Un tribunal socialista hace gerente del PRODER pesquero a Cristóbal Fernández

El exalcalde de Carboneras se impuso en la prueba final al que fuera regidor de Garrucha, Andrés Segura, y a la pareja de un sobrino del primer teniente de esta última localidad. Sin cualificación académica o profesional, Fernández se impuso gracias a los puntos obtenidos por haber dirigido su pueblo 28 años


Cristóbal Fernández (centro).

ALMERÍA HOY / 24·02·2018

Hacía meses que RADIO ACTUALIDAD anunció que Cristóbal Fernández sería el gerente de la recién creada Asociación para el Desarrollo de la Costa de Almería —un ‘Proder para la mar’—, que se encargará de gestionar los fondos de ayuda para el sector pesquero provenientes de Europa. No nos equivocamos en el pronóstico.

Hablamos de la gestión de cuatro millones de euros a los que se añadirán los que sumen otras administraciones, así como el sector privado.
Pues bien, el pasado 8 de enero concluyó el proceso de selección que terminó por hacer realidad lo ya profetizado. Ése fue el día en que la secretaria del tribunal que se encargó de examinar a los diez aspirantes al cargo firmó el acta con el resultado final. Después, el 1 de febrero, el exalcalde socialista de Carboneras, Cristóbal Fernández, fue nombrado gerente y el lunes 5 comenzó a trabajar.
El flamante nuevo gerente ha obtenido el puesto tras unas pruebas que han sido juzgadas por un tribunal compuesto en su totalidad por significados socialistas de la comarca.


El tribunal

Así, al frente del mismo estaba María Antonia López (PSOE), presidenta de la Asociación y alcaldesa de Garrucha; como vocal primera, María Luisa Campoy Caparrós, en representación del Club de Mayores La Garrucha pero, al mismo tiempo, 2ª teniente de alcalde de la Villa y concejal de Bienestar Social, Educación e Igualdad; el segundo vocal del tribunal era Ramón Soto Carrillo, en calidad de representante de la asociación juvenil El Laberinto, que compatibiliza con el cargo de coordinador del Instituto Andaluz de la Juventud en Almería y su escaño en el grupo municipal socialista del Ayuntamiento de Carboneras; y, por último, Francisca García González, delegada por la asociación de mujeres Nacida del mar, de conocida vinculación socialista.


La evaluación

Y comenzó la selección. La evaluación constaba de dos fases. En una primera se puntuaba el curriculum vitae de los candidatos, cuestiones tales como la titulación, aspecto en el que Cristóbal Fernández fue el único de los aspirantes que no aportó ninguna y, por consiguiente, no obtuvo punto alguno.

En cuanto a los cursos realizados que tuvieran alguna relación con el cargo a desempeñar, el exalcalde apenas obtuvo 0,276, una de las puntuaciones más bajas de las registradas por este concepto.

Sin embargo, a experiencia en gestión de administración local, a Cristóbal Fernández no hubo quien le tosiera ni de lejos. Todo lo debió a sus 28 años al frente de la alcaldía de Carboneras. Ahí consiguió 24,916 puntos, prácticamente el doble que su inmediato perseguidor, el también exalcalde socialista Andrés Segura, que sumó 12,888 y acabaría clasificado en segundo lugar para la final, acompañado, en el tercero, por la pareja de un sobrino del primer teniente de alcalde de Garrucha, María Belén Vicente González.


La entrevista


No obstante, todo se decidía en la entrevista, una suerte de examen oral ante el mencionado tribunal. Ahí juegan los nervios. La entereza y el aplomo en esos minutos finales pueden ser decisivos para que uno de los tres aspirantes obtenga el codiciado premio de un sueldo de 2.000 a 2.300 euros brutos al mes. Los demás perderán la oportunidad, además de las uñas.

