Según manifestó en diciembre el alcalde de Huércal de Almería, a finales de este año abrirá el área comercial, pero desde IU dicen que «va para largo»
ALMERÍA HOY / 14·02·2018
El alcalde de Huércal de Almería, Ismael Torres (PP), habló en diciembre en declaraciones a este medio sobre el futuro de la finca El Canario, que lleva 'en el aire' desde los años 70. Entonces, el regidor explicaba que, para finales del presente año, abriría sus puertas el área comercial proyectada en la zona; no obstante, la falta de «movimiento» hace dudar a propios y extraños.
Entre los que dudan se encuentra Emiliano Domene, concejal de IU en el Ayuntamiento huercalense, quien afirma que «hay algo extraño con la paralización de todo lo de El Canario» porque «al principio todo iba muy deprisa, y ahora todo va muy lento». El edil recuerda que el acuerdo urbanístico con la empresa adjudicataria, Cervantes Martínez, tuvo que ser llevado a Pleno dos veces «por estar mal redactado» por cosas como que «no desvelaba qué tipo de comercios iban allí».
Así, Domene habla de «las prisas iniciales del equipo de gobierno por sacarlo adelante, y ahora, hay una extraña paralización de todo».
Luego están las diferentes 'cláusulas' del acuerdo urbanístico, algunas de las cuales, desvela el edil de IU, consistentes en que el Ayuntamiento tenía que hacerse con la titularidad del tramo de carretera que va desde el cementerio hasta la siguiente rotonda para, posteriormente, ser adaptada para el área comercial en cuestión. «El mantenimiento de ese tramo es un gasto», apunta Domene antes de recordar que, en el caso de otra zona de la localidad en similares circunstancias —la misma que investiga la Fiscalía por presuntas irregularidades urbanísticas— «el acuerdo urbanístico se hizo en 2010, también se pedía un tramo de carretera, y después de ocho años apenas se ha hecho nada».
Finca abandonada desde hace décadas
Desde que empezara a construirse allá por los años 70 —ya ha llovido incluso en el Bajo Andarax— hasta nuestros días, el 'esqueleto' de la finca El Canario, que ocupa 45.000 metros cuadrados en Huércal de Almería, se ha convertido en un elemento más del paisaje almeriense. Cuatro décadas de abandono contemplan este edificio «a medio hacer» porque, en la época en la que se empezaba a levantar, la administración de turno se quedó sin liquidez —nada que no se haya repetido desde entonces, con casos como la Plaza Vieja de la capital o el Materno-Infantil, ambas obras todavía en marcha a día de hoy—.
Entre los que dudan se encuentra Emiliano Domene, concejal de IU en el Ayuntamiento huercalense, quien afirma que «hay algo extraño con la paralización de todo lo de El Canario» porque «al principio todo iba muy deprisa, y ahora todo va muy lento». El edil recuerda que el acuerdo urbanístico con la empresa adjudicataria, Cervantes Martínez, tuvo que ser llevado a Pleno dos veces «por estar mal redactado» por cosas como que «no desvelaba qué tipo de comercios iban allí».
Así, Domene habla de «las prisas iniciales del equipo de gobierno por sacarlo adelante, y ahora, hay una extraña paralización de todo».
Luego están las diferentes 'cláusulas' del acuerdo urbanístico, algunas de las cuales, desvela el edil de IU, consistentes en que el Ayuntamiento tenía que hacerse con la titularidad del tramo de carretera que va desde el cementerio hasta la siguiente rotonda para, posteriormente, ser adaptada para el área comercial en cuestión. «El mantenimiento de ese tramo es un gasto», apunta Domene antes de recordar que, en el caso de otra zona de la localidad en similares circunstancias —la misma que investiga la Fiscalía por presuntas irregularidades urbanísticas— «el acuerdo urbanístico se hizo en 2010, también se pedía un tramo de carretera, y después de ocho años apenas se ha hecho nada».
Finca abandonada desde hace décadas
Desde que empezara a construirse allá por los años 70 —ya ha llovido incluso en el Bajo Andarax— hasta nuestros días, el 'esqueleto' de la finca El Canario, que ocupa 45.000 metros cuadrados en Huércal de Almería, se ha convertido en un elemento más del paisaje almeriense. Cuatro décadas de abandono contemplan este edificio «a medio hacer» porque, en la época en la que se empezaba a levantar, la administración de turno se quedó sin liquidez —nada que no se haya repetido desde entonces, con casos como la Plaza Vieja de la capital o el Materno-Infantil, ambas obras todavía en marcha a día de hoy—.
