Tercera derrota consecutiva

Lucas Alcaraz volvió a apostar, como en Valladolid, por una defensa con tres centrales y dos laterales con proyección ofensiva, aunque debido a las bajas tuvo que introducir cambios




ALMERÍA HOY / 25·03·2018

El Almería se ha quedado anclado en la clasificación con 37 puntos, después de sufrir en Reus su tercera derrota consecutiva en un partido en el que el conjunto almeriense se mostró impreciso tanto en defensa como en ataque. Aunque durante la semana tanto los jugadores como el entrenador decían que había que pensar en sí mismos, en sumar cuantos antes los 50 puntos, sin mirar lo que hacían los demás, la realidad es que por detrás tanto la Cultural como el Córdoba empataron y el descenso está ahora a cuatro puntos más el gol-average particular con los leoneses, mientras que los 50 siguen estando a 13 puntos a falta de diez jornadas para el final. En cualquier caso los rojiblancos dependen de sí mismos, y la situación no es, ni mucho menos, dramática a pesar de la trayectoria en los últimos encuentros; sí difícil, por lo que viene, pero solventable al mismo tiempo.

Lucas Alcaraz volvió a apostar, como en Valladolid, por una defensa con tres centrales y dos laterales con proyección ofensiva, aunque debido a las bajas tuvo que introducir cambios. Marco Motta, que volvía tras cumplir sanción, sustituía a Fran Rodríguez; Trujillo a Joaquín, y el canterano Callejón a Sulayman. Por lo demás, los mismos que en Pucela, incluido Soleri que viajó directamente desde la República Checa al ser liberado por la selección sub-20 de Italia para disputar esta confrontación.

El Almería salió desde el inicio asumiendo riesgos, en su afán de reencontrarse con la victoria, y presionó desde muy arriba a su rival, teniendo adelantaba la defensa, con lo que creaba problemas al Reus en la salida de balón y al mismo tiempo le daba mayores opciones en el juego puesto que le permitía robar la pelota al contrario. Con estos argumentos el conjunto de Lucas Alcaraz controlaba la situación.

En el minuto 15, en una rápida e hilvanada acción ofensiva, Pozo, tras apoyarse en Pervis Estupiñán, tuvo una clara ocasión, pero su disparo dentro del área se fue ligeramente alto.

Nuestros representantes sabían mantener a raya a su adversario, pero en el minuto 26 se vieron sorprendidos por una contra que culminó Lekic en el segundo palo tras superar Yoda a René en su salida. Era el 1-0 en el marcador y el encuentro que se ponía muy cuesta arriba cuando las sensaciones estaban siendo buenas.

En cualquier caso el Almería reaccionó, y en los minutos 33 y 34, Rubén Alcaraz y Gaspar, con sendos lanzamientos a portería, generaron peligro. Los de Lucas Alcaraz pasaron a tener el balón, a llevar la iniciativa y a dominar, si bien no tenían ni precisión ni mordiente arriba. Además tenían que estar muy pendientes de las transiciones del Reus, que se aprovechaba de la defensa adelantada del conjunto almeriense. Lekic, en el 41, dio un susto, pero, afortunadamente, quedó en eso. Con 1-0 se llegaba al descanso.

El Almería no comenzó bien el segundo tiempo. Estaba inseguro en defensa y no tenía salida de balón. Lucas Alcaraz optó por cambiar el sistema a una defensa de cuatro y reforzar la medular con la entrada de Verza, en el 53, sustituyendo a Owona. Las imprecisiones pudieron costarle el segundo gol, pero René estuvo acertado.

El equipo, fue creciendo, yendo de menos a más y generando peligro, como ocurrió en el minuto 61 en dos saques de esquina consecutivos de Verza en los que Rubén Alcaraz tuvo sendas oportunidades. Sin embargo no llegaban las ocasiones en jugadas, sólo a balón parado.

En el 72 Javi Álamo salía por Callejón para situarse en banda y que Pozo actuara más por el centro. Poco después, en el 80 Caballero suplía a Gaspar en un intento de Lucas Alcaraz por poner mayor contundencia en el centro del ataque. En el 85 el Almería tuvo el empate en un centro de Javi Álamo que cabeceó Soleri dentro del área, pero el meta local se lució rechazando la pelota. En el tramo final colgó balones sobre el área, pero sin tener ninguna repercusión positiva.