Una moción 'perversa' del PP de Garrucha

No me cabe duda que la moción del PP es acertada, positiva en todos los aspectos por tratarse de un asunto tan sensible para la población como es el de la salud. Un asunto que está en los medios e incluso ha sido denunciado por el alcalde de Huércal–Overa


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ADOLFO PÉREZ

Tengo delante de mí el acta del pleno de la Corporación municipal de Garrucha de 10 de mayo último. El punto noveno del orden del día de la sesión se refiere a una moción del grupo popular del Ayuntamiento relativa a la situación médico sanitaria del hospital de Huércal–Overa. En la exposición de motivos el portavoz del grupo popular, Juan Francisco Fernández, comienza diciendo que el hospital atiende las necesidades sanitarias de 150.000 habitantes. Que la Junta de Andalucía lo considera moderno, con instalaciones adecuadas para prestar una atención de calidad, acorde con sus necesidades.

Sin embargo, el portavoz del PP dice en la moción que la realidad del hospital es muy distinta para los vecinos de la zona, que tiene una falta crónica de especialistas y personal sanitario, lo que supone que el servicio que se presta en Huércal–Overa es inferior al que se facilita en el resto de Almería y Andalucía, cosa que contradice las afirmaciones de los responsables del centro sanitario.

Sigue diciendo la moción que los sindicatos denuncian la falta de especialistas, dándose la circunstancia de que el hospital solo cuenta con cuatro cirujanos de los ocho que había. Dice también que faltan médicos en el servicio de urgencias y que igual sucede en cuanto al número de internistas. Asimismo, aclara que el hospital carece de especialistas en neurología, oncología, reumatología, endocrinología y nefrología.

Añade la moción del PP que los pacientes se van a la medicina privada debido a las carencias de la pública en Huércal – Overa, con grandísimas listas de espera. Y concluye la exposición de motivos afirmando que el hospital tiene un déficit estructural de personal en todas las áreas.

Finaliza la moción proponiendo a la Corporación que adopte los siguientes acuerdos: Instar al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía para que de forma urgente mejore las condiciones económicas, profesionales y laborales de los trabajadores de sanidad del hospital La Inmaculada de Huércal–Overa. Que el hospital disponga de los mismos especialistas que el resto de los hospitales de Almería. Que la plantilla de sanitarios se adecúe a las necesidades reales del hospital y de la zona. Y que de los acuerdos adoptados se dé traslado al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, a la Consejería de Sanidad y a la Junta de Portavoces del Parlamento Andaluz. Hasta aquí la moción del grupo popular.

En su réplica la alcaldesa María López Cervantes comienza atacando al Gobierno de España al que acusa de los recortes en sanidad y le dice al portavoz popular que su discurso es perverso en el sentido de que lo que recorta Rajoy se lo exige a la Junta de Andalucía. Y le dice que si los del PP son sinceros deberían reconocer que la sanidad pública andaluza es la mejor de España, reconocida así a nivel nacional e internacional. De paso acusa al gobierno de Rajoy de que se está cargando la sanidad pública en beneficio de la privada. No obstante, le propone al portavoz del PP aprobar una moción alternativa en el sentido de que ambos grupos (PSOE y PP) le pidan a la Junta de Andalucía y al Ministerio de Sanidad que se refuercen estos aspectos, propuesta que, lógicamente, no es aceptada por el portavoz popular.

La alcaldesa termina el debate diciendo que la moción del PP es perversa, demagógica y malintencionada y que la comunidad autónoma andaluza es la que más invierte por habitante en sanidad. El portavoz popular le contesta diciéndole que se ha salido por la tangente cuando de lo que se trata es del hospital comarcal. Y que los médicos abandonan la comarca por sus condiciones sociolaborales para irse a Murcia.

Finalizado el debate se produjo la votación cuyo resultado es como sigue: La moción es rechazada por los votos en contra de la mayoría del grupo socialista; naturalmente el grupo popular votó a favor y el concejal del Giga se abstuvo.

No me cabe duda que la moción del PP es acertada, positiva en todos los aspectos por tratarse de un asunto tan sensible para la población como es el de la salud. Un asunto que está en los medios e incluso ha sido denunciado por el alcalde de Huércal–Overa. Una moción que detalla las necesidades sanitarias del hospital La Inmaculada, las cuales deben remediarse.

En el debate se percibe claramente que la alcaldesa estaba bastante incómoda al tratarse de un servicio tan fundamental para la población en su conjunto. En sus réplicas se advierten claras contradicciones. Al escudarse en los recortes del gobierno central está reconociendo que algo falla en Andalucía. Su incomodidad la conduce a calificar de perverso el discurso del portavoz popular, adjetivo que usó dos veces en el debate y que no viene al caso, pues su significado se refiere a alguien que tiene gran maldad. Por lo visto la palabreja le ha hecho tilín a la alcaldesa, que la volvió a utilizar en ruegos y preguntas..

Después, la alcaldesa se engríe y afirma que la sanidad pública andaluza es la mejor de España, o sea, según ella, mejor que la de Madrid, Barcelona, Navarra o Murcia, cosa que claramente no es cierta. También dice aquello tan conocido de que el gobierno de Rajoy quiere cargarse la sanidad pública en beneficio de la privada; ya se sabe, se trata de otra conocida frase hecha de la izquierda de siempre. Pero como no estaba tranquila por el asunto tan delicado del que se trataba le propuso al portavoz popular aprobar una moción alternativa en el sentido de que ambos grupos le pidan a la Junta de Andalucía y Ministerio de Sanidad que se refuercen tales aspectos, como si el Ministerio de Sanidad tuviera alguna competencia en la gestión del Servicio Andaluz de Salud (SAS), que no la tiene; es otra contradicción suya, pues de nuevo reconoce que algo falla. Con esta propuesta, si se aceptaba, el grupo socialista escapaba bien y le endosaba el ‘muerto’ al grupo popular, es decir, le ponía el anzuelo al PP con una verdadera trampa saducea que el grupo popular desechó, pues era tanto como aceptar que parte de lo que sucede en el hospital de Huércal – Overa se debe al Ministerio de Sanidad.

Está claro, pues, que la alcaldesa nunca va a aceptar nada que deteriore la imagen del gobierno socialista de la Junta de Andalucía.

Llama la atención el silencio del concejal del Giga en el debate sobre la moción, el cual, finalmente, se abstuvo en la votación.

Por último decir que los datos que aporto en este escrito sobre lo que dijeron el portavoz del PP y la alcaldesa en el debate de la moción, como se puede comprobar, se corresponden con el acta de la sesión que cito al comienzo.