Diez escapadas a las alturas sin salir de la provincia

No todo el mundo elige la playa como destino en verano


Calle de Bacares (archivo).

ALMERÍA HOY / 13·08·2018

En las estaciones de otoño e invierno, muchos cambian playa por montaña. Y en verano, también. De hecho, el turismo rural almeriense viene promocionándose en distintos eventos turísticos, como la Feria Tierra Adentro, con destinos tan sugerentes como Las Canales de Padules o la villa de Laujar, entre otros. Sin embargo, son muchos más los puntos de interés 'escondidos' en el interior almeriense. ALMERÍA HOY se centra en los diez municipios que se encuentran a mayor altitud de la provincia —todos ellos a más de 1.000 metros de altura—.


1. Bayárcal (1.258 metros)

El pueblo almeriense a mayor altitud es Bayárcal, que se encuentra en pleno Parque Nacional de Sierra Nevada, en el límite con la provincia de Granada. En esta pequeña localidad de marcado carácter alpujarreño residen algo más de 320 habitantes, y pronto presumirá de la 'tirolina' más grande de Andalucía junto a la futura zona recreativa de El Castaño que se está levantando en el paraje de Talama.

Por si fuera poco, en su término municipal se encuentra la montaña más alta de la provincia —El Chullo—, que con sus 2.611 metros de imponente altura es uno de los principales reclamos de Bayárcal tanto para excursionistas como para cualquier amante de la naturaleza.


2. Bacares (1.206 metros)

Bacares es conocida por muchos por su célebre 'Tetica', un pico a 2.080 metros de altitud que, en los meses invernales, nos ofrece una estampa sin igual, ya que es habitual verlo cubierto de un manto de blanca nieve. Pero en verano y a pesar de la ausencia de nevadas, Bacares también es destino ideal para los amantes del turismo rural.

Otras majestuosas montañas, como El Layón (1.937 metros), Las Hoyas (2.009 metros) y el Calar Alto (2.168 metros) rodean la zona, con lo que los valientes que gozan de esas caminatas en las que hay que parar cada poco para descansar debido a las pendientes, están de enhorabuena. ¿Que preferimos más el folclore y fiesta? Atentos a una de las romerías con más tradición de toda Almería. ¡Ah! Y si nos atrevemos con la espeleología, podemos encontrar las cuevas naturales más importantes y fascinantes de esta serranía, con curiosas leyendas a sus espaldas, como la Cueva de Los Santos o la Sima del Cántaro.


3. María (1.194 metros)

En pleno corazón del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez nos topamos con la hermosa localidad de María, donde unos 1.300 vecinos disfrutan de los encantos de la vida serrana a unos 1.200 metros de altitud, lo que la convierte en el tercer municipio más elevado de Almería, y el primero —y más pequeño— de la comarca velezana.

Ha sido noticia en los últimos tiempos por esa reivindicación según la cual el río Guadalquivir no nacería en la provincia de Jaén, sino que lo haría en la de Almería, y exactamente en Cañadas de Cañepla (María). Polémicas aparte, lo cierto es que en este pueblo agrícola podemos perdernos por sus lavaderos públicos, de siglos de antigüedad y restaurados para vecinos y visitantes, así como en su jardín botánico, sin desmerecer el rico patrimonio de María, con la iglesia de La Encarnación, de estilo mudéjar, y con la ermita de la Virgen de la Cabeza en la sierra. A todo ello hay que sumar el hostal, el albergue y el cámping, y, por supuesto, el área recreativa de La Piza. Destino especialmente indicado para los amantes del senderismo, del ciclismo y de la escalada, en buena parte debido a lo que ofrece la subida al Alto de la Burrica (unos 2.050 metros de altura).


4. Paterna del Río (1.193 metros)

Muchos consideran a Paterna del Río como uno de los municipios más bonitos de La Alpujarra almeriense, y no parecen andar faltos de motivos. Rozando los 2.000 metros de altura y rodeado de vegetación en una zona eminentemente árida como Almería, esta localidad presume de espectaculares paisajes —con el Puerto de la Ragua asomando— que cumplirán con creces las expectativas del turista que se apasiona con el mundo rural.

Con poco menos de 400 habitantes, Paterna del Río es sinónimo de manantiales de agua fresca y cristalina, donde el pasado árabe se respira por cada calle, y con la iglesia mudéjar de Nuestra Señora del Rosario —en la pedanía de Guarros— como gran atractivo patrimonial, si bien su estado actual deja que desear tras los últimos derrumbes. Y la gastronomía es otro fuerte: platos alpujarreños, migas, gachas, fritadas de conejo...


5. Vélez-Blanco (1.070 metros)

Otro pueblo almeriense de 'altura' es Vélez-Blanco, de sobra conocido merced a su impresionante castillo, cuyo interior se encuentra expuesto en el Metropolitan Museum de Nueva York. No en vano es uno de los principales activos patrimoniales de la provincia, siendo visitado cada año por miles de turistas.

Y no es el único atractivo; en la Cueva de Los Letreros fueron descubiertas diversas pinturas rupestres que contienen escenas relacionadas con las actividades que practicaban los primeros pobladores del sureste peninsular. El lugar, utilizado como refugio, forma parte del amplio Conjunto de Arte Rupestre del Arco Mediterráneo, delcarado por la UNESCO como Patrimonio Mundial. Contiene representaciones de lo que se denomina arte rupestre levantino.

La Cueva de Los Letreros fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1924 y en fecha más reciente Patrimonio de la Humanidad. En este abrigo rocoso se descubrió la figura del Indalo, que representa un hombre que sostiene con sus manos el arco iris y que se ha convertido en el símbolo más representativo de Almería.


