«Lo de la estación es una de las muchas chapuzas que se hacen con el patrimonio almeriense»

Jesús Martínez, presidente de Asafal, sobre la declaración BIC: «Después de 30 años, soy como Santo Tomás; hasta que no lo vea...»




ALMERÍA HOY / 08·03·2018

La semana pasada, el Gobierno respondía a Podemos en el Congreso sobre el estado de la tramitación del expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la estación de tren de Almería, un expediente que se inició en 1985. Según dicha respuesta parlamentaria, el Ejecutivo confirmaba que la vieja estación almeriense «ya es un Bien de Interés Cultural» (BIC), algo para lo que ha habido que esperar 30 años.

Según explica el Gobierno, «el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural de la estación de Almería, al encontrarse incoado, goza ya de la protección jurídica otorgada por la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español». Efectivamente, a mediados de los años ochenta lo incoó la Junta de Andalucía, y en 2005 lo intentó el Ministerio de Cultura, aunque sin ver culminada dicha declaración. Por todo ello, Jesús Martínez, presidente de Asafal, confiesa a ALMERÍA HOY que «soy como Santo Tomás; hasta que no lo vea...».

«Lo de la estación es una de las muchas chapuzas que se hacen con el patrimonio almeriense. Llevamos 30 años mareando la perdiz», lamenta recordando que «la Junta de Andalucía dijo en su día haber declarado BIC la estación, y así lo estuvieron diciendo públicamente todos los cargos de la Junta. Todos decían que era BIC, hasta que nosotros, indagando, vimos que no estaba declarado como Bien de Interés Cultural», aclara Martínez. Finalmente, continúa, la Junta, al ser un edificio estatal, «le endiñó el expediente al Ministerio». «Eso estuvo en un cajón durante años y años hasta que volvimos a desempolvar el asunto».

Así las cosas, desde Asafal se muestran desconfiados ante la respuesta del Gobierno a Podemos. «Lo que hace falta es que el Ministerio de Cultura lo declare BIC y lo anuncie y explique a la ciudadanía para solventar todas las dudas», sentencia.


«Furor urbanístico»

Jesús Martínez también se refiere a los destrozos que, siendo alcalde de Almería Juan Megino, se efectuaron en el interior de la planta superior de la estación de tren. «A Renfe le dio aquellos años el furor urbanístico de alquilar los locales vacíos que tenía, y consideraba la estación como desafectada (...) La alquiló para poner un restaurante francés en el ala izquierda del piso superior, y el inquilino se dedicó a destrozar suelos y tabiques. Al final se le pararon las obras y terminó marchándose, pero hizo destrozos que ahora, cuando se efectúe la prometida rehabilitación integral, esperamos que se arreglarán».

Precisamente, sobre esa rehabilitación integral pendiente, afirma que «parece que la cosa va en serio esta vez». Sin embargo, apunta que «no está nada clara la cosa» en cuanto al futuro uso del edificio. «La estación debería utilizarse para lo que fue construida. Es verdad que hoy día, ese edificio seríaa insuficiente, pero sí podría ser un pórtico precioso de entrada». En cualquier caso, finaliza Jesús Martínez, «a lo que nos negamos en rotundo es a que ahí pongan cafeterías, tiendas y demás, porque eso sí se cargaría el edificio», sentencia.