Más de 11.000 árboles y arbustos para la desembocadura del río Aguas

Las obras se han realizando en un subtramo de 1,5 km de longitud, en la Laguna de Mojácar, espacio protegido desde hace 30 años por el Plan Especial de Protección del Medio Físico de la provincia de Almería




ALMERÍA HOY / 26·02·2018

La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha plantado más de 11.000 árboles y arbustos en el tramo final del río Aguas, una intervención con la que la Junta finaliza las actuaciones para la recuperación y adecuación ecofuncional de este cauce que han supuesto una inversión de 295.625 euros.

En concreto, las obras se han realizando en un subtramo de 1,5 km de longitud, en la Laguna de Mojácar, espacio protegido desde hace 30 años por el Plan Especial de Protección del Medio Físico de la provincia de Almería. Las actuaciones comenzaron el pasado mes de octubre de 2017 y se han desarrollado en cuatro fases. Tras la pertinente prospectiva ambiental, las tareas de desbroce y tratamiento silvícola y la recolocación sobre la ribera de sedimentos fluviales, se ha procedido a la naturalización del tramo del cauce del río Aguas mediante plantaciones de fijación de las riberas con especies autóctonas a través de la técnica de biomímesis que consiste en imitar el modelo de distribución natural de las especies vegetales en los márgenes del cauce.

En total, se han plantado 11.336 ejemplares de especies autóctonas —como tarays, álamo blanco o almez—, especies propias del monte mediterráneo del entorno de la Sierra de Cabrera por el que discurre el río Aguas —lentisco, olivilla, acebuche, sabino, aladierno, hierba de las coyunturas, retama o bolina— y otras como el algarrobo presentes en los huertos históricos de Mojácar. Todas ellas comparten la capacidad de fijar los sedimentos y generar una transición paisajística suave entre el cauce, los montes y las huertas colindantes.

Las actuaciones ejecutadas garantizan la recuperación y defensa de los márgenes cultivados de este tramo del río Aguas frente a las inundaciones, ya que la adecuación de las riberas y las plantaciones se comportan como ‘infraestructuras verdes’ que canalizan las avenidas a la vez que laminan sus efectos erosivos y contribuyen a la recarga natural de las masas de aguas subterráneas. Además, permiten la fijación de CO2 y se convierten en grandes sumideros de carbono por lo que son muy beneficiosas en la lucha contra el cambio climático.