El presidente de la Junta de Personal del Área Sanitaria Norte de Almería y portavoz del Sindicato de Enfermería (SATSE) ha pedido la dimisión de la gerente por «incapaz de gestionar los recursos humanos y materiales»
 |
| Una manifestación del personal del hospital por el cierre de camas. Los plenos de Huércal Overa y Pulpí se han posicionado unánimemente a favor de las reivindicaciones de los profesionales. |
ALMERÍA HOY / 03·03·2018
El presidente de la Junta de Personal del Área Sanitaria Norte de Almería y portavoz del Sindicato de Enfermería (SATSE) ha pedido la dimisión de la gerente por «incapaz de gestionar los recursos humanos y materiales». Y aún más: «está poniendo en riesgo a los profesionales y la atención sanitaria a los usuarios». Pero la crítica no queda aquí. Lamenta la falta de movilización de ciudadanos y trabajadores. «La gente ha asumido el déficit de médicos, enfermeros y especialidades que sufre la zona con respecto al resto de Andalucía y no se queja. Así, las cosas irán de mal en peor».
«En prestaciones sanitarias, estamos a la cola de Andalucía, que es la última de España —lamenta Rafael Álvarez, presidente de la Junta de Personal del Área Sanitaria Norte de Almería y portavoz del Sindicatos de Enfermería (SATSE)—, y mucho me temo que iremos a peor, porque la comarca se ha conformado en convivir con esa situación. Aquí nadie se queja, y las autoridades prefieren apagar los fuegos donde la gente exige más cobertura».
La situación empeora, según el SATSE, «por la incapacidad que está demostrando la Gerencia a la hora de gestionar los recursos, tanto humanos como materiales, poniendo en riesgo a los profesionales y la atención sanitaria ofrecida a los usuarios».
En ese sentido, el Sindicato de Enfermería «pide la dimisión de la gerente del Área de Gestión Sanitaria Norte, ya que de continuar en esta línea, los daños que se están generando en la sanidad serían irreparables, pasando de ser una comarca con una atención destacada y puntera a ser el último hospital donde cualquier profesional quisiera trabajar, poniendo en riesgo la atención que se ofrece a la ciudadanía». El representante de los trabajadores de la Sanidad describe un paisaje en el que predominan las carencias y las enumera.
Revela que en el Hospital de La Inmaculada existe un déficit de especialistas y ni tan siquiera se cubren las bajas, como las de los doctores Rosado y Ramírez, dos cirujanos que se jubilaron el pasado año cuyos puestos siguen vacantes en la plantilla, dejando el departamento de cirugía con cuatro de los seis facultativos que deberían integrarlo.
Peor aún está oftalmología, con sólo tres de los siete facultativos que deberían prestar servicio en el centro hospitalario comarcal, por no hablar de dermatología, especialidad que no cuenta con ningún médico. «La falta de profesionales y especialidades inquieta, por las repercusiones que tiene sobre la atención a los usuarios», explica Álvarez.
«Es difícil determinar los efectos de ese déficit sobre la asistencia al ciudadano, porque las listas de espera se generan en el propio Hospital, pero el ciudadano debe comprender que esas carencias significan más tiempo esperando en una lista para ser atendido, ser derivado, como sabemos que está ocurriendo, a un centro privado o tener que desplazarse hasta Almería, Granada o cualquier otro lugar para ser atendido por una dolencia que debería tratarse aquí, cerca de su casa», aclara. Sin embargo, el portavoz de los trabajadores asegura «que la atención que se ofrece en La Inmaculada es de mucha calidad, gracias a la profesionalidad y entrega de su personal, pero el problema es que no te dan cita para disfrutarla».
El sanitario admite que una parte de la culpa de la situación radica en la falta de profesionales formados. «Es cierto que la gerencia del Hospital ha formulado convocatorias específicas de plazas porque no había especialistas en la bolsa del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y no se ha presentado nadie». No obstante, el presidente de la Junta de Personal señala a la dirección del Centro como principales responsables del déficit de especialistas.
