En teoría, se les puso fin en verano de 2017. ALMERÍA HOY ya publicó en exclusiva los existentes a la altura de Gádor, y ahora se estudian varios más
ALMERÍA HOY / 06·03·2018
Lo de los vertidos de aguas residuales en el río Andarax parece no tener fin, a pesar de que, oficialmente, terminaron en junio de 2017. Hace unas semanas, este medio publicaba en exclusiva que todavía hay vertidos de empresas cítricas ubicadas en Gádor, y ahora, según confirman a ALMERÍA HOY desde Ecologistas en Acción, el colectivo investiga nuevos vertidos en otras dos localidades de la comarca: Pechina y Benahadux.
Así, desde el colectivo trasladan su intención de volver a documentar gráficamente estos «atentados ambientales», al igual que hicieron con los de las empresas de cítricos gadorenses.
Cabe recordar que, el pasado 1 de junio, la Junta de Andalucía y la Mancomunidad del Bajo Andarax se hacían la foto para 'vender' el fin de las aguas residuales en la comarca. Entonces, lcaldes y concejales del Bajo Andarax, así como la delegada de la Junta, Gracia Fernández, asistían a un acto en Viator para hacer oficial la conexión de los pueblos de esta comarca a la EDAR El Bobar, en la capital almeriense, de manera que, desde las 15.00 horas de aquel «histórico» 1 de junio, los tristemente habituales vertidos de aguas residuales en el cauce del río Andarax se terminaban, supuestamente, para siempre.
El pasado verano se establecía el ratio número de metros cúbicos de aguas residuales que serán tratadas, cifrándose en 3.500 metros cúbicos diarios tras el informe realizado por técnicos del ente supramunicipal y de la Diputación Provincial. El consumo calculado comprende los usuarios industriales y no industriales de los siete municipios de la comarca. También se contempla que el servicio de depuración se extienda al polígono industrial de La Juaida y al núcleo de Huéchar.
Por aquellas fechas, el presidente de la Mancomunidad del Bajo Andarax, el socialista Juan Antonio Almansa, calificaba de «momentos históricos» los que vivía la comarca, puesto que «la conmemoración del 31 aniversario de la creación de la Mancomunidad, coincide con la puesta en marcha de la conexión de los siete pueblos de la comarca a la depuradora de Almería, dejando así de verter aguas residuales al río Andarax y acabar con los problemas de malos olores y presencia de mosquitos en la zona».
Así, desde el colectivo trasladan su intención de volver a documentar gráficamente estos «atentados ambientales», al igual que hicieron con los de las empresas de cítricos gadorenses.
Cabe recordar que, el pasado 1 de junio, la Junta de Andalucía y la Mancomunidad del Bajo Andarax se hacían la foto para 'vender' el fin de las aguas residuales en la comarca. Entonces, lcaldes y concejales del Bajo Andarax, así como la delegada de la Junta, Gracia Fernández, asistían a un acto en Viator para hacer oficial la conexión de los pueblos de esta comarca a la EDAR El Bobar, en la capital almeriense, de manera que, desde las 15.00 horas de aquel «histórico» 1 de junio, los tristemente habituales vertidos de aguas residuales en el cauce del río Andarax se terminaban, supuestamente, para siempre.
El pasado verano se establecía el ratio número de metros cúbicos de aguas residuales que serán tratadas, cifrándose en 3.500 metros cúbicos diarios tras el informe realizado por técnicos del ente supramunicipal y de la Diputación Provincial. El consumo calculado comprende los usuarios industriales y no industriales de los siete municipios de la comarca. También se contempla que el servicio de depuración se extienda al polígono industrial de La Juaida y al núcleo de Huéchar.
Por aquellas fechas, el presidente de la Mancomunidad del Bajo Andarax, el socialista Juan Antonio Almansa, calificaba de «momentos históricos» los que vivía la comarca, puesto que «la conmemoración del 31 aniversario de la creación de la Mancomunidad, coincide con la puesta en marcha de la conexión de los siete pueblos de la comarca a la depuradora de Almería, dejando así de verter aguas residuales al río Andarax y acabar con los problemas de malos olores y presencia de mosquitos en la zona».