6. Chirivel (1.034 metros)

Y no podemos marcharnos de la bella comarca de Los Vélez sin pasar por Chirivel. También en el Parque Natural de la Sierra de María, en esta localidad de más de 1.600 habitantes podemos tomarnos la visita con calma haciendo parada en el hotel-restaurante Casa Lorenzo —o en cualquiera de sus cortijos rurales—, y así tendremos fuerzas suficientes para pasear por la rambla de la localidad, enmarcada en lo que está considerado un bosque único en el continente europeo.

Así que, en tierra de frondosas arboledas, se levanta la 'Sabina Milenaria', un árbol exclusivo en la provincia almeriense que tiene unos mil años de antigüedad. Para visitarla, podemos tomar la pista forestal que sale justo debajo del puente de la autovía, en la salida de Chirivel en dirección a la sierra de María. Sin dejar de lado otros lugares de interés, como son la iglesia de San Isidoro, patrón de Chirivel a quien, el penúltimo domingo de agosto, se rinde homenaje con las fiestas en su honor. Aunque sea para degustar su repostería casera, sus migas, gurullos, o para irse de tapas, Chirivel merece que hagamos un alto en el camino.


7. Oria (1.025 metros)

Haciendo de frontera natural entre las comarcas de Los Vélez y el Valle del Almanzora, tenemos la Sierra de las Estancias, y en ella, a municipios encantadores como Partaloa, Taberno y Oria. En este último sobresale una construcción en particular: la deslumbrante basílica de la Merced, de estilo barroco, que además está levantada sobre las ruinas de un castillo.

Muy cercana a ella están la Fuente de la Polaca, que se puede tirar años sin agua, pero cuando ésta aparece, bien vale la pena la espera. Al encontrarse en un paraje rodeado de cerros pelados y campos de cereal, olivos y almendros, Oria es otro buen ejemplo de turismo rural de interior en la provincia de Almería. Claro que es un pueblo con más de 2.000 habitantes, gentes cuyo carácter hospitalario es otro punto más a favor de Oria, que junto a las vistas impagables de los Filabres, hacen de este pueblo almeriense parada obligada en nuestra ruta por las 'alturas', con casas rurales listas para recibirnos tras una ruta de senderismo por la denominada Vega Árabe.


8. Alcudia de Monteagud (1.010 metros)

Y hablando de pueblecitos blancos en Los Filabres, uno de los municipios más —injustamente— desconocidos de la Almería profunda es Alcudia de Monteagud, otro sitio con encanto en nuestra ruta por los lugares más elevados de la provincia. Calles estrechas, arquitectura árabe, la iglesia del siglo XVI —con un retablo de Bartolomé Marín, cuyo primer destino fue este pueblo almeriense—, las eras empedradas —dicen los lugareños que son las más grandes del mundo— que, cuando nieva, parecen parecen pequeños lagos helados... Muchos atractivos en un pequeño pero encantador lugar para el que busca perderse por las sierras del interior.

Obviamente, si visitamos Alcudia en verano, no encontraremos nieve, pero sí unas vistas espectaculares, bien desde la Torre Alhabia, levantada sobre los restos de una antigua torre-vigía árabe, o bien desde el restaurante-mirador donde, además de exquisitos platos caseros, nos podemos deleitar con un paisaje único en toda Almería; todo el valle hasta Benitagla, con la Tetica de Bacares también a la vista. Además, dentro de poco —15 y 16 de agosto— se celebran las fiestas en honor a San Roque, que incluyen los tradicionales Moros y Cristianos, un motivo más para conocer Alcudia de Monteagud.


9. Olula de Castro (1.010 metros)

Seguimos en la Sierra de Los Filabres para detenernos en el municipio de Olula de Castro, clásico pueblecito almeriense de montaña y casas blancas, también nos ofrece experiencias de 'altura'. Amén de atractivos como la iglesia de la Virgen del Patrocinio, que data del siglo XVI, o de las almazaras antiguas que se conservan en la localidad, Olula de Castro es otro rincón del sureste español que cualquier amante del turismo rural no debe pasar por alto.

Amén de los paisajes de 'postal' que regala a la vista, aquí podemos disfrutar de rutas de senderismo que parten desde el pueblo colina arriba siguiendo el arroyo del Verdelecho. Y ahora que aprieta el verano, se celebra la romería del Carmen la próxima semana —en la ermita del Peñón Bajo— y la Fiesta del Emigrante, que tendrá lugar del 4 al 6 de agosto, y donde vecinos que emigraron a Francia y a otros puntos de España retornan para disfrutar de una auténtica verbena en su tierra natal. Y, por supuesto, nadie puede marcharse de Olula de Castro sin probar sus deliciosos turrones —¿quién dijo que son sólo para el verano?— que se han exportado a otros países gracias a las espléndidas almendras de la zona, así como al cultivo de la miel propio de Olula.


10. Tahal (1.010 metros)

En la ladera sur de la Sierra de Los Filabres, a más de 1.000 metros de altura, Tahal puede considerarse como 'tierra de encinas', ya que aquí aún podemos contemplar varios ejemplares autóctonos que sobrevivieron a las talas que convirtieron, hace siglos, un vergel en un desierto.

Paisajes alucinantes y rutas a raudales tanto para caminantes como para amantes de la bici; la proximidad de Collado García o de la misma Alcudia de Monteagud nos ofrecen la posibilidad de planear escapadas en las que vivir mil y una aventuras. Además, Tahal cuenta con varios nacimientos naturales de agua, lo que permite un desarrollo de la huerta local.

Claro que el turismo rural ha hecho que se disponga de un destacable número de casas rurales, restaurantes muy populares y bares con la tradición del tapeo de la provincia de Almería. Y entre su patrimonio histórico, destacar los restos del castillo medieval (siglos XV-XVI) y la iglesia de La Encarnación.