BEBÉS ROBADOS. «Éramos ganado, nos compraban y nos trasladaban de una ciudad a otra»

Ascensión López, presidenta de la asociación 'SOS Bebés robados Almería'




ALMERÍA HOY / 01·07·2018

La asociación SOS Bebés Robados denuncia en Almería más de un centenar de casos, dos en Huércal Overa -en el antiguo hospital La Inmaculada- y otros dos de familias de Los Gallardos. «Era una trama perfectamente organizada que operaba a lo largo de toda la geografía española. Nos cambiaban de ciudad, también las fechas de nacimiento... La búsqueda es muy difícil», afirma la presidenta del colectivo, Ascensión López, en una entrevista concedida a ALMANZORA ACTUALIDAD.


- ¿Tantos casos hay en Almería para que se cree una asociación?

- En Almería llevamos algo más de un año constituidos como asociación y tenemos más de 100 casos. Salen casi a diario.

- ¿Todos con el mismo ‘modus operandi’?

- Sí. A la familia le dicen que el bebé ha fallecido y no le permiten verlo; mientras, el hospital se encarga de todos los trámites de enterramiento... En el centro hospitalario de Huércal Overa tenemos un caso, el de una mujer a la que no dejaron llevarse el cuerpo de su hijo a su pueblo y lo entierran en Huércal Overa... Sin embargo, cuando empieza a recabar información se encuentra con la sorpresa de que no está enterrado en el cementerio de Huércal Overa y que en el hospital no hay constancia del parto.

- Pese a todos los datos que aportan, la justicia ya ha archivado varios casos...

- Ése en concreto, no. Aún no está denunciado, porque continuamos recabando información... Sí hay otros casos denunciados que se han archivado, en unas ocasiones por falta de pruebas y en otros porque se considera que el delito ha prescrito.

- ¿De qué años hablamos?

- El caso de Huércal Overa es de 1974. El último que tenemos en la provincia de Almería es de 1986. La mayoría de los robos de bebés se produjeron entre los años 40 y bien entrados los 90. Eran familias humildes, con un nivel cultural bastante bajo, no conocían sus derechos… Además, imperaba la ley del miedo, o aceptaban que el bebé había muerto o podían acabar durmiendo en comisaría. La gente se callaba, no tenía opción ni a protestar ni a denunciar...

«Imperaba la ley del miedo, o aceptaban que el bebé había muerto o podían acabar durmiendo en comisaría. La gente se callaba»

- Quizá no todos sospechaban y daban por buena la versión del fallecimiento...

- Claro, muchos ni siquiera se planteaban que lo que le estaban diciendo era mentira. Se lo estaba diciendo un médico, un cura, una monja… Lo que decía era verdad por representar lo que representaban.

- Además del caso de Huércal Overa, otras dos familias de Los Gallardos se han puesto en contacto con la asociación.

- Sí, uno nació en la Bola Azul y el otro en el Hospital Provincial. Son recientes, uno de 1985… Hace apenas unas semanas, nos ha contactado otra familia. La mujer dio a luz en un sanatorio gestionado por monjas en Huércal Overa, con lo que en esa comarca tenemos cuatro casos ya.

- ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Se pagaba por los bebés?

- Sí. Eran familias que querían tener hijos. El proceso legal de adopción es largo y complicado. Llevaban tiempo esperando y como no llegaba… De todas formas, otras familias no eran conscientes de lo que estaban haciendo. Les aseguraban que la madre no tenía medios y creían que estaban pagando los gastos del hospital. Los adoptantes no siempre sabían de la trama...

- Entonces un centenar de casos sólo en Almería...

- Sí, aunque tenemos niños adoptados que viven fuera y otras madres que residen aquí. Actualmente no todos viven en Almería. A los niños los llevaban de una ciudad a otra; realmente éramos ganado, nos compraban y nos trasladaban de una ciudad a otra como si fuéramos ganado.

«Me lo dijeron así de claro: Busca lo que quieras porque con el dinero que se pagó nunca vas a encontrar a tu madre»

- Usted cree que fue una niña robada...

- Soy adoptada. En el momento en el que no me muestran documentos con la renuncia de mi madre o la decisión de juez de retirarle la custodia, ya sé que mi adopción no fue legal... Yo nací un 7 de mayo y me bautizaron un 5 de mayo. Ahí ya encontramos la primera contradicción.

- ¿Tuvo un buen hogar?

- Sí, me trataron muy bien. Mis padres eran mayores y desgraciadamente los perdí muy joven. Tenían 60 años cuando me adoptaron. El criterio era el dinero, el único criterio.... A mí me criaron personas que podían ser mis abuelos. Me trataron muy bien, pero con el resto de la familia no fue igual, siempre me dejaron claro que yo era una intrusa.

- ¿Eso es lo que le hizo sospechar?

- Desde que supe que era adoptada, siendo muy pequeñita, ya sentí que había algo más de lo que me contaban. No me cuadraban las cosas...

- ¿Ha podido recopilar pruebas?

- Tengo testimonios de personas que participaron en mi adopción. Me han dicho que busque lo que quiera, que jamás voy a encontrar nada porque se falsificaron mis partidas de nacimiento y bautismo. Me lo dijeron así de claro: Que busque lo que quiera porque con el dinero que se pagó nunca voy a encontrar a mi madre.

- Es lamentable que haya monjas involucradas en todo esto.

- En mi caso participó una monja que vive en Almería y es familia de mi padre adoptivo. En su día estaba en el hospital de Sevilla en el que nací. Me ha llegado a reconocer que le hicieron un encargo.

- Usted tiene constancia absoluta de que fue robada...

- Sí. No me hablan de cantidades concretas de dinero, pero sí me han dicho que mi padre pagó más de lo que la niña pesaba.

«Yo no sé si mi familia era mejor, pero era mi familia. Me han privado de estar con mi madre, quizás con mis hermanos»

- ¿Es un asunto que te marca la vida?

- Pues sí. Tenemos nuestra vida, nuestra familia, pero también algo pendiente… Tenemos derecho a conocer cuáles son nuestro orígenes. La gente que estaba metida en la trama asegura que nos daban a familias mejores. Yo no sé si mi verdadera familia era peor, pero era mi familia, mi vida. Una vida que me han robado. Me han privado de estar con mi madre, quizás con mis hermanos...

- ¿Tienen esperanzas en la justicia?

- Se están archivando casi todas las causas, pero vamos a seguir luchando hasta que agotemos todas las vías, y si la justicia española no nos da una respuesta acudiremos a la justicia internacional. La Audiencia Provincial de Huelva, por ejemplo, ha sentenciado que los casos han prescrito. La Audiencia de Madrid, sin embargo, entiende que no han prescrito porque los niños siguen desaparecidos y el delito se sigue consumando. No puede ser que si una mujer ha parido en Madrid haya delito, y si lo ha hecho en Huelva, no.

- Por lo que se escucha en los medios de comunicación nacionales hay muchísimos casos en todo el país...

- Era una trama perfectamente organizada que operaba a lo largo de toda la geografía española. Nos cambiaban de ciudad, también las fechas de nacimiento… La búsqueda es muy difícil.