ALMERÍA HOY / 01·03·2018
Un trabajador de la asociación de personas con discapacidad 'Verdiblanca' ha demandado al colectivo, al que acusa de acoso laboral y de ser un «nicho de poder», según traslada en declaraciones a ALMERÍA HOY. La demanda fue interpuesta en verano, y esta semana ha tenido lugar una vista en la Ciudad de la Justicia de la capital almeriense en la que se ha buscado un acuerdo entre las partes.
No obstante, J.J.G.A. —el demandante y uno de los empleados más veteranos de 'Verdiblanca'— traslada que su caso no es excepcional, ya que «sólo he denunciado yo, pero hay más trabajadores sufriendo» la gestión del presidente del colectivo, manifiesta. Así, habla de «bajas psicológicas» por diferentes presiones, como «insultos, gritos, cambios de horarios y amenazas».
J.J.G.A, que padece una discapacidad en su columna, cogió la baja psicológica el pasado 4 de julio y asegura tener «pruebas gráficas» de lo que cuenta. «Verdiblanca ahora mismo es un nicho de poder. Proyecta una imagen que no se corresponde con la realidad, y la gente no lo sabe», lamenta.
En cuanto al encuentro de esta semana ante la juez, explica que se ha acordado devolverle su antiguo horario laboral, que según afirma le habían cambiado «para fastidiar» y que no pudiera alternar su trabajo con otro que desempeña en otra asociación, a cambio de que retirara la demanda.
Pero el demandante subraya que ha sido un acuerdo «casi forzado», y que estudia continuar con la denuncia por acoso laboral por la vía penal. «Llevo ocho meses de baja y medicado tras 30 años en esta empresa. No entiendo cómo una entidad de carácter social que ayuda a las personas con discapacidad y que intenta proyectar una imagen integradora a la sociedad, no respeta los derechos fundamentales de algunos de sus trabajadores», sentencia.
No obstante, J.J.G.A. —el demandante y uno de los empleados más veteranos de 'Verdiblanca'— traslada que su caso no es excepcional, ya que «sólo he denunciado yo, pero hay más trabajadores sufriendo» la gestión del presidente del colectivo, manifiesta. Así, habla de «bajas psicológicas» por diferentes presiones, como «insultos, gritos, cambios de horarios y amenazas».
J.J.G.A, que padece una discapacidad en su columna, cogió la baja psicológica el pasado 4 de julio y asegura tener «pruebas gráficas» de lo que cuenta. «Verdiblanca ahora mismo es un nicho de poder. Proyecta una imagen que no se corresponde con la realidad, y la gente no lo sabe», lamenta.
En cuanto al encuentro de esta semana ante la juez, explica que se ha acordado devolverle su antiguo horario laboral, que según afirma le habían cambiado «para fastidiar» y que no pudiera alternar su trabajo con otro que desempeña en otra asociación, a cambio de que retirara la demanda.
Pero el demandante subraya que ha sido un acuerdo «casi forzado», y que estudia continuar con la denuncia por acoso laboral por la vía penal. «Llevo ocho meses de baja y medicado tras 30 años en esta empresa. No entiendo cómo una entidad de carácter social que ayuda a las personas con discapacidad y que intenta proyectar una imagen integradora a la sociedad, no respeta los derechos fundamentales de algunos de sus trabajadores», sentencia.
