definir criterios que sirvan para actuar en otras partes cercanas por similares problemas de conservación».

Por su parte, el director del Conjunto Monumental ha afirmado que el sondeo arqueológico practicado tiene una extensión de seis por tres metros, localizado junto al adarve de un tramo de muralla en el frente sur, a poca distancia de la torre sur. Aparte del gran valor científico en sí, que ya está dando los primeros resultados desde el pasado lunes, «el objetivo fundamental es obtener una serie de muestras tanto del paramento exterior como del interior de la muralla, ya que su análisis nos aportará datos de las materias primas que se emplearon en la elaboración de los tapiales y morteros, su dosificación y granilometría, presencia de sales solubres (eflorescencias) de carácter expansivo que puedan actuar con la humedad y tratamientos neutralizadores, estructura porosa del mortero y tapial, así como determinar las principales propiedades mecánicas, entre otras características».

La intervención arqueológica estará a cargo de la arqueóloga del Conjunto Monumental, Rosa Morales, apoyada por la restauradora, Cruz Ramos. La redacción del proyecto de restauración lo realizará la empresa Yamur. Arquitectura y Arqueología S.L., mientras que las analíticas de los materiales se llevarán a cabo en el Laboratorio de Materiales de Construcción de la Universidad de Sevilla.