Alcaldesa de Turre: «Enmendar un error no convierte a Arturo Grima en héroe»

«Votar en contra de la refinanciación para darme una lección porque yo no le había llamado fue la manera de Arturo Grima de exhibir su poder»




ALMERÍA HOY / 25·05·2018

La alcaldesa de Turre, María Isabel López (PSOE), resta importancia a la intervención del líder del Grupo Popular que posibilitó la refinanciación de un préstamo con el BBVA que ahorraría cerca de 300.000 euros a las arcas municipales, según la información publicada por este medio en el número anterior. y agradece a la edil no adscrita María Luisa Cervantes que confiara en ella y la librara de una reprobación en el Pleno que sí recayó sobre el exalcalde Martín Morales, antiguo compañero de formación de la concejal.

«Arturo no puede decir que votó en contra de la refinanciación del préstamo del BBVA porque yo no le llamé. Eso es mentira y una burda excusa para montar un espectáculo del que echó marcha atrás porque se dio cuenta que se volvía en su contra. Por otra parte, me alegro de que recapacitara y se pudiera arreglar la tragedia que para las cuentas de Turre suponía perder más de 300.000 euros por un capricho difícil de explicar, pero enmendar un error no le convierte en un héroe».

Así de contundente se expresaba la alcaldesa, María Isabel López (PSOE), en respuesta al comportamiento del exalcalde popular Arturo Grima durante los días 22 y 23 de febrero pasados, cuando decidió la abstención de su grupo y, por tanto, que no resultara aprobada la refinanciación de un préstamo con el BBVA que suponía un importante ahorro para el erario municipal.

«Quería que la alcaldesa aprendiera la lección. Le dije en el Pleno que convocara otro extraordinario para el día siguiente, pero cuando vi que eran las 11:00 y no lo hacía, tuve que llamar a la secretaria para que la convenciera», reconocía Grima en los micrófonos de RADIO ACTUALIDAD.
Sin embargo, María Isabel López aporta una versión de lo sucedido diametralmente opuesta.

«Todo empezó en marzo de 2017 —explica la regidora—. Trajimos a Pleno la propuesta de refinanciación del BBVA que incluía, en una cláusula con el nombre de ‘derivado financiero’, un importe de 220.000 euros a pagar por el Ayuntamiento».

«Arturo dijo que le parecía excesiva, coincidimos todos con su opinión y dejamos la oferta encima de la mesa para seguir negociando. Desde entonces, Grima me ha preguntado por el estado en que iban las negociaciones y yo le he llamado también para mantenerle al corriente». «Poco antes de Navidad —prosigue López—, nos sentamos en el despacho de alcaldía y hablamos sobre el resultado de las conversaciones con el banco, en las que había intervenido también el Tesoro. Habíamos logrado rebajar las pretensiones del BBVA, desde los 220.000 euros iniciales, a 95.000, y así se lo expliqué al portavoz del PP».

«Llegué a proponerle ir juntos a Sevilla, si lo estimaba oportuno, para tratar de bajar aún más lo que habíamos conseguido, pero me dijo que, si eso era todo lo que se podía obtener, él estaba de acuerdo. Después, en el Pleno del día 22 de febrero, nos encontramos con que decidió votar en contra para darme una lección porque yo no le había llamado. Fue una manera de exhibir su poder que me dejó a cuadros, pero sabía perfectamente que si esa refinanciación no salía adelante, la responsabilidad de que Turre perdiera casi 300.000 euros sería única y exclusivamente suya. Yo hice mi trabajo, ¿cuántas veces habló él con el Tesoro o con el BBVA?»

«Esa misma noche pensé convocar un nuevo pleno extraordinario para intentar arreglar el desaguisado –confiesa López-, pero no creí que fuera a cambiar su actitud y, finalmente, no lo hice. Por fortuna, Arturo fue consciente de la tragedia que su actitud podía acarrear a las arcas municipales y reaccionó, aunque enmendar un error no creo que le convierta en héroe. De esa manera, su culpa se ha limitado a que tuvimos que celebrar dos plenos para sacar adelante lo que se pudo hacer en uno. Es el único mérito del que puede sacar pecho».


