Afirma sentirse «profundamente arrepentido» en un juicio que se celebra estos días en la Audiencia Provincial de Almería
ALMERÍA HOY / 18·04·2018
J.A.T.G., uno de los hermanos acusados de matar a su tío en febrero de 2016 en Albox y de intentar lo propio con su primo, ha declarado este miércoles sentirse «profundamente arrepentido» ya que, según afirma, nunca tuvo la intención de acabar con la vida del familiar.
Cabe señalar que los dos acusados, que se enfrentan a más de 32 años de cárcel, han contestado únicamente a las preguntas de la fiscal y de su abogado defensor, y han hecho relatos similares para exculpar a P.T.G e incidir en los problemas de drogadicción que padece J.A.T.G.
J.A.T.G. ha señalado que se encontraba reparando una lavadora en la casa de sus padres cuando su hermano le contó que su tío y su primo le habían seguido con intención de agredirle. Así, explica que se sintió preocupado por su hermano, al que propuso ir a hablar con su tío para que le dejase en paz. Una vez en la finca del tío, éste y su hijo comenzaron a pegarles, según relata. Afirma J.A.T.G. que fue a limpiarse la sangre al coche y que, sin que su hermano lo viese, sacó una pistola para intimidarles, pero que su familiar le dio una patada en el hombro, que la pistola se disparó. Después, asegura que cayó de rodillas y que su tío intentó incluso asfixiarlo, por lo que tuvo que morderle la mano para escapar y regresar al hogar, donde se limpió la sangre y entregó el arma a su madre.
Cabe señalar que los dos acusados, que se enfrentan a más de 32 años de cárcel, han contestado únicamente a las preguntas de la fiscal y de su abogado defensor, y han hecho relatos similares para exculpar a P.T.G e incidir en los problemas de drogadicción que padece J.A.T.G.
J.A.T.G. ha señalado que se encontraba reparando una lavadora en la casa de sus padres cuando su hermano le contó que su tío y su primo le habían seguido con intención de agredirle. Así, explica que se sintió preocupado por su hermano, al que propuso ir a hablar con su tío para que le dejase en paz. Una vez en la finca del tío, éste y su hijo comenzaron a pegarles, según relata. Afirma J.A.T.G. que fue a limpiarse la sangre al coche y que, sin que su hermano lo viese, sacó una pistola para intimidarles, pero que su familiar le dio una patada en el hombro, que la pistola se disparó. Después, asegura que cayó de rodillas y que su tío intentó incluso asfixiarlo, por lo que tuvo que morderle la mano para escapar y regresar al hogar, donde se limpió la sangre y entregó el arma a su madre.