Eran cinco preguntas. Cinco. La primera, valorada con un punto, preguntaba cuáles son las líneas de acción y financiación para el cumplimiento de los objetivos que marca el Fondo Europeo Marítimo de Pesca, y tanto Cristóbal como María Belén citaron de forma correcta las seis, mientras que Andrés Segura se limitó a señalar el artículo del reglamento en que están basadas y a enumerar dos objetivos generales y recordar la existencia de otros cinco particulares que no llegó a mencionar.

La segunda cuestión también se premiaba con un punto y se interesaba por los programas operativos que utiliza España para la implementación del Fondo ya citado, así como por sus objetivos. Fernández señaló de forma correcta que en España sólo existe un programa operativo para tal fin, y ofreció datos de su presupuesto, mencionó los objetivos del mismo y la importancia, tanto de la colaboración entre entidades públicas y privadas, como del desarrollo de estrategias y la existencia de un diagnóstico previo.

Aquí, Segura perdió fuelle. Aseguró la existencia de seis programas, cuando sólo hay uno, y admitió que no recordaba ni conocía bien lo concerniente a esa pregunta. No le fue mucho mejor a María Belén, cuya respuesta fue tachada de incorrecta por el tribunal.
Las demás preguntas importaban medio punto cada una, pero podían ser cruciales. Ya saben ustedes que no hay quinto malo, hasta el rabo todo es toro, los partidos de fútbol duran 90 minutos.

Al ser preguntados sobre los fines y objetivos que tienen los grupos de acción local del sector pesquero, Cristóbal Fernández volvió a clavar la respuesta, mientras Segura se limitó a hablar sobre la cohesión del territorio y la creación de empleo y la tercera aspirante respondió de forma genérica e imprecisa.

La cuarta de las cuestiones iba más a lo particular, y preguntaba cuáles son los objetivos generales definidos en la estrategia del grupo de acción local de pesca Costa de Almería. Se explayó Cristóbal en la respuesta. No sólo definió de forma correcta todos los objetivos, sino que aportó datos y culminó con una reflexión para el futuro de la Asociación, que debe, según sus conclusiones, «implementar el desarrollo de la pesca y no ser un mero transmisor de la Unión Europea».

María Belén contestó, también, de forma atinada, pero Andrés Segura era ya la viva imagen de un boxeador noqueado. Definió los objetivos de forma errónea, según el tribunal, que reprochó que su respuesta fue «demasiado genérica y no obedecía a la cuestión».

Por último, el tribunal se interesó por las habilidades directivas que ha de tener un gerente. Cristóbal Fernández las enumeró todas, en tanto que Segura se limitó a reivindicar la experiencia y los títulos, quién sabe si por descubrir la principal flaqueza de su adversario, y no citó ninguna habilidad, por lo que su respuesta fue calificada como incompleta, al igual que la de María Belén Vicente. Como resultado final, Cristóbal Fernández obtuvo la plaza de gerente en juego, con una puntuación de diez puntos sobre diez posibles. Mejor imposible.
María Belén Vicente le siguió con 8,25 y Andrés Segura fue el tercero de los tres finalistas, con 7,25 puntos.

Pese a toda la emoción que se le quiera dar, lo cierto es que si se hubiera tratado de una quiniela, RADIO ACTUALIDAD habría hecho un pleno al 15.


Sólo Andrés Segura se quedó sin sueldo


Además de la gerencia, también estaba en juego la plaza de un técnico medio para la Asociación para el Desarrollo de la Costa de Almería.
En esta ocasión, había en juego un sueldo de entre 1.500 y 1.800 euros brutos al mes. Finalmente, el empleo recayó en la pareja del sobrino de José Antonio Gallardo, el primer teniente de alcalde socialista de Garrucha. Andrés Segura volvió a quedar fuera aunque, ahora, en segundo lugar.
Cabe recordar que, parafraseando al campeón de motociclismo Valentino Rossi, en unas oposiciones con una sola plaza en juego, el segundo es el primero de los que pierden.