Las oposiciones a bombero del Levante llegarán a los juzgados

El tribunal ha respondido fuera de plazo a las alegaciones presentadas por la Unión Nacional de Opositores a Bomberos que ha denunciado “falta de transparencia” y “no velar por el anonimato en la custodia de los exámenes”




ALMERÍA HOY / 16·07·2018

El proceso de selección para cubrir 26 plazas de bombero en el Consorcio del Levante almeriense, que preside la alcaldesa de Mojácar Rosa María Cano (PP), será objeto de un procedimiento contencioso administrativo en los juzgados de Almería. Esa es la decisión adoptada por la Unión Nacional de Opositores a Bomberos (UNOB), que presentó alegaciones el pasado 25 de mayo, tras la celebración del segundo ejercicio de la prueba, al concurso de 26 plazas en el Consorcio del Levante al que concurrieron más de 1.200 aspirantes.

El plazo que tenía el tribunal para responder a las objeciones expiraba el pasado expirado el 28 de junio, pero no lo hizo hasta el 9 de julio y, además, “sólo han tenido en cuenta la sustitución de dos preguntas, pero no las relativas a los defectos en la custodia de los exámenes, como la falta de precinto de los sobres o de garantías sobre el anonimato de los mismos”. Por esos motivos, la UNOB ha anunciado que ahora emprenderán la vía judicial.

Estos opositores se quejaban en sus alegaciones de la “falta de transparencia” y de “no velar por el obligado anonimato en la custodia de los exámenes” por parte del tribunal en el transcurso de los ejercicios. En concreto, el portavoz de los reclamantes –que prefiere preservar su anonimato para evitar posibles represalias-, denuncia que “la mayoría de las pruebas físicas se celebraban a puerta cerrada en una sala a la que íbamos entrando grupos de tres o cuatro y, por tanto, no era pública la marca realizada ni si el ejercicio se realizaba correctamente”.

“Por otra parte –continúa-, los exámenes teóricos se recogieron en el mismo sobre, estando juntas las hojas con las preguntas y respuestas y la que contenía los datos personales de cada opositor, no respetando, como es obligatorio, el anonimato de los participantes, y siendo posible cambiar los folios del ejercicio durante la custodia de los mismos”.

“Lo normal –explica- es que todas las pruebas se realicen a la vista de todo el mundo y que los datos personales y los exámenes se recojan por separado, pero estén relacionados por una matriz perforada, un código numérico o de barras o cualquier otro método que asegure que la hoja con el nombre y con las respuestas ha sido rellenada por la misma persona, al tiempo que se mantiene el anonimato”.

“Nosotros no afirmamos que realmente se haya sustituido ninguna hoja de ningún opositor por otra resuelta a la perfección, únicamente denunciamos que no se ha garantizado que eso no pudiera ocurrir. Aunque salgan perjudicadas algunas personas que hayan aprobado por méritos propios, a las que pedimos perdón, creemos que era nuestra obligación denunciar las irregularidades que hemos observado.Posiblemente, lo sucedido sea muestra de la incompetencia o negligencia del tribunal, pero se trata de velar por la limpieza de la prueba”.

Las alegaciones se presentaron por las presuntas irregularidades observadas durante el curso de la segunda prueba, el examen teórico. Aún así, se celebró la tercera, que consistió en un psicotécnico al que llegaron 33 de los más de 1.200 inscritos inicialmente. Quedaron aplazados el supuesto práctico, un reconocimiento médico, así como la última, un dictado.

Además de las quejas vertidas en las alegaciones, el miembro de laUNOB también manifiesta sus objeciones sobre el contenido de las pruebas.
“Las físicas eran muy poco exigentes. De hecho, las superamos prácticamente todos los que nos presentamos a ellas”, refiere el portavoz de los reclamantes. “En cuanto al teórico, yo hubiera preferido que se ciñera a conocimientos que tuvieran que ver con los trabajos que puede realizar un bombero en el ejercicio de la profesión, pero había preguntas de Física y Química, de la Constitución y, sobre todo, demasiadas preguntas relacionadas con el callejero de los pueblos del Levante almeriense y sus pedanías. Parecía más un examen para taxista”.

Entre las preguntas del examen, nuestro interlocutor refería una relativa “al nombre de las cuatro calles que rodean la iglesia de un pueblo, el punto kilométrico de la A-7 en que termina la provincia de Almería. Son preguntas para favorecer a gente de la zona, pero insustanciales para seleccionar los méritos de un bombero”. “Vamos a pedir la nulidad de la prueba para velar por su limpieza, por la igualdad de oportunidades y por el bien de los habitantes del Levante almeriense. Los ciudadanos se merecen que los 26 nuevos sueldos de bombero que van a pagar vayan a parar a los mejores, a los más preparados para ejercer la profesión, y no a los parientes o amiguetes del alcalde o el concejal con menos vergüenza”.
De momento, el Defensor del Pueblo Andaluz ya ha admitido a trámite su queja e instado a la Consejería de Interior de la Junta que investigue las denuncias de estos opositores.


“Lo que ha pasado aquí no sucede en ningún sitio”

“Lo que ha pasado aquí no sucede en ningún sitio –afirma el portavoz de la Unión Nacional de Opositores a Bomberos-. Siempre hay rumores de que se han filtrado preguntas o, incluso, exámenes enteros. De hecho, hay un juicio abierto en Córdoba por una asunto así, pero se trata de cuestiones muy difíciles de demostrar”.

“En estas oposiciones se ha incumplido la normativa de manera flagrante y a la vista de todo el mundo. No hablamos de sospechas, sino de no observar la debida custodia de unas pruebas selectivas a la vista de todos. Los que hemos participado en los ejercicios lo hemos visto. Somos testigos desde el primero hasta el último y, además, están las pruebas materiales, que son las propias hojas de examen”.