Sólo Martín Morales fue reprobado por el Pleno


El Pleno celebrado el pasado 26 de marzo contaba con el morbo de las tres reprobaciones propuestas por el PP a otros tantos ediles del equipo de gobierno. Sin embargo, el apoyo de la edil no adscrita María Luisa Cervantes a los socialistas María Isabel López y Pedro González, alcaldesa y responsable de Obras y Servicios respectivamente, concluyó que únicamente fuera reprobado su excompañero y portavoz de Somos Turre, Martín Morales Fuentes, aunque no llegó a aportar ningún motivo sobre el sentido de su voto.

Sobre Morales, Grima llegó a decir para justificar la reprobación que «se empeñó en sacar adelante un cambio de gestión del urbanismo de la Sierra porque le venía en gana a él contra el criterio de los diez concejales restantes de la Corporación». «Su intención no es poner orden, sino crear discordia y generar peleas entre vecinos. Por su culpa, ahora no puede hacer nadie ninguna obra. Si de Martín dependiera no existiría Cabrera ni Cortijo Grande. Sólo ha generado gastos inútiles en comunicaciones a los propietarios para informarles que había cambiado el sistema de gestión, primero, y de que todo era mentira, después».

Pero el concejal de Somos Turre le preguntó si no había hecho nada bien y, como no encontró respuesta por parte de su opositor, se contestó a sí mismo.

«Entrar en Galasa –explicó- ha supuesto un ahorro de 700.000 euros, además de parar la sangría de endeudamiento que suponía cobrar el agua corriente a los vecinos y no pagársela a quien nos la vendía, como hacía el PP en el tiempo que gobernó».

«Por otra parte, en la Sierra no se ha tenido en cuenta a unos vecinos porque los promotores tenían a sus representantes en el gobierno municipal», añadió el edil en clara alusión a los equipos de gobierno populares y socialistas que precedieron a su breve llegada a la Alcaldía.
«Además –concluía-, le hemos metido un buen ‘meneo’ a la actualización del catastro que permitirá al Ayuntamiento cobrar hasta dos millones de euros antes de que acabe el año».

De Pedro González, Grima adujo que «sólo es concejal de Servicios, porque no hace ninguna obra. Además, reconoce que tenemos el pueblo más sucio de la provincia. Se excusa en que hay limpiadoras de baja, a pesar de que tiene a su disposición a los trabajadores del PFEA y de todos los planes para mayores y jóvenes que emprende la Junta, pero hay que estar pendiente». Algo que la alcaldesa negaba rotundamente en nombre de su compañero de filas.

«Pedro nunca reconoció que Turre estuviera sucio. Se limitó a responder que la brigada de limpieza cuenta en la actualidad con 9 efectivos, y no con 18, como sucedía durante el mandato del PP. Así, es más difícil alcanzar iguales resultados, pero el pueblo está muy limpio. No hay nada más que acercarse a verlo y pasear por sus calles».

A María Isabel López, el portavoz popular propuso su reprobación como «principal responsable» de que «no se aprobaran los presupuestos de 2017 y Turre perdiera la posibilidad de invertir los 220.000 euros que la gestión del PP obtuvo de Endesa».

El líder del PP local también reprochó a la regidora y al resto del equipo de gobierno «no ser capaces de sacar adelante los Planes Provinciales durante su mandato». «Reprobar sirve para demostrar que no estamos de acuerdo con su gestión, algo que, en el caso de la alcaldesa, ya se nos adelantó Martín [Morales] al criticar su proyecto de presupuestos para este año».

«Es cierto que el año pasado se nos hizo tarde con los presupuestos y preferimos concentrarnos en confeccionar los de este año», admite la regidora. «Arturo tiene que poner también algo de su parte para poder llegar a un acuerdo y que Turre pueda contar con presupuesto este ejercicio. No puede enrocarse en que se ajusten exclusivamente a lo que propone el Partido Popular. Está en su derecho de no votar a favor cuando llegue el momento, pero que no culpe a los que sí han cedido en sus pretensiones».