«Si la gente no huele la mierda, no sale a la calle»

Jesús Candel 'Spiriman': «Me ofrecieron ser el futuro consejero de Sanidad. Les dije que se metieran el puesto por el culo»




ALMERÍA HOY / 27·03·2018

Le han acusado, cuenta, de acosar a 82 mujeres, pintado una diana en su fachada con sus hijos en el punto de mira, que la presidenta de Andalucía le maldice a diario y que la gerente del SAS trabaja denodadamente para echarlo de su puesto de médico de urgencias en el Hospital Virgen de las Nieves. Y todo ¿por qué? Este granadino de 42 años decidió no seguir tapando las carencias e irregularidades que observaba en la Sanidad andaluza. Comenzó colgando en las redes una serie de vídeos que rápidamente fueron aplaudidos por miles de personas y, de ahí, a sacar a la gente a la calle. Denuncia sufrir un boicot por parte de la prensa, sin embargo, el éxito de las multitudinarias manifestaciones ha hecho caer a un consejero de Salud, a un viceconsejero, a tres gerentes del SAS, a varios jefes de servicio, así como derogar las fusiones hospitalarias en Andalucía, y ha fundado una asociación que prepara numerosas acciones judiciales contra las autoridades sanitarias, entre las que incluye a Susana Díaz. Jesús Candel no parece el destello de un día. Spirimán ha venido para quedarse a cambiar las cosas.


- Usted ha movilizado a la población de su ciudad, provocado el cese de muchos altos cargos, pero la última noticia que ha trascendido es su inhabilitación por el Colegio de Médicos de Granada.

- No estoy inhabilitado. La mayoría de las cosas que circulan sobre mí son mentiras que obedecen a una campaña de desprestigio. Eso se llama manipulación y es un delito que se demostrará. Yo sigo trabajando como médico de urgencias en la Sanidad pública porque no tienen cojones a echarme. Soy un buen médico, padre de cuatro hijos que ha convocado más de una docena de manifestaciones, de las que cuatro han superado los 150.000 asistentes, y los medios lo han ocultado porque ataco a todos los partidos, tanto a Podemos como a PP y PSOE. Me parecen una panda de sinvergüenzas por lo que están haciendo o permitiendo con la Sanidad, que se está privatizando y recortando por todos, con independencia de su ideología.

- No deja títere con cabeza.


- He criticado tanto a la izquierda como a la derecha. La mayor corrupción de este país se da en la Sanidad pública, que es el mayor negocio que existe hoy, donde se cometen tropelías que afectan a la vida de las personas y, en Andalucía, está siendo bestial. Yo tengo la suerte de trabajar en las urgencias de un hospital grande y veo todos los problemas, desde la atención primaria hasta los que atañen a la más especializada, y llevo observando desde hace más de diez años verdaderas barbaridades por parte de médicos.

- ¿Los médicos forman parte del problema de la Sanidad?

- Sí, porque existe un corporativismo impresionante. Todo se tapa. La corrupción comienza en un auxiliar de enfermería y termina, por ejemplo, en Susana Díaz, la Presidenta de la Junta de Andalucía y, por tanto, la última responsable. Eso ha originado que no se haga ni caso a las denuncias que he puesto. Ningún partido ha querido escuchar mis proposiciones sobre el cambio de la Ley de sostenibilidad que viene a privatizar toda la Sanidad andaluza. He alertado sobre asuntos muy jodidos para los políticos. Los he señalado con nombres y apellidos, pero no me han hecho ni caso. He denunciado verdaderas barbaridades, como también lo han hecho pacientes, y he tenido que decirles a los responsables lo que son. En el último vídeo le he dicho a Susana Díaz que es una auténtica hija de puta. Hay muchísimas negligencias médicas, pero se tapan.

- Y usted las destapa.

- Llevo muchos años denunciando esto, enfrentándome al sistema, como muchos otros médicos que son vilipendiados, lo que pasa es que a mí no han tenido cojones a callarme. Hoy soy una de las personas más influyentes en cuestiones de Sanidad en las redes a nivel nacional. Esto ha obligado a Susana Díaz a tomar decisiones como cesar a un consejero de Salud, a un viceconsejero, a tres gerentes del SAS, a varios jefes de servicio, y derogar las fusiones hospitalarias en Andalucía a consecuencia de mis movilizaciones. Creía, a través de Chaves, que me habían ofrecido un puesto en el PSOE para ser el futuro consejero de Sanidad. Yo les dije que se metieran ese puesto por el culo.

- ¿Esos ceses son una victoria?

