Colectivos como Ecologistas en Acción vienen denunciando la situación desde hace años y critican la "dejadez" de las administraciones
ALMERÍA HOY / 12·07·2018
A pesar de que este medio lleva varias semanas tratando de hablar con la alcaldesa de Gádor, Lourdes Ramos (PP), sobre cómo va el proyecto de obra que debe poner fin a los vertidos de aguas residuales que, todavía hoy, se producen al río Andarax por parte de empresas cítricas de la localidad, nos ha sido imposible hacerlo. Lo más que hemos conseguido ha sido conversar telefónicamente con su oficina de prensa, quien traslada que "no es que la alcaldesa no quiera atenderos, es que no tiene nada nuevo que decir con respecto a lo que os dijo la última vez". "No hay nada nuevo; está todo igual. Es un problema enquistado y seguimos tratando de solucionarlo, pero no hay avances sustanciales", añaden.
Así las cosas, la última vez que este medio conversó con Lourdes Ramos fue el pasado mes de enero, poco después de publicar en exclusiva cómo se siguen produciendo vertidos en pleno 2018. Entonces, la regidora explicaba que tras haber mantenido distintas reuniones con la Delegación de Medio Ambiente, ya había obtenido autorización para la redacción de un proyecto que calificaba como "denso y complejo".
Entendemos por tanto que en siete meses no se ha producido un solo avance, ni siquiera sobre el papel, para acabar con un problema medioambiental propio de países subdesarrollados. Y eso que, a mediados de mayo y cuestionada por la Junta Gestora de la Mancomunidad del Bajo Andarax, la propia alcaldesa gadorense dijo que en su Ayuntamiento "estamos intentando agilizar al máximo la redacción de un proyecto de gran envergadura, con muchas empresas implicadas en la obra". En cualquier caso, sigue sin existir un plazo oficial para acabar con los vertidos de las cítricas al río Andarax.
Así las cosas, la última vez que este medio conversó con Lourdes Ramos fue el pasado mes de enero, poco después de publicar en exclusiva cómo se siguen produciendo vertidos en pleno 2018. Entonces, la regidora explicaba que tras haber mantenido distintas reuniones con la Delegación de Medio Ambiente, ya había obtenido autorización para la redacción de un proyecto que calificaba como "denso y complejo".
Entendemos por tanto que en siete meses no se ha producido un solo avance, ni siquiera sobre el papel, para acabar con un problema medioambiental propio de países subdesarrollados. Y eso que, a mediados de mayo y cuestionada por la Junta Gestora de la Mancomunidad del Bajo Andarax, la propia alcaldesa gadorense dijo que en su Ayuntamiento "estamos intentando agilizar al máximo la redacción de un proyecto de gran envergadura, con muchas empresas implicadas en la obra". En cualquier caso, sigue sin existir un plazo oficial para acabar con los vertidos de las cítricas al río Andarax.