«Causa impotencia ver cómo los especialistas contratados se van a otros lugares pocos días después de llegar. La gerencia del Hospital no ofrece condiciones que les estimulen a quedarse aquí. Proporciona contratos efímeros, de treinta días, cuando en el resto de los centros están ofreciendo 180 o más. Así no se consigue fidelizar a ningún profesional. A fin de cuenta, un médico es una persona con un proyecto de vida como el de cualquier otro ciudadano. A nadie le gusta vivir con la inseguridad de empleos a corto plazo que te obligan a estar en constante mudanza».
Aunque se suele apuntar la falta de médicos y especialistas, la plantilla de personal del Área Norte adolece de déficit a todos los niveles, según cuenta Álvarez. «Estamos por debajo de la ratio de enfermeros, auxiliares y celadores por cada cien pacientes que los demás centros de la provincia y del resto de Andalucía».
Desinterés
Sin embargo, a pesar del panorama ya descrito, lo que más desalienta al representante de los trabajadores de la Sanidad es el desinterés de la población en poner fin a la situación que sufre la Sanidad en la comarca.
«En la Junta de Personal existen liberaciones, pero enfocadas a las relaciones laborales de la plantilla con la Gerencia del Hospital, del Área, la Delegación y toda la Administración. De todos modos, cuando hemos emprendido reivindicaciones, nos hemos encontrado prácticamente solos». «Somos ochocientos profesionales los que trabajamos en La Inmaculada, mil doscientos en el total del Área Sanitaria Norte de Almería, pero nunca han acudido más de ochenta o noventa personas a las concentraciones y manifestaciones que hemos convocado reclamando una mayor dotación de personal y especialidades», reconoce Álvarez. «La mayoría de los sanitarios que trabajan en el Hospital viven fuera de Huércal Overa. Muchos en Lorca, Baza, Almería y el resto de la comarca. Parece que no les motiva demasiado la situación en que está la Sanidad en la zona».
«Siento envidia cuando veo que en Granada, la ciudad con mejor servicio de toda Andalucía en materia de Salud, salen 80.000 personas a la calle reivindicando mejoras, mientras que aquí parece que hemos asumido nuestra condición de ser los últimos en la comunidad que está a la cola en la Sanidad española», admite el portavoz de los trabajadores.
«Allí la gente lucha por los servicios básicos, aquí nos conformamos con lo que nos da sin una sola queja y, por tanto, ninguna administración se molesta en darnos lo que no exigimos, aunque nos corresponda por derecho».
«Yo me contentaría con que el Área Sanitaria Norte disfrutara de la dotación media que el resto de Andalucía. Estar al nivel de España sería para morir de felicidad, pero tenemos que ser todos conscientes de que las cosas no se consiguen solas y que todo cuesta un esfuerzo. Es importante que los ciudadanos se preocupen por lo que es suyo y le están negando. Que, por lo menos, muestren su disconformidad».
«En prestaciones sanitarias, estamos a la cola de Andalucía, que es la última de España —lamenta Rafael Álvarez, presidente de la Junta de Personal del Área Sanitaria Norte de Almería y portavoz del Sindicatos de Enfermería (SATSE)—, y mucho me temo que iremos a peor, porque la comarca se ha conformado en convivir con esa situación. Aquí nadie se queja, y las autoridades prefieren apagar los fuegos donde la gente exige más cobertura».
La situación empeora, según el SATSE, «por la incapacidad que está demostrando la Gerencia a la hora de gestionar los recursos, tanto humanos como materiales, poniendo en riesgo a los profesionales y la atención sanitaria ofrecida a los usuarios».
En ese sentido, el Sindicato de Enfermería «pide la dimisión de la gerente del Área de Gestión Sanitaria Norte, ya que de continuar en esta línea, los daños que se están generando en la sanidad serían irreparables, pasando de ser una comarca con una atención destacada y puntera a ser el último hospital donde cualquier profesional quisiera trabajar, poniendo en riesgo la atención que se ofrece a la ciudadanía». El representante de los trabajadores de la Sanidad describe un paisaje en el que predominan las carencias y las enumera.
Revela que en el Hospital de La Inmaculada existe un déficit de especialistas y ni tan siquiera se cubren las bajas, como las de los doctores Rosado y Ramírez, dos cirujanos que se jubilaron el pasado año cuyos puestos siguen vacantes en la plantilla, dejando el departamento de cirugía con cuatro de los seis facultativos que deberían integrarlo.