- Más aún. Al derogar las fusiones hospitalarias, la presidenta la cagó, porque puso en evidencia a los sinvergüenzas que la rodean, que están siendo denunciados en los juzgados, donde hay fiscales implicados tapando un fraude fiscal en las subastas de medicamentos.

- ¿Satisfecho, entonces?

- Bueno, la cosa también me produce incluso amenazas de muerte. Susana Díaz hizo una campaña contra mí por medio de varios alcaldes socialistas de Granada, que incitaban al odio y me llamaban nazi, asesino y fascista. Eso culminó un día en que me encontré toda la fachada de mi casa pintada de rojo con amenazas y, en una diana, una foto de mis hijos. Dos agentes de la Policía judicial me dijeron que ni ETA ha señalado nunca a la gente que quería matar. Puse una denuncia contra Susana Díaz como responsable. Ningún medio se hizo eco. Si le pasa a un político se habría armado la de Dios.

- ¿Qué conclusión ha sacado usted de los medios de comunicación en este país?

- Yo, antes, me lo creía todo. Ahora, he llamado al Wyoming, Jordi Évole, al Ferreras... Les he mandado mis vídeos y me han bloqueado. No quieren sacar nada porque estoy atacando al PSOE. Para determinados medios de este país, la única corrupción es la que afecta al PP. A mí no me sacan en la SER. El único medio que me da voz es Onda Cero y José Antonio Abellán. Hemos dicho barbaridades y destapado un montón de casos de corrupción en la Sanidad. Con lo que he dicho, en cualquier otro país estaría en una cuneta o en la cárcel.

- Los fiscales también investigan.

- Pero es que yo le he dicho de todo a la fiscal Segarra y no me hace nada. ¿Puede decirte un médico que tienes una apendicitis pero no te va a operar? Pues eso es lo que hace esa fiscal. Nosotros tenemos ahora mucho poder. Puedo poner querellas. Hacer justicia cuesta dinero, pero nosotros hemos conseguido que la gente se sume conmigo en una asociación con miles de personas y profesionales. Esto no había pasado nunca en España. Están cagados, y Susana Díaz mucho más. Tenemos a una persona en Presidencia, cuya identidad la presidenta no conoce. Por eso sé que cada día que llega allí me pone de hijo de puta y mal nacido para arriba. Ella fue la que ordenó las pintadas en mi casa.

- ¿Y dice usted que la anunciada inhabilitación suya durante un mes por insultar a una compañera es otro bulo?

- Así es. El Colegio de Médicos está haciendo teatro diciendo que me han sancionado porque yo le dije a una persona cobarde y sinvergüenza. El delito lo han cometido ellos, por lanzar un bulo a la prensa. También publicaron hace poco que Jesús Candel había sido denunciado por abusar de 82 mujeres en su hospital. Debo ser un semental. Todo mentira. Me empezaron a llamar machista. Me atacaron CCOO, UGT... Después vino a verme la única mujer acosada sexualmente en el Hospital por su jefe. Nuestro servicio jurídico puso la denuncia y ahora se está juzgando a las tres personas que la acosaron. En el hospital lo taparon. Los estoy poniendo continuamente en evidencia, pero ellos pagan dinero para que los medios no me saquen. Es normal, hay mucho apesebrado en Andalucía.

- ¿El problema existe tanto en la cúpula como en la tropa?

- Exacto. Hay mucha gente que se tira los días enteros en el hospital sin hacer nada. Otros hacen barbaridades y no los echan. Hay psiquiatras que maltratan a los enfermos mentales y me van a denunciar por desvelarlo. Pero que tengan cuidado, porque no estoy solo. Hay muchos médicos detrás de mí.

- ¿Y la industria farmacéutica?

- Vamos a destapar el mayor fraude que ha habido en Andalucía: la subasta de medicamentos. Andalucía es el único sitio del mundo donde se hace. Ha significado que se instalen aquí laboratorios prohibidos en otros países. Estamos tomando medicamentos de mierda porque Susana Díaz dice que así ahorra. Es mentira. Lo que sí ha generado es la circulación de maletines. Lo sabemos y han hablado conmigo profesionales que están siendo amenazados. Te estás tomando un ibuprofeno y resulta que lleva una porción de amoxicilina. Yo veo en urgencias los problemas que comporta en los pacientes, pero han construido un tejemaneje para comprar las voluntades de muchos médicos de familia. En Andalucía tenemos los médicos de familia más apesebrados del mundo aunque, gracias a Dios, no todos. Lo único que quieren es que las unidades de gestión cumplan objetivos. ‘Receta, papelito y te vas’. Ven a 60 pacientes en una mañana y no se rebelan contra la administración porque son cobardes. El médico es un gremio cobarde, corporativista y mezquino que se vende por dos duros. Es la realidad. Yo los conozco.

- ¿Hablamos de enormes cantidades de dinero en esa corrupción que usted señala?

- Totalmente. Y, dentro de España, Andalucía la que más. Llevamos 40 años de régimen, de gente puesta a dedo. Hablamos de miles de millones de euros. Es el tejemaneje de miles de personas que están enriqueciéndose con el dinero público. El primo de tal, el marido de la otra... todo muy bien organizado entre familias. Es normal que yo tenga enemigos en Andalucía. ¡Si es el paraíso fiscal! Aquí no hace falta irse fuera, como hacía el PP de Valencia. En Andalucía derivas el dinero a fundaciones que tú creas y se pierde el rastro. El Tribunal de Cuentas ordena que se fiscalice, pero nadie lo hace. Y los fiscales callan porque están en ese juego, nombrados a dedo por el gobierno socialista.

- ¿Cómo limpiamos esto?


- Va a ser muy rápido. Tenemos mucha información. Primero tenemos que enseñarle a la gente dónde vive, sacarle la mierda y mostrársela para que la huela. Si la gente no huele la mierda, no se hace nada. Todos tienen sus problemas, como llegar a fin de mes, y no está para estas cosas. Yo he sacado la mierda de la sanidad y eso ha hecho que salgan miles de personas a la calle. Veo en mi servicio un problemón de una persona y se me encoge el alma. Lo vivo como médico y procuro darle lo mejor a ese paciente. Eso lo hago todos los días. Otros ponen ladrillos o hacen pan y les cuesta ver los problemas que afectan a los demás, hasta que les toca a ellos, porque la salud es lo más importante.

- ¿Y qué le dice la gente?

- Me dicen que ole mis cojones y que están conmigo hasta el final sean de la ideología que sean. Me siento muy querido en mi ciudad. Estoy a gusto. Feliz. Nadie me ha dicho por la calle cabrón o gilipollas. Al revés. No puedo pasear por el centro con mis niños. La gente me para. Entro a un restaurante a comer y me invitan. Es reconfortante y bonito, pero muy incómodo. Esa fuerza que te da la gente te empuja a continuar la lucha a pesar de las amenazas.

- Y esa lucha ya se ha convertido en un leit motiv para su vida.


- Precisamente ‘Late motiv’ es el único programa que se ha atrevido a llevarme a la tele, dirigido por Buenafuente, que me confesó que había tenido muchas presiones y que todo el equipo me seguía. Me dijo que parecía un peligro público, pero yo soy un padre normal, sólo que estoy liderando un movimiento de miles de personas. Me han acusado de querer crear un partido político, o que me iba a fichar Podemos o el PP.

- El tiempo da y quita razones.

- Claro. Y el tiempo es mi aliado. Soy muy feliz, pero ellos no se dan cuenta. Piensan que estoy deprimido y que soy un mal médico, sin embargo, ninguno de mis pacientes me ha puesto una reclamación. Tampoco me ha agredido ninguno.

- La incitación al odio es una novedad en el código penal.

- Estoy deseando que me denuncien por eso, porque nadie ha intervenido cuando amenazaron de muerte a mis hijos en la puerta de mi casa.

- Francisca Antón, que fue gerente de La Inmaculada, es muy nombrada por usted en los vídeos que sube a las redes sociales.

- Paquita Antón es una sinvergüenza. Ha favorecido la trama más grande de corrupción en la Sanidad, que es la de las ortopedias. Ha llevado a la ruina a un montón de ellas, sobre todo en Almería, y ha generado agujeros de 20 millones de euros en los hospitales que ha dirigido. La han hecho gerente del SAS para acabar conmigo utilizando los derechos de la mujer como armas. Ella urdió toda la campaña en que se me acusó de machista y acosador de mujeres. Ha hecho daño a muchísima gente. Nosotros vamos a publicar muchas cosas de ella.

- Adelántenos alguna.

- Le echó los tejos a una ortopeda que le dijo que no. Su reacción fue acabar con ella. Y lo ha conseguido. Le ha cerrado dos ortopedias. La gente como Paquita Antón no gobierna en favor de la sociedad. Son personas que únicamente buscan perpetuarse. Se han dedicado a la gestión porque son nefastos como médicos o enfermeros. Todo el círculo de Susana Díaz es así. Lo dije en un vídeo del viceconsejero Martín White. Hay jefes de servicio que han organizado con laboratorios fiestas con consejeros en yates con cinco o seis putas. Auténticas orgías de sexo y drogas. En la última reunión, Paquita Antón dijo literalmente que está hasta los cojones de los vídeos de Jesús Candel, y que le encantaría que la Sanidad pública fuera una empresa privada para mandarnos a la puta calle a mí y algún médico más. Eso es lo que dice la gerente del SAS que me reprocha que yo tenga un vocabulario vulgar.

