Se trata de un varón de nacionalidad española y con antecedentes penales que insultó a los agentes llamándoles "gilipollas" y "corruptos"
ALMERÍA HOY / 15·07·2018
El Juzgado de lo Penal 5 de Almería ha condenado a Dniel B.R. como autor de un delito de atentado a agentes de la autoridad y otro delito de lesiones a penas que suman ocho meses de cárcel, el pago de 240 euros y una indemnización a las víctimas de 450 euros.
La sentencia, consultada por ALMERÍA HOY, estima como hechos probados que el condenado, con antecedentes penales, estaba sobre las 15.04 horas del 28 de mayo de 2018 en un local de juego ubicado en la plaza de Barcelona de la capital almeriense, donde acudieron efectivos de la Policía Local de Almería al ser requeridos por el encargado del establecimiento ante la actitud del condenado.
Una vez allí los agentes, D.B.R., en evidente estado de embriaguez, comenzó a insultarles llamándolos "gilipollas" y "corruptos", siéndole requerida la documentación, negándose a entregarla, por lo que fue inicialmente introducido, con gran resistencia por su parte, en el vehículo policial. Una vez dentro, empezó a golpear el coche, por lo que los agentes volvieron a abrir su puerta cuando procedió a agredirles.
Según la sentencia, lo hizo con "puñetazos y patadas", logrando ser finalmente reducido. Además, los agentes sufrieron contusiones y dolor en dedos de las manos, llegando uno de ellos a padecer un esguince. En cualquier caso, la pena privativa de libertad queda suspensa a condición de que no delinca durante tres años.
La sentencia, consultada por ALMERÍA HOY, estima como hechos probados que el condenado, con antecedentes penales, estaba sobre las 15.04 horas del 28 de mayo de 2018 en un local de juego ubicado en la plaza de Barcelona de la capital almeriense, donde acudieron efectivos de la Policía Local de Almería al ser requeridos por el encargado del establecimiento ante la actitud del condenado.
Una vez allí los agentes, D.B.R., en evidente estado de embriaguez, comenzó a insultarles llamándolos "gilipollas" y "corruptos", siéndole requerida la documentación, negándose a entregarla, por lo que fue inicialmente introducido, con gran resistencia por su parte, en el vehículo policial. Una vez dentro, empezó a golpear el coche, por lo que los agentes volvieron a abrir su puerta cuando procedió a agredirles.
Según la sentencia, lo hizo con "puñetazos y patadas", logrando ser finalmente reducido. Además, los agentes sufrieron contusiones y dolor en dedos de las manos, llegando uno de ellos a padecer un esguince. En cualquier caso, la pena privativa de libertad queda suspensa a condición de que no delinca durante tres años.