Peor aún está oftalmología, con sólo tres de los siete facultativos que deberían prestar servicio en el centro hospitalario comarcal, por no hablar de dermatología, especialidad que no cuenta con ningún médico. «La falta de profesionales y especialidades inquieta, por las repercusiones que tiene sobre la atención a los usuarios», explica Álvarez.
«Es difícil determinar los efectos de ese déficit sobre la asistencia al ciudadano, porque las listas de espera se generan en el propio Hospital, pero el ciudadano debe comprender que esas carencias significan más tiempo esperando en una lista para ser atendido, ser derivado, como sabemos que está ocurriendo, a un centro privado o tener que desplazarse hasta Almería, Granada o cualquier otro lugar para ser atendido por una dolencia que debería tratarse aquí, cerca de su casa», aclara. Sin embargo, el portavoz de los trabajadores asegura «que la atención que se ofrece en La Inmaculada es de mucha calidad, gracias a la profesionalidad y entrega de su personal, pero el problema es que no te dan cita para disfrutarla».
El sanitario admite que una parte de la culpa de la situación radica en la falta de profesionales formados. «Es cierto que la gerencia del Hospital ha formulado convocatorias específicas de plazas porque no había especialistas en la bolsa del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y no se ha presentado nadie». No obstante, el presidente de la Junta de Personal señala a la dirección del Centro como principales responsables del déficit de especialistas.
«Causa impotencia ver cómo los especialistas contratados se van a otros lugares pocos días después de llegar. La gerencia del Hospital no ofrece condiciones que les estimulen a quedarse aquí. Proporciona contratos efímeros, de treinta días, cuando en el resto de los centros están ofreciendo 180 o más. Así no se consigue fidelizar a ningún profesional. A fin de cuenta, un médico es una persona con un proyecto de vida como el de cualquier otro ciudadano. A nadie le gusta vivir con la inseguridad de empleos a corto plazo que te obligan a estar en constante mudanza».
Aunque se suele apuntar la falta de médicos y especialistas, la plantilla de personal del Área Norte adolece de déficit a todos los niveles, según cuenta Álvarez. «Estamos por debajo de la ratio de enfermeros, auxiliares y celadores por cada cien pacientes que los demás centros de la provincia y del resto de Andalucía».
Desinterés
Sin embargo, a pesar del panorama ya descrito, lo que más desalienta al representante de los trabajadores de la Sanidad es el desinterés de la población en poner fin a la situación que sufre la Sanidad en la comarca.
«En la Junta de Personal existen liberaciones, pero enfocadas a las relaciones laborales de la plantilla con la Gerencia del Hospital, del Área, la Delegación y toda la Administración. De todos modos, cuando hemos emprendido reivindicaciones, nos hemos encontrado prácticamente solos». «Somos ochocientos profesionales los que trabajamos en La Inmaculada, mil doscientos en el total del Área Sanitaria Norte de Almería, pero nunca han acudido más de ochenta o noventa personas a las concentraciones y manifestaciones que hemos convocado reclamando una mayor dotación de personal y especialidades», reconoce Álvarez. «La mayoría de los sanitarios que trabajan en el Hospital viven fuera de Huércal Overa. Muchos en Lorca, Baza, Almería y el resto de la comarca. Parece que no les motiva demasiado la situación en que está la Sanidad en la zona».
«Siento envidia cuando veo que en Granada, la ciudad con mejor servicio de toda Andalucía en materia de Salud, salen 80.000 personas a la calle reivindicando mejoras, mientras que aquí parece que hemos asumido nuestra condición de ser los últimos en la comunidad que está a la cola en la Sanidad española», admite el portavoz de los trabajadores.
«Allí la gente lucha por los servicios básicos, aquí nos conformamos con lo que nos da sin una sola queja y, por tanto, ninguna administración se molesta en darnos lo que no exigimos, aunque nos corresponda por derecho».
«Yo me contentaría con que el Área Sanitaria Norte disfrutara de la dotación media que el resto de Andalucía. Estar al nivel de España sería para morir de felicidad, pero tenemos que ser todos conscientes de que las cosas no se consiguen solas y que todo cuesta un esfuerzo. Es importante que los ciudadanos se preocupen por lo que es suyo y le están negando. Que, por lo menos, muestren su disconformidad».