- Vaya panorama nos está dibujando
.

- Es peor aún. El hospital es un puterío. Muchos utilizan su poder para amedrentar a quienes tienen contratos eventuales, y hay mujeres y hombres que prefieren vender su dignidad y cambian favores sexuales por estabilidad laboral. Una de las amigas del viceconsejero cesado me puso una denuncia que se volvió en su contra. Esa mujer fue nombrada a dedo jefa de hostelería. Es muy conocida en el hospital por conseguir puestos a cambio de favores. Son cosas sobradamente sabidas, pero que nadie se atrevía a contar. Yo sí, y no estoy condenado por nada.

- ¿Por qué decide usted comenzar con esta lucha y por qué se crece en lugar de arrugarse ante ciertas situaciones?


- La cosa arranca con un vídeo que difundí cuando comenzó la fusión hospitalaria en Granada. Fue una de las noches más terribles de mi vida. Se cerró un hospital y me mandaron para otro. Vi cómo la gente tenía que esperar nueve o diez horas para ser atendida. Un paciente se me murió en el pasillo, a otro le tuve que atender en ese mismo lugar de una dolencia que se debe tratar en observación, uno de los lugares más vigilados en un hospital, o incluso en una UVI, pero no había sitio. Le dije a mi mujer que no aguantaba más esa situación porque, al mismo tiempo, veía en mi servicio que a todo el mundo le daba igual, mientras yo les decía que había que denunciar esa situación en los medios o en los juzgados. Lo propuse, pero nadie quería hacer nada por miedo a represalias. Fue entonces cuando hice un vídeo en el que decía que soy médico, estoy indignado y voy a dejar la medicina, y voló en las redes. Encontré el apoyo de miles de personas. Hice otro, otro y otro, y la gente me animó a salir a la calle. Convoqué una manifestación y fue la más grande que ha visto una ciudad en España, pero fue tapada por todos los medios de comunicación. Ese fue el principio.

- ¿Vio alguna vez el momento de dejarlo?


- Sí. Pude dejarlo el día que encontré las pintadas en mi casa amenazando a mis hijos. Decidí hacerlo, pero la Policía judicial y la Guardia Civil se portó de diez. Sé que tienen un control férreo sobre todo lo que me rodea. También me alegra el apoyo de mi gente y el de mi mujer, que también es médico y me dijo que tenía que seguir hasta el final. Es la que me ha hecho ver las cualidades que tengo para ejercer mi profesión. Ella, como mi familia y amigos, saca lo mejor de mí.

- El cuadro que usted dibuja sobre la Sanidad, ¿es la norma o se circunscribe a su hospital?

- Pasa en toda la Sanidad española. No se circunscribe a Granada. Granada es una muestra de que se pueden conseguir las cosas. Aquí estamos logrando que se invierta en la Sanidad pública mostrando las vergüenzas, pero si los profesionales no se levantan, no van a conseguir nada. Todos los partidos quieren privatizar la Sanidad. Digo todos. La derecha lo dice claro, mientras la izquierda habla de empresas públicas y conciertos para poner a su gente a dedo. Hacen ver que la Sanidad pública funciona mal y debe ser sustituida por la privada. Es un plan nacional. Se ha acabado el ladrillo y han visto el gran negocio en esto. La Sanidad española ha sido durante muchos años la mejor del mundo. Yo he tenido la suerte de formarme en ella. Lo triste es que muchos de los médicos que nos hemos formado en su seno, en vez de luchar por salvarla, se montan su chiringuito en la privada para aprovecharse de lo mal que funciona. La Sanidad y la Educación son los pilares fundamentales de un país. Los profesionales tienen que luchar. Animo a la gente de esa comarca del Levante y al resto de Almería a que lo haga. Lo mismo que está pasando en Granada, ocurre allí.

- ¿Por qué insultó a la presidenta?

- Le dije que era una hija de puta porque es una mala persona. Hay quien comete un error de forma fortuita, pero otros delinquen de manera contumaz y reiterada, saltándose la ley y, además, a sabiendas. Son malas personas y, por lo tanto, auténticas hijas de puta. En el mundo existen buenas y malas personas. Las veo en mi trabajo. Observo todos los días a cirujanos que dejan por la noche a una persona sin operar esperando que venga a hacerlo el de la mañana siguiente porque le sale de los cojones, sabiendo que al paciente se le puede originar una peritonitis, o a médicos de urgencias que dejan sedadas a personas por no ponerse a trabajar, y la deja morir cuando no tenía por qué ocurrir.