Siempre he sospechado, y tenido para mi, que los máster (¿«masters»? ¿«masteres»?), la Bandera Azul, la 'Q' de Calidad, la almohada «Nukita Seka», el Certificado Energético, la Prevención de Riesgos Laborales y otros engañamuchachos que venden en la TeleTienda, son artificios de trujimanes que algo ganan, por supuesto, con el embeleco
 |
| .. |
JUAN LUIS PÉREZ TORNELL
«Magia,s. Arte de convertir la superstición en moneda contante y sonante. Hay otras artes que sirven al mismo fin, pero el discreto lexicógrafo no las nombra»
Ambrose Bierce ('El diccionario del diablo')
Tengo yo un título que me acredita como experto en vinos, expedido por la reconocida bodega “El Coto” de Rioja. Orgullosamente está sujeto por unos imanes en mi frigorífico. Siempre hay algún malaje que, más por su ubicación que por otra cosa, duda de su autenticidad, pero la demoledora respuesta es inmediata y paralizante: … ¿Acaso tienes tú uno?.
Es lo cierto, y no me preocupa gran cosa, no ser capaz de distinguir un “Tío de la bota” de un “Château Lafite Rothschild 1925”, y a ambos añadiría, gustoso e irresponsable, un poco de gaseosa. Tampoco me preocupa que la presidenta de Madrid tenga un título análogo, aunque no superior, al mío.
Siempre he sospechado, y tenido para mi, que los máster (¿«masters»? ¿«masteres»?), la Bandera Azul, la 'Q' de Calidad, la almohada «Nukita Seka», el Certificado Energético, la Prevención de Riesgos Laborales y otros engañamuchachos que venden en la TeleTienda, son artificios de trujimanes que algo ganan, por supuesto, con el embeleco.
Embeleco pueril, pues tanto el que compra como el que vende saben a ciencia cierta que esos productos son un timo y que el pelo se va a seguir cayendo y las fuerzas menguando, pero… resultan tan bonitos, que son sin duda mejores que la árida verdad.
El Master, para ser más atractivo tiene, normalmente, que venir acompañado de los adjetivos ingleses con los que cualquier producto refuerza su calidad o la apariencia de la misma, que es lo que verdaderamente interesa a vendedor y comprador.
Lejos ya de productos de otros tiempos, prístinos e inocentes, como 'Jabón Lagarto' —excelente jabón por cierto— que hoy, siendo el mismo, tendría el eufónico nombre de “Lizard soap” (pero sin parabenos, que, sea lo que fueren, deben ser cosas maléficas y dañinas). Hay, en la intranet oscura, alguna página web de algún comerciante del Celeste Imperio que, por mucho menos que las tasas universitarias, te proporciona un muy verosímil título de Ingeniero Aeronáutico o un doctorado en lenguas semíticas.
La Universidad española reducto o fortaleza no rendida del nepotismo ilustrado, es la que resulta más dañada del affaire Cifuentes. Se ha caído el cartón, se ha escapado a destiempo el conejo de la chistera, su prestigio dudoso exige a sus desconcertados rectores nada menos que una auditoría externa para que los profesores implicados en el master de chichinabo, saliesen desde el minuto uno y dijeran sin dilaciones indebidas si validaron o no el trabajo esforzado de la señora Cifuentes dejándola libre de la atenazadora sospecha o confiesen que, bueno... sí, pero no es para tanto... Todos sabemos para que sirven los máster (¿«masters»? ¿«masteres»? y los crecepelos.
Ambrose Bierce ('El diccionario del diablo')
Tengo yo un título que me acredita como experto en vinos, expedido por la reconocida bodega “El Coto” de Rioja. Orgullosamente está sujeto por unos imanes en mi frigorífico. Siempre hay algún malaje que, más por su ubicación que por otra cosa, duda de su autenticidad, pero la demoledora respuesta es inmediata y paralizante: … ¿Acaso tienes tú uno?.
Es lo cierto, y no me preocupa gran cosa, no ser capaz de distinguir un “Tío de la bota” de un “Château Lafite Rothschild 1925”, y a ambos añadiría, gustoso e irresponsable, un poco de gaseosa. Tampoco me preocupa que la presidenta de Madrid tenga un título análogo, aunque no superior, al mío.
Siempre he sospechado, y tenido para mi, que los máster (¿«masters»? ¿«masteres»?), la Bandera Azul, la 'Q' de Calidad, la almohada «Nukita Seka», el Certificado Energético, la Prevención de Riesgos Laborales y otros engañamuchachos que venden en la TeleTienda, son artificios de trujimanes que algo ganan, por supuesto, con el embeleco.
Embeleco pueril, pues tanto el que compra como el que vende saben a ciencia cierta que esos productos son un timo y que el pelo se va a seguir cayendo y las fuerzas menguando, pero… resultan tan bonitos, que son sin duda mejores que la árida verdad.
El Master, para ser más atractivo tiene, normalmente, que venir acompañado de los adjetivos ingleses con los que cualquier producto refuerza su calidad o la apariencia de la misma, que es lo que verdaderamente interesa a vendedor y comprador.
Lejos ya de productos de otros tiempos, prístinos e inocentes, como 'Jabón Lagarto' —excelente jabón por cierto— que hoy, siendo el mismo, tendría el eufónico nombre de “Lizard soap” (pero sin parabenos, que, sea lo que fueren, deben ser cosas maléficas y dañinas). Hay, en la intranet oscura, alguna página web de algún comerciante del Celeste Imperio que, por mucho menos que las tasas universitarias, te proporciona un muy verosímil título de Ingeniero Aeronáutico o un doctorado en lenguas semíticas.
La Universidad española reducto o fortaleza no rendida del nepotismo ilustrado, es la que resulta más dañada del affaire Cifuentes. Se ha caído el cartón, se ha escapado a destiempo el conejo de la chistera, su prestigio dudoso exige a sus desconcertados rectores nada menos que una auditoría externa para que los profesores implicados en el master de chichinabo, saliesen desde el minuto uno y dijeran sin dilaciones indebidas si validaron o no el trabajo esforzado de la señora Cifuentes dejándola libre de la atenazadora sospecha o confiesen que, bueno... sí, pero no es para tanto... Todos sabemos para que sirven los máster (¿«masters»? ¿«masteres»? y los crecepelos.
