Es la respuesta del portavoz local del PSOE ante lo que califica de “persecución al turista”
 |
| El coche de la Policía Municipal da marcha atrás para subirse a la acera porque estaba interrumpiendo el tráfico al haber entrado en la vía de servicio en dirección opuesta a la circulación |
ALMERÍA HOY / 23·08·2018
Miércoles 22 de agosto, 16:40. mientras tomamos un café en un establecimiento de la playa de Mojácar observamos atónitos cómo un vehículo de la Policía Local irrumpe en sentido contrario, interrumpiendo el tráfico, en la vía de servicio de la carretera de la costa, también conocida como Avenida del Mediterráneo, situada en dirección a Carboneras, en la zona de los conocidos chiringuitos.
Los agentes tienen que retroceder obligados por los vehículos que en ese momento circulan correctamente, y reculan ocupando toda la acera de la esquina en donde hay una óptica. Cuando bajaron del coche, quienes contemplábamos la escena conocimos sus motivos, que consistían en multar a destajo los vehículos aparcados que ocupaban parcialmente (unos 30 cms aproximadamente) la acera que ellos habían colapsado por completo.
Inmediatamente, de las mesas de los establecimientos aledaños comenzaron a levantarse propietarios de los coches que podían ser víctimas propiciatorias de la sanción. Entre ellos un británico al que pudimos escuchar una serie de parrafadas entre las que se pudieron entender algunas frases como “sons of bitch” o “fucking cops”, (hijos de puta y jodidos policías respectivamente).
Tras la desbandada, allí únicamente quedaron algunos automóviles cuyos conductores, ajenos a lo que ocurría, estaban en ese instante en alguno de los chiringuitos que hay enfrente. Cuando terminaron de sancionar, los agentes continuaron patrullando por otros lugares de la carretera de la playa.
“La alcaldesa [Rosa María Cano, PP] se dedica ahora a espantar a los turistas en la peor campaña que se recuerda en décadas como hace la bruja del tren, sólo que a multas en vez de a escobazos”, manifiesta el portavoz socialista local, Manuel Zamora.
"Son multas por mal aparcamiento cuando ha acabado con los lugares donde aparcar, la ordenanza antirruido que aplica a su libre albedrío o a negocios que reparten publicidad".
“Está recogiendo el fruto de una falta de planificación turística en los más de treinta años que lleva chupando del bote municipal de Mojácar. Optó por los hoteles de todo incluido y apartamentos y ahora no le gustan las personas que atrae ese tipo de establecimientos”.
“Podía haber mirado lo que estaban haciendo en otros sitios. No hacía falta irse muy lejos. En Vera eligieron un urbanismo de calles anchas, urbanizaciones espaciosas y muchos servicios, un modelo que las distintas corporaciones que han pasado por el Ayuntamiento han continuado. El fruto es que cada año abren nuevos establecimientos allí mientras aquí no se mantienen”.
De igual manera se expresa uno de los portavoces de Somos Mojácar, Carlos Rodríguez que, además, gestiona un bar en el pueblo. “Veo con tristeza como los colegas que tienen otros establecimientos aquí me dicen que no aguantan más y que ésta es la última temporada que siguen abiertos. La alcaldesa va a convertir Mojácar en un desierto”.
“Muchos clientes me preguntan en el bar qué es lo que pasa en Mojácar. No están acostumbrados a ver en las calles de las ciudades en que viven a la Policía Municipal con chalecos antibalas y armados hasta con perros en la puerta de los chiringuitos. Piensan que esto debe ser Magalluf o cualquier ciudad Siria en guerra. Pero de esto sólo hay una culpable, que es la alcaldesa, y unos cuantos cómplices, que son su los concejales de su equipo de gobierno. Los agentes tienen ya demasiado con tener que cumplir las órdenes de semejante individua”.
Los agentes tienen que retroceder obligados por los vehículos que en ese momento circulan correctamente, y reculan ocupando toda la acera de la esquina en donde hay una óptica. Cuando bajaron del coche, quienes contemplábamos la escena conocimos sus motivos, que consistían en multar a destajo los vehículos aparcados que ocupaban parcialmente (unos 30 cms aproximadamente) la acera que ellos habían colapsado por completo.
Inmediatamente, de las mesas de los establecimientos aledaños comenzaron a levantarse propietarios de los coches que podían ser víctimas propiciatorias de la sanción. Entre ellos un británico al que pudimos escuchar una serie de parrafadas entre las que se pudieron entender algunas frases como “sons of bitch” o “fucking cops”, (hijos de puta y jodidos policías respectivamente).
Tras la desbandada, allí únicamente quedaron algunos automóviles cuyos conductores, ajenos a lo que ocurría, estaban en ese instante en alguno de los chiringuitos que hay enfrente. Cuando terminaron de sancionar, los agentes continuaron patrullando por otros lugares de la carretera de la playa.
“La alcaldesa [Rosa María Cano, PP] se dedica ahora a espantar a los turistas en la peor campaña que se recuerda en décadas como hace la bruja del tren, sólo que a multas en vez de a escobazos”, manifiesta el portavoz socialista local, Manuel Zamora.
"Son multas por mal aparcamiento cuando ha acabado con los lugares donde aparcar, la ordenanza antirruido que aplica a su libre albedrío o a negocios que reparten publicidad".
“Está recogiendo el fruto de una falta de planificación turística en los más de treinta años que lleva chupando del bote municipal de Mojácar. Optó por los hoteles de todo incluido y apartamentos y ahora no le gustan las personas que atrae ese tipo de establecimientos”.
“Podía haber mirado lo que estaban haciendo en otros sitios. No hacía falta irse muy lejos. En Vera eligieron un urbanismo de calles anchas, urbanizaciones espaciosas y muchos servicios, un modelo que las distintas corporaciones que han pasado por el Ayuntamiento han continuado. El fruto es que cada año abren nuevos establecimientos allí mientras aquí no se mantienen”.
De igual manera se expresa uno de los portavoces de Somos Mojácar, Carlos Rodríguez que, además, gestiona un bar en el pueblo. “Veo con tristeza como los colegas que tienen otros establecimientos aquí me dicen que no aguantan más y que ésta es la última temporada que siguen abiertos. La alcaldesa va a convertir Mojácar en un desierto”.
“Muchos clientes me preguntan en el bar qué es lo que pasa en Mojácar. No están acostumbrados a ver en las calles de las ciudades en que viven a la Policía Municipal con chalecos antibalas y armados hasta con perros en la puerta de los chiringuitos. Piensan que esto debe ser Magalluf o cualquier ciudad Siria en guerra. Pero de esto sólo hay una culpable, que es la alcaldesa, y unos cuantos cómplices, que son su los concejales de su equipo de gobierno. Los agentes tienen ya demasiado con tener que cumplir las órdenes de semejante individua”.
