«Todo el mundo sabe lo que nos ha hecho sufrir Indalecio Modesto con la amenaza continua de una moción de censura», dice el alcalde
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El alcalde Antonio Fernández Liria (izqda) sonríe junto a Indalecio Modesto. |
ALMERÍA HOY / 18·02·2018
El primer edil de Cuevas del Almanzora hace dos revelaciones interesantes: la primera, a la vista de las malas relaciones entre el regidor y su socio de Ciudadanos, es que el alcalde habría rechazado en junio de 2011 el apoyo de Indalecio para investirle presidente de la Corporación. La segunda es que está convencido de que Indalecio habría cambiado de opinión favoreciendo al candidato del PP, Jesús Caicedo, si el pleno en lugar de por la mañana, se hubiese celebrado por la tarde. Sin embargo, el edil aludido niega la mayor: «Yo soy un hombre de palabra», afirma.
«Le aseguro que si el pleno de investidura, en vez de haber sido convocado a las 10:00 del 13 de junio de 2015 hubiera tenido lugar a las 17.00, yo no hubiera sido elegido alcalde de Cuevas. No hubiera contado con el apoyo de Indalecio Modesto (C's)», afirma Antonio Fernández Liria (PSOE).
«No puedo darle más explicaciones —añade—, pero le aseguro que podría haber pasado algo parecido a lo que ocurrió en Almería capital», recordando el repentino cambio de los ediles de Ciudadanos que, tras haber pactado la elección del candidato socialista, finalmente se decantaron en el último instante por votar al popular Ramón Fernández-Pacheco.
«En cualquier caso, si retrocediéramos en el tiempo, yo tampoco hubiera aceptado su apoyo —revela Fernández Liria—. Todo el mundo sabe lo que nos ha hecho sufrir Indalecio, con la amenaza continua de una moción de censura, de querer ser la figura que no es, de su afán de protagonismo en todo, con historias surrealistas, pagando para que le publiquen como publicidad una entrevista preparada...».
El regidor socialista ha realizado estas manifestaciones después de un suceso protagonizado por Modesto durante la presentación de un ensayo sobre la historia de Villaricos escrita por el exalcalde socialista e historiador Antonio Llaguno.
«Desde el Ayuntamiento —explica el primer edil— impulsamos un periódico, Cuevas Magacine, y el concejal de Cultura y Turismo entendía que no se había recogido ninguna de las actividades que él había organizado, porque nunca habla en nombre del Ayuntamiento, sino en el de su propia persona, Indalecio Modesto, ‘el único edil de C's en Cuevas del Almanzora’, que es como siempre se presenta, como si el dinero lo pusiera de su bolsillo. Vino a hacerlo en el sitio menos apropiado, la presentación de un libro, donde el protagonista debía ser el escritor». En cualquier caso, Fernández confiesa que no le pilló de improviso la conducta del portavoz de C's. «No me sorprende su actitud debido a su obsesión por acapararlo todo».
«Estoy cansado»
«Yo ya estoy cansado de hablar de él. Estas cosas las hace para llamar la atención. En Cuevas están pasando muchas cosas buenas en las que no tiene nada que ver Indalecio y es una pena que perdamos el tiempo hablando de él». «Indalecio es un compañero de viaje incómodo. Yo entiendo que él es el concejal de Cultura y, de la misma manera, él debería comprender y asimilar que yo soy el alcalde. Le recomiendo humildad. Además, ha de aprender de una vez que forma parte de un equipo, que nadie puede ir por libre cuando se está gobernando una ciudad, porque estamos sometidos a una fiscalización. Debe ser consciente de que las actuaciones que emprende se pagan con el dinero de todos los cuevanos».
Sin embargo, el concejal de C's, Indalecio Modesto, cuenta la historia de una manera bien diferente. «Durante la presentación del libro de Llaguno, afeé de manera discreta que el periódico municipal no hubiera recogido ninguna de las actividades de la concejalía que dirijo. Fueron apenas unos segundos y excusando al medio más que acusándolo. Dije exactamente que esperaba que la presentación en la que estábamos esa noche apareciera en el próximo número, como otras que ya habíamos realizado, y cité algunas».
Modesto recuerda que «cuando presentamos el pasado verano el mismo libro en Villaricos, Rodrigo Sánchez, el actual consejero de Agricultura, leyó cinco folios de auténtico mitin político». «Creo que el alcalde está demasiado sensible. Sus declaraciones son desafortunadas e injustas. Yo soy un hombre de palabra —asegura el edil—. ¿Acaso pensaba que me iban a sobornar y yo me iba a dejar? Debería recordar la conversación telefónica que tuvimos el día anterior a la sesión de investidura. Eran las 22.05 y yo le garanticé que teníamos unos acuerdos que se iban a cumplir».
«Por la mañana o por la tarde, yo hubiera votado lo mismo, pero hoy sabría qué hacer al día siguiente. Me he limitado a trabajar mientras otros están más pendientes de mantenerme en la sombra y hacer política para conseguir votos», lamenta el concejal naranja. «Ahora —abunda— estoy en una posición que, haga lo que haga, saldré mal parado para el equipo de gobierno o para la oposición, así que he decidido dedicarme a mi trabajo con la esperanza de que sabrá apreciarlo el ciudadano de la calle, aunque ni tan siquiera sé si me presentaré en las próximas elecciones».
Lo que sí asegura el edil de C’s es que nunca ha «firmado una moción de censura». En ese sentido, Indalecio Modesto niega haber tenido nada que ver con la foto difundida, en los inicios del pasado 2017, por el exalcalde de Níjar Antonio Jesús Rodríguez (PP) en una popular red social. En esa foto, se veía al anterior regidor nijareño junto al portavoz de su partido en Cuevas, Miguel Caparrós, al que señalaba como «muy pronto alcalde».
«¿Es eso culpa mía? Yo no tuve nada que ver. Antonio [Fernández Liria] me ha dicho en dos ocasiones que tres empresarios le han asegurado haber visto mi firma en una moción de censura, pero nunca me ha revelado quiénes son. Él vive a 50 metros de mí. Si vivía con esa incertidumbre, podía haber venido a hablar conmigo». «Tengo la impresión de que al alcalde le atenaza una manía persecutoria. Ve fantasmas, aunque ahora parece estar más relajado», confiesa Indalecio Modesto. «En el fondo, creo que son los celos. Me han alzado la voz hasta en los plenos, pero yo he guardado silencio por respeto. Yo no sé levantar la voz».
«Antonio nunca me ha sacado a bailar»
Cuando ponemos al corriente a Indalecio Modesto sobre unas declaraciones en las que el regidor aseguraba, respondiendo a un símil empleado por esta redacción, para justificar el distanciamiento que se apreciaba entre ambos, que ya «no le sacaba a bailar porque le pisaba los pies», el concejal de Ciudadanos sonríe y responde que «el alcalde nunca me ha sacado a bailar. Supongo que eso lo dice con cariño».
«Le aseguro que si el pleno de investidura, en vez de haber sido convocado a las 10:00 del 13 de junio de 2015 hubiera tenido lugar a las 17.00, yo no hubiera sido elegido alcalde de Cuevas. No hubiera contado con el apoyo de Indalecio Modesto (C's)», afirma Antonio Fernández Liria (PSOE).
«No puedo darle más explicaciones —añade—, pero le aseguro que podría haber pasado algo parecido a lo que ocurrió en Almería capital», recordando el repentino cambio de los ediles de Ciudadanos que, tras haber pactado la elección del candidato socialista, finalmente se decantaron en el último instante por votar al popular Ramón Fernández-Pacheco.
«En cualquier caso, si retrocediéramos en el tiempo, yo tampoco hubiera aceptado su apoyo —revela Fernández Liria—. Todo el mundo sabe lo que nos ha hecho sufrir Indalecio, con la amenaza continua de una moción de censura, de querer ser la figura que no es, de su afán de protagonismo en todo, con historias surrealistas, pagando para que le publiquen como publicidad una entrevista preparada...».
El regidor socialista ha realizado estas manifestaciones después de un suceso protagonizado por Modesto durante la presentación de un ensayo sobre la historia de Villaricos escrita por el exalcalde socialista e historiador Antonio Llaguno.
«Desde el Ayuntamiento —explica el primer edil— impulsamos un periódico, Cuevas Magacine, y el concejal de Cultura y Turismo entendía que no se había recogido ninguna de las actividades que él había organizado, porque nunca habla en nombre del Ayuntamiento, sino en el de su propia persona, Indalecio Modesto, ‘el único edil de C's en Cuevas del Almanzora’, que es como siempre se presenta, como si el dinero lo pusiera de su bolsillo. Vino a hacerlo en el sitio menos apropiado, la presentación de un libro, donde el protagonista debía ser el escritor». En cualquier caso, Fernández confiesa que no le pilló de improviso la conducta del portavoz de C's. «No me sorprende su actitud debido a su obsesión por acapararlo todo».
«Estoy cansado»
«Yo ya estoy cansado de hablar de él. Estas cosas las hace para llamar la atención. En Cuevas están pasando muchas cosas buenas en las que no tiene nada que ver Indalecio y es una pena que perdamos el tiempo hablando de él». «Indalecio es un compañero de viaje incómodo. Yo entiendo que él es el concejal de Cultura y, de la misma manera, él debería comprender y asimilar que yo soy el alcalde. Le recomiendo humildad. Además, ha de aprender de una vez que forma parte de un equipo, que nadie puede ir por libre cuando se está gobernando una ciudad, porque estamos sometidos a una fiscalización. Debe ser consciente de que las actuaciones que emprende se pagan con el dinero de todos los cuevanos».
Sin embargo, el concejal de C's, Indalecio Modesto, cuenta la historia de una manera bien diferente. «Durante la presentación del libro de Llaguno, afeé de manera discreta que el periódico municipal no hubiera recogido ninguna de las actividades de la concejalía que dirijo. Fueron apenas unos segundos y excusando al medio más que acusándolo. Dije exactamente que esperaba que la presentación en la que estábamos esa noche apareciera en el próximo número, como otras que ya habíamos realizado, y cité algunas».
Modesto recuerda que «cuando presentamos el pasado verano el mismo libro en Villaricos, Rodrigo Sánchez, el actual consejero de Agricultura, leyó cinco folios de auténtico mitin político». «Creo que el alcalde está demasiado sensible. Sus declaraciones son desafortunadas e injustas. Yo soy un hombre de palabra —asegura el edil—. ¿Acaso pensaba que me iban a sobornar y yo me iba a dejar? Debería recordar la conversación telefónica que tuvimos el día anterior a la sesión de investidura. Eran las 22.05 y yo le garanticé que teníamos unos acuerdos que se iban a cumplir».
«Por la mañana o por la tarde, yo hubiera votado lo mismo, pero hoy sabría qué hacer al día siguiente. Me he limitado a trabajar mientras otros están más pendientes de mantenerme en la sombra y hacer política para conseguir votos», lamenta el concejal naranja. «Ahora —abunda— estoy en una posición que, haga lo que haga, saldré mal parado para el equipo de gobierno o para la oposición, así que he decidido dedicarme a mi trabajo con la esperanza de que sabrá apreciarlo el ciudadano de la calle, aunque ni tan siquiera sé si me presentaré en las próximas elecciones».
Lo que sí asegura el edil de C’s es que nunca ha «firmado una moción de censura». En ese sentido, Indalecio Modesto niega haber tenido nada que ver con la foto difundida, en los inicios del pasado 2017, por el exalcalde de Níjar Antonio Jesús Rodríguez (PP) en una popular red social. En esa foto, se veía al anterior regidor nijareño junto al portavoz de su partido en Cuevas, Miguel Caparrós, al que señalaba como «muy pronto alcalde».
«¿Es eso culpa mía? Yo no tuve nada que ver. Antonio [Fernández Liria] me ha dicho en dos ocasiones que tres empresarios le han asegurado haber visto mi firma en una moción de censura, pero nunca me ha revelado quiénes son. Él vive a 50 metros de mí. Si vivía con esa incertidumbre, podía haber venido a hablar conmigo». «Tengo la impresión de que al alcalde le atenaza una manía persecutoria. Ve fantasmas, aunque ahora parece estar más relajado», confiesa Indalecio Modesto. «En el fondo, creo que son los celos. Me han alzado la voz hasta en los plenos, pero yo he guardado silencio por respeto. Yo no sé levantar la voz».
«Antonio nunca me ha sacado a bailar»
Cuando ponemos al corriente a Indalecio Modesto sobre unas declaraciones en las que el regidor aseguraba, respondiendo a un símil empleado por esta redacción, para justificar el distanciamiento que se apreciaba entre ambos, que ya «no le sacaba a bailar porque le pisaba los pies», el concejal de Ciudadanos sonríe y responde que «el alcalde nunca me ha sacado a bailar. Supongo que eso lo dice con cariño».